Está demostrado que pasar una revisión ginecológica es la manera más efectiva de prevenir enfermedades como el cáncer de cuello de útero, el cáncer de ovarios o cualquier otra anomalía que pudiera comprometer tu salud. No pienses que las revisiones ginecológicas son cosa únicamente de la menopausia ni de la edad. Se recomienda a partir de los 25 años o desde que la mujer es sexualmente activa programar un calendario periódico de citas con el especialista.
Síntomas que deben alertarteSerá necesario que te hagas una revisión ginecológica cuando:
-Después de 2 años desde la primera menstruación, los ciclos sigan siendo irregulares o alternes períodos regulares con otros de ausencias prolongadas sin justificación aparente.
-Sientas dolor al orinar o aumentes tu frecuencia de micción.
-Tu flujo sea anormal, por ser más abundante, más espeso o de color u olor sospechoso, lo que podría alertar de la existencia de alguna infección o enfermedad de transmisión sexual.
-Sientas un fuerte dolor en el bajo vientre, semejante a un cólico.
-Detectes bultos, llagas, verrugas, enrojecimiento o cualquier otro aspecto anormal en tu zona vaginal, sobre todo si te pica o escuece.
-Las relaciones sexuales son molestas o dolorosas.
-En una autoexploración de los pechos te descubran durezas, bultos o tirantez en la piel, dolor repentino, expulsión de líquido por el pezón o variación en la forma de este.
-Lleves más de un año intentando quedarte embarazada sin éxito.
-Hayas sufrido una agresión sexual.
La menopausia no está exenta de revisiónPese a lo que muchas mujeres puedan creer, la finalización de la etapa reproductiva no exime a la mujer de acudir a una periódica revisión ginecológica en Madrid. Podríamos decir que es justo al contrario, te explicamos por qué.
Conforme avanza la edad aumenta el riesgo de padecer cáncer de mama, por lo que realizarse una mamografía cada 2 años a partir de los 50 es fundamental.
La menopausia conlleva una disminución de la actividad hormonal, lo cual provoca un debilitamiento de la flora vaginal y una mayor probabilidad de infecciones por hongos. La sequedad vaginal, las molestias en las relaciones sexuales y la incontinencia urinaria son otras de las manifestaciones propias de esta etapa en la salud reproductiva de la mujer que hacen recomendable la intervención del ginecólogo.
Los sangrados irregulares o cualquier otra alteración del ciclo menstrual en etapas cercanas a la menopausia pueden indicar la existencia de quistes o tumores, que sin una exploración del especialista no pueden detectarse. De ahí la necesidad de seguir una rutina de revisiones periódicas para prevenir cualquier susto.
Debemos priorizar la preservación de la salud y olvidar los miedos y el pudor para considerar al ginecólogo un verdadero aliado. Es una buena costumbre acudir a él antes del embarazo para comprobar que nuestra salud es buena. Durante la gestación para realizar el debido seguimiento al desarrollo del bebé, y después para consultar sobre las alternativas para la planificación familiar.
En realidad, debemos acudir a él en cualquier momento si tenemos dudas sobre la ovulación, cómo calcular los días fértiles, los anticonceptivos indicados para prevenir enfermedades de transmisión sexual ...