Los síntomas más comunes se manifiestan clínicamente con alteraciones significativas en esta zona como escozor, prurito, edema o eccema.
Puede estar causada por cualquier sustancia química en contacto con la vulva como los espermicidas, jabones, desodorantes... incluso los tampones, las compresas o los anticonceptivos. Pero también la ropa interior, generalmente en mujeres que usan ropa ajustada.
Si se presenta alguno de estos síntomas, es necesario acudir a una consulta ginecológica para que el especialista determine si se trata de una vaginitis alérgica y descartar así otras posibles causas (infección, cambios hormonales, etc.).
Determinada la enfermedad, y el alérgeno que la provoca, el tratamiento pasarán por evitar el contacto con la sustancia que la causa. Si fuera necesario, el ginecólogo podría recetar un tratamiento con corticoides.
Lo mejor es tomar precauciones y anticiparse siguiendo estos sencillos consejos para prevenir la aparición de esta patología. Toma nota:
- Evitar el uso de ropa interior sintética, es preferible adquirir prendes de algodón.
- Moderar las duchas vaginales y el empleo de desodorantes íntimos.
- No usar jabón para la limpieza de la vulva, únicamente agua. No obstante, si se desea, pueden usarse jabones neutros.
- No lavar la ropa interior con detergentes excesivamente agresivos, ni aplicar suavizantes ni cloro.
- Utilizar papel higiénico de color blanco y sin perfume.
Recuerda visitar a tu ginecólogo ante cualquier anomalía vaginal.
¿Has sufrido alguna vez vaginitis alérgica o conoces a alguien que la haya padecido? Cuéntanos la experiencia.
Fuente: Saber Vivir
Imágenes: martinak15/Flickr