Tomar el sol no es malo. Todo lo contrario Es esencial para la vida por su calor, su luz y su acción antidepresiva. Broncearse no hace envejecer la piel si está bien protegida. De hecho, el bronceado es la mejor de las protecciones. Los tratamientos solares más recomendados por los especialistas adaptan la piel al sol con total seguridad.
Cada piel, cada lugar del mundo y cada momento del día requiere un tipo de protección distinta. Escogeremos el producto en función de la intensidad del sol y de la sensibilidad de la piel. No es lo mismo tomar el sol a las once de la mañana que a las tres de la tarde. De hecho, no se debería tomar el sol entre las doce y las cuatro de la tarde debido a que es en esas horas cuando los rayos solares son más verticales y, por tanto, pueden producir efectos perjudiciales.
Antes de exponernos al sol es muy recomendable tomar complementos solares que ayuden a preparar la piel previamente, hoy en día tanto en farmacias como por ejemplo en Mercadona encontramos pastillas que nos ayudan desde dentro con Betacaroteno. Es igualmente importante realizarse un peeling hidratante unos 15 días antes para que el bronceado sea lo más uniforme posible.
Actualmente todas las cremas de día llevan protección solar, pero es insuficiente si vamos a tomar el sol e incluso en los días de verano es aconsejable echarse algo más de protección aparte de la que lleva nuestra crema hidratante diaria usando una crema solar especifica.