El llamado espectro autista incluye diversos trastornos, entre ellos el denominado Síndrome de Asperger. Se trata de una patología del desarrollo que afecta al procesamiento de las sensaciones y al desenvolvimiento social, entre otras cuestiones que complican la vida de la persona en un mundo escasamente preparado y abierto hacia lo diferente. Definimos a continuación algunos puntos trascendentales sobre este síndrome, aún escasamente difundido y de difícil diagnóstico.
El Síndrome de Asperger, uno de los trastornos que conforman el espectro autista.
Recientemente se conoció que una de las causas del alejamiento de los escenarios de la popular cantante Susan Boyle era la necesidad de tratar su Síndrome de Asperger. No es el único caso de personas famosas con este diagnóstico, ya que los especialistas han logrado determinar que en su momento el músico Wolfgang Amadeus Mozart o el físico Albert Einstein pudieron haber sufrido este trastorno. Sin embargo, el diagnóstico no era posible en la época en la cual vivieron.
El Asperger genera inconvenientes graves en el campo emocional y provoca que la persona no pueda entender los pensamientos de aquellos con quienes se relaciona. Por ejemplo, un afectado por este trastorno siempre sentirá que los demás hablan demasiado rápido y no comprenderá las intenciones de la comunicación, es así que interpretará erróneamente o directamente no entenderá el doble sentido, la ironía o las ambigüedades.
El genial Wolfgang Amadeus Mozart podría haber sufrido Asperger.
SÍNDROME DE ASPERGER: MÁS PRECISIONES
Además, verá notoriamente dificultada la captación del sentido integral que supone cualquier actividad comunicacional, incluyendo las palabras, la forma en la cual se emiten, las expresiones del rostro y el lenguaje del cuerpo, elementos que en conjunto constituyen los mensajes que recibimos a diario. Si nos imaginamos por un momento un estado de confusión en torno a la recepción de esos canales podemos llegar a comprender la profundidad del daño social y emocional que puede causar el Síndrome de Asperger.
Una de las cuestiones que hace más complejo el tratamiento es la dificultad del diagnóstico, por eso muchas personas atraviesan su infancia sin haber sido convenientemente diagnosticadas. Todo cambia cuando el síndrome se aborda en los niños, ya que los tratamientos con terapias combinadas presentan buenos resultados. En ocasiones puede recurrirse a fármacos para tratar patologías relacionadas, como la ansiedad o la depresión.
Es vital tratar este trastorno desde temprana edad.
SÍNDROME DE ASPERGER: CAUSAS Y SÍNTOMAS A TENER EN CUENTA
En cuanto a las causas, se ha logrado determinar mediante imágenes cerebrales que el Asperger nace a partir de diferencias en la estructura y el funcionamiento de zonas concretas del cerebro, al compararlas con las presentes en personas que no sufren el trastorno. Vale destacar que muchos niños con Asperger poseen notables talentos en diversos campos, como el arte o las ciencias exactas, evidenciándolos desde corta edad al mismo tiempo que sus problemáticas emocionales y sociales.
Los padres deben estar especialmente atentos a síntomas como la reiteración excesiva de rituales o rutinas, inconvenientes en la comunicación, problemas para interactuar con otros niños, limitaciones en gestos y expresiones faciales o movimientos escasamente coordinados, entre otras posibles manifestaciones. Una vez diagnosticado y además de seguir un tratamiento, es vital que el niño con Asperger sea respetado en su diversidad y se estimulen sus capacidades y áreas de interés.
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