Cuando los problemas de la pareja no se solucionan por las vías anteriormente citadas, muchas de ellas deciden recurrir a algunas de las técnicas Reproducción Asistida para satisfacer sus deseos de paternidad.
Existen varias técnicas de Reproducción Asistida a las que se puede recurrir. A continuación te las describimos:
Inseminación Artificial
Consiste en el depósito de forma artificial del semen en el tracto reproductor femenino.
Para que la inseminación artificial tenga éxito es imprescindible que al menos una de las trompas de Falopio se encuentre permeable y que el semen del varón cumpla unos parámetros seminales mínimos.
El tratamiento de inseminación artificial consta de tres fases:
1) La estimulación del ovario con hormonas unido a la inducción de la ovulación, disponiendo así de más de un óvulo para ser fecundado de forma natural.
2) La preparación del semen: se selecciona y concentra los espermatozoides móviles mediante técnicas de capacitación o preparación seminal.
3) La inseminación: no es preciso aplicar ningún tipo de anestesia ni resulta dolorosa. Se suele realizar tras haber inducido la ovulación, depositando la muestra seminal con una cánula especial dentro del útero para acortar así la distancia y facilitar el encuentro entre óvulo y espermatozoide. Tras ser depositado el semen, la mujer deberá permanecer unos minutos en reposo.
Fecundación In Vitro (FIV) e Inyección Intracitoplasmática de Espermatozoides (ICSI)
Alternativa válida cuando han fallado tratamientos previos, como la Inseminación Artificial, y necesaria en casos de factor masculino severo y factor tubárico (trompas de Falopio obstruidas), entre otros.
Se trata de la unión del óvulo con el espermatozoide en el laboratorio, con el fin de obtener un número apto de embriones disponibles para transferir al útero materno.
La inseminación de los ovocitos puede llevarse a cabo mediante técnica de FIV convencional (se coloca en la placa de cultivo un ovocito rodeado de espermatozoides dejando que se produzca la unión entre ambos de forma natural) o mediante ICSI, Inyección Intracitoplasmática de Espermatozoides (se introduce el espermatozoide vivo seleccionado dentro del ovocito mediante punción del mismo con la ayuda de una pipeta). Esta última técnica, más laboriosa, se reserva para casos de factor masculino severo, fallos de fecundación previos con FIV, fallos de tratamientos previos de Inseminación Artificial o situaciones en las que disponemos de un número limitado de ovocitos.
En ambas técnicas ( FIV/ICSI) se precisa previamente de las siguientes fases:
Estimulación ovárica con hormonas, denominadas gonadotropinas. Esto inducirá la formación de un mayor
número de folículos, dentro de los cuales hay un ovocito. Con ello se incrementará las posibilidades de éxito, ya que de forma natural la mujer en cada ciclo menstrual sólo genera un folículo y por tanto un solo ovocito, a lo que se suma el hecho de que algunos ovocitos habrá que descartarlos porque no todos dan lugar a embriones de buena calidad.
El tratamiento viene a durar entre 12 y 20 días, durante los cuales la mujer deberá aplicarse inyecciones hormonales realizándose ecografías de control y determinación de estradiol en sangre para comprobar que el crecimiento y la evolución de losfolículos es el adecuado.
En algunos casos puede ocurrir que la paciente responda exageradamente a la estimulación, produciendo muchos folículos y dando lugar al Síndrome de Hiperestimulación Ovárica, situación ante la cual la paciente será observada más estrechamente.
Punción folicular: se realizará cuando se evidencie por ecografía que los folículos han alcanzado el tamaño adecuado y hay disponibles un número adecuado de ovocitos. Se realizará en quirófano y bajo sedación, con el fin de que la paciente no sienta ningún tipo de molestias durante el procedimiento, durando aproximadamente 15 minutos. La punción se realiza por vía vaginal guiada por ecografía y a través de una aguja fina que aspira cada uno de los folículos, obteniendo de este modo los ovocitos que hay en su interior. El riesgo de sufrir alguna complicación durante la extracción de ovocitos es de 1 por cada 2.500 casos, por lo que se puede considerar inapreciable.
Inseminación de los ovocitos: mediante FIV o ICSI comprobando al día siguiente si la fecundación se ha producido correctamente y ha dado lugar a la formación de un cigoto.
Cultivo embrionario en laboratorio: los embriones resultantes serán observados en el laboratorio día tras día, descartando aquellos que no sean viables.
Transferencia embrionaria: se suele realizar el día tres de desarrollo embrionario (tres días después de la punción), aunque en algunas ocasiones se prolonga el cultivo hasta el día 6 de desarrollo para realizar una mejor selección embrionaria.
Los mejores embriones se introducen dentro del útero materno con la ayuda de una cánula mediante un proceso rápido e indoloro que no precisa sedación. La ley española permite la transferencia de un máximo de tres embriones a la vez, aunque se suele hacer con uno o dos embriones para reducir la posibilidad de gestación múltiple.
Vitrificación de los embriones restantes: aquellos embriones de buena calidad que han sobrado y no se han transferido se congelan para poder ser utilizados por la pareja para posibles nuevos embarazos sin necesidad de someterse a un nuevo ciclo de estimulación ovárica.
Prueba de embarazo: se realizará dos semanas después de la transferencia embrionaria, mediante un test de beta-hCG en sangre.
Agradecimientos: IVI