Se ha demostrado que un aumento de la actividad física puede llegara a reducir hasta un 40% la predisposición genética a desarrollar una obesidad. Esto se desprende de un estudio realizado por el Medical Research Council Epidemiology Unit de Cambridge (Reino Unido) y recogido en el último número la revista 'PLoS Medicine'
Este estudio ha puesto de manifiesto que existen 12 variables genéticas que influencian el sobrepeso en nuestro organismo. Tras la investigación se dedujo que cada variante genética se asociaba con un aumento de de 445 g de peso, y que este efecto era menor en las personas que habitualmente realizaban algún tipo de ejercicio.
Los investigadores aseguran que "llevar una vida activa físicamente se asociaba con una reducción del 40% en las predisposición genética a desarrollar obesidad", ya que el incremento es sólo de 379 gramos por cada variante.
"Estamos viendo que la genética tiene un papel fundamental en la obesidad, pero también que esa predisposición puede modificarse con un estilo de vida saludable", comenta Jonatan Ruiz, miembro de la Unidad de Nutrición Preventiva del Instituto Karolinska de Estocolmo (Suecia). Por ello, queda demostrado que no es imposible luchar contra lo que está escrito en los genes.
Recuerda hacer un poco de ejercicio cada día para mejorar tu salud.