El estrés en la mujer

El estrés en general es uno de los problemas fundamentales en la sociedad moderna, pero, de forma particular, el estrés en la mujer es bastante más agudo, te contamos el por qué.

La mujer a lo largo de la historia, ha tenido que enfrentarse a diferentes problemáticas, si bien, hoy en día, hemos logrado cierta equidad (que no es igualdad) pero aún nos queda trecho para lograr que no haya diferencias en cuestión de género.

Entre los múltiples orígenes del estrés en la mujer, nos encontramos con motivos intrínsecos, como la menstruación, el embarazo, la menopausia y diferentes estados hormonales propios de nuestro género.

Por otro lado está el producido por los prejuicios sociales, la discriminación laboral, las exigencias estéticas y mil y un problemas que nos encontramos tan solo por nuestro género.

En el ámbito laboral, por norma general, la mujer que ocupa puestos directivos padece más depresiones, peor salud física y más dolores de cabeza en comparación con el género masculino, se ve sometida a más presión para demostrar su valía, además de tener que mantenerse a flote y lidiar con las exigencias familiares, etc.

El estrés en la mujer en el embarazo

El embarazo es en muchas ocasiones, un motivo de generación de estrés para ambas partes. Las preocupaciones van desde la salud del futuro bebé hasta la de la mamá, además de sumarle la preocupación extra que supone desde el punto de vista estético.

Durante esta etapa, el estrés en la mujer debe mantenerse bajo control en la medida de lo posible, algunos puntos a que pueden ayudar serían:

planificar y organizar todo lo relacionado con las etapas del embarazo (cursos de preparación al parto, todo lo relacionado con el hospital, ayuda familiar para los primeros días en caso de que sea necesario, etc.),

evitar en la medida de lo posible situaciones estresantes, tanto en el trabajo como en la vida cotidiana,

guardar cierto tiempo para una misma cada día: haz algo de ejercicio físico (supervisado), lee un libro o mira tu serie favorita, da un paseo, etc., algo exclusivo para ti, que te haga sentir bien y reduzca al mínimo el posible nivel de estrés acumulado.

La etapa del posparto

El momento de tener un hijo es otro de los motivos del estrés en la mujer, su vida cambia por completo: dejar de trabajar, enfrentarse a las exigencias que supone ser madre, etc. El sentirse irritable y con ansiedad no es nada raro en estas circunstancias, pudiendo llegar a situaciones peores tales como la depresión postarto.

Los cambios emocionales y hormonales generan un extra de estrés en la mujer y si a eso le sumamos los cambios físicos nos encontramos con un cóctel tremendo.

Por eso, en los casos en los que sea necesario, se debe pedir ayuda (terapeuta especializado), siguiendo un tratamiento adecuado, se reducirán los niveles de estrés y tanto la mamá como el bebé y todos los familiares podrán disfrutar esta nueva etapa con salud.

Síndrome premenstrual en el estrés en la mujer

Se trata de un conjunto de manifestaciones tanto físicas (hinchazón, tensión mamaria, dolores de cabeza y espalda, etc.) como de carácter (irritablidad, ansiedad, apatía, tristeza, etc.) que suelen aparecer entre los días 14 y 28 del ciclo y que aportan colaboración al estrés en la mujer.

No aparecen en la misma forma en todas las mujeres.

Enfrentarse a este conjunto de cambios, puede hacerse tanto desde el punto de vista farmacológico (medicación, píldora anticonceptiva) o cognitivo (meditación, ejercicio físico, etc.).

Por otro lado, algo fundamental, no solo en esta etapa, es llevar una vida saludable en todos los ámbitos, es decir, realizar ejercicio físico con regularidad y mantener una dieta saludable y equilibrada.

Menopausia

Seguimos con los cambios y desequilibrios hormonales que aumentan el estrés en la mujer.

La etapa de la menopausia puede ser muy estresante, los cambios hormonales que dan lugar a una serie de manifestaciones físicas y emocionales, además de dar lugar a los conocidos sofocos, taquicardias, que tienen una duración variable, se presentan tanto de día como de noche y pueden durar desde meses a años.

La menopausia es una fase más en la mujer, en cada una se manifiesta de una forma diferente, pero lo que sí es fundamental es que para llevarlo lo mejor posible, debemos mantener a raya el nivel de estrés.

Algunos de las manifestaciones en la menopausia pueden ser:

ansiedad

cambios de humor

cansancio

dolores de cabeza y articulaciones

insomnio y sudores nocturnos

irritabilidad

piel seca

mareos

palpitaciones

pérdida de confianza

disminución del deseo sexual

problemas de concentración

sequedad vaginal

sofocos
Algunas recomendaciones generales para llevarla lo mejor posible, son:

en el caso de que aparezca insomnio, procura practicar un ritual de sueño (evite luz externa tipo móviles, tv o tablets, lee un libro, escucha música relajante, etc.),

mantén unos hábitos saludables: practica ejercicio físico, aliméntate de forma consciente, equilibrada y saludable,

potencia tu autoestima: apúntate a algún curso de algo que te guste, fomenta las relaciones sociales, ríete y disfruta de la vida.

Conclusión

Las mujeres tenemos una gran carga, ya sea desde el punto de vista fisiológico como en la sociedad en la que vivimos, por ello, debemos ser conscientes de que somos nosotras las que debemos tomar medidas en cada una de las etapas de nuestra vida, cuidarnos mucho, querernos y procurar mantener nuestro estrés en niveles aceptable, nadie lo va a hacer por nosotras.

Fuente: este post proviene de Salud y Ejercicio Físico, donde puedes consultar el contenido original.
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