¿De qué trata esta enfermedad llamada herpes?
La manera en que el herpes se hace visible es a través de pequeñas llagas que tardan en sanar de dos a cuatro semanas y que resultan muy dolorosas para la persona que las posee. Muchas veces los brotes van acompañados de fiebre, dolores en el cuerpo e inflamación de las glándulas, por lo que muchas personas confunden los síntomas con los de la gripe e ignoran sus síntomas.
El contagio del herpes se da de una manera muy simple, pues únicamente se necesita que una persona tenga contacto con otra que esté infectada para contraer el virus. Muchas veces el virus puede desprenderse a través de las ámpulas visibles. El herpes es un virus que no tiene cura, los brotes son dolorosos y constantes y puede llegar a ser muy peligroso para las mujeres embarazadas y neonatos.
¿Cómo se trata el herpes?
El herpes es una enfermedad que hasta la fecha no tiene cura. En la actualidad existen medicamentos que pueden ayudar a aminorar los brotes y los síntomas, pero no se erradica al virus. Es común que las personas con herpes tengan uno o varios brotes cada año y con el uso de medicamentos estos se hacen cada vez menos notorios y dolorosos. Incluso existen tratamientos para que el enfermo no contagie a su pareja con el virus y puedan tener una vida sexual y afectiva normal.
¿Cómo afecta el herpes a las mujeres embarazadas?
Cuando una mujer se embaraza es de vital importancia que sepa si está o no infectada por el virus que provoca el herpes, pues muchas veces las personas no presentan síntomas o los confunden con otras enfermedades, por ello deben hacerse una prueba para asegurarse que no poseen el virus.
En caso de que una mujer esté embarazada y posea el virus del herpes es necesario que se trate inmediatamente con un médico, pues el herpes puede llegar a provocar abortos espontáneos o nacimientos prematuros, además que es altamente transmisible de madres a hijos y puede traer consigo la muerte del bebé, al ser una enfermedad muy difícil de tratar en neonatos.
Las mujeres embarazadas pueden ser medicadas según lo que su médico considere más conveniente, esto con el fin de evitar el contagio del virus al bebé, evitar un aborto espontáneo y permitir que el embarazo se concrete de la mejor manera. Como dato adicional, la mayoría de los partos de mujeres con herpes suelen ser por cesárea.
El herpes no suele ser peligroso, pero sí molesto y doloroso. Las personas inmunosuprimidas son quienes pueden llegar a tener complicaciones debido al virus, pues su cuerpo no cuenta con las defensas necesarias para controlar los brotes. De cualquier manera, en todos los casos es vital que un médico lleve un control de la enfermedad para mejorar la calidad de vida del paciente y evitar contagios.