Que son los lunares
Los lunares o llamado científicamente como nevos son lesiones cutáneas que se caracterizan histopatológicamente por la agrupación de células bien diferenciadas que se localizan en condiciones normales en la piel.
Los nevos melanocíticos se subdividen en 2 amplias categorías: los que surgen después del nacimiento (nevos adquiridos) y los que ya están presentes al nacer (nevos congénitos).
Nevos Melanocíticos Adquiridos
Los nevos melanocíticos son agrupaciones benignas de células névicas melanocíticas que se producen como resultado de la alteración y la proliferación de melanocitos en la unión dermoepidérmica.
Epidemiología
El número de lunares o nevos melanocíticos adquiridos aumenta de forma gradual durante la infancia, de manera más pronunciada durante la adolescencia y más lentamente al comienzo de la vida adulta.
Durante la tercera o cuarta décadas de la vida se estabiliza y más adelante disminuye lentamente. El número medio de nevos melanocíticos en un adulto varía en función de factores genéticos, del color de la piel y de la exposición solar. Cuanto mayor es el número de nevos, mayor es el riesgo de contraer un melanoma.
La exposición solar durante la infancia, en especial de manera intermitente e intensa en los individuos con piel clara y la propensión a las quemaduras y la aparición de efélides, más que a broncearse, constituye un determinante importante del número de nevos melanocíticos que aparecen.
En los niños pelirrojos, a pesar de tener una piel clara y ser propensos a las quemaduras solares y al desarrollo de efélides, aparecen menos nevos que en el resto de niños. La inmunodepresión y la administración de quimioterapia también se han relacionado con un mayor número de nevos.
Principales manifestaciones clínicas
Los nevos nevocelulares tienen una evolución bien definida y se clasifican como de la unión, compuestos o dérmicos, según la localización de las células del nevo en la piel.
En la infancia, más del 90% de los nevos son de la unión; la proliferación de los melanocitos tiene lugar en la unión dermoepidérmica y se forman nidos de células. Los nevos de la unión aparecen en cualquier lugar del cuerpo y manifiestan diferentes intensidades de color marrón.
¿ Que formas tienen los lunares ?
Son relativamente pequeños, planos y de forma variable. Las células de los lunares o nevo tienen una forma cuboidea o epitelioide y se agrupan en nidos en el lado epidérmico de la membrana basal.
Aunque algunos de ellos, en especial los de las palmas, las plantas y los genitales, permanecen como nevos de la unión a lo largo de la vida, la mayoría se convierten en nevos compuestos a medida que los melanocitos emigran a la dermis papilar para formar nidos tanto en la unión dermoepidérmica como en la dermis.
Cuando los melanocitos de la unión dejan de proliferar, los nidos de melanocitos sólo permanecen en la dermis, lo que da lugar a un nevo intradérmico. Al madurar, los nevos compuestos e intradérmicos se pueden sobreelevar, adquirir forma de cúpula, hacerse verrugosos o pedunculados.
Las lesiones ligeramente elevadas suelen ser compuestas. Las que están muy elevadas son intradérmicas con mayor frecuencia. Con la edad, los nidos de melanocitos de la dermis regresan y el nevo desaparece gradualmente.
Pronóstico y tratamiento
La pregunta mas frecuentes de que son los lunares y cual es su tratamiento te lo explicamos de forma sencilla y rápida.
Los nevos pigmentados adquiridos son lesiones benignas, aunque existe un pequeño porcentaje que experimenta transformación maligna.
Los cambios que deben hacer sospechar esta transformación y que son indicación de escisión y estudio histológico son el crecimiento rápido, la aparición de lesiones satélites, la variación del color, en especial en tonos de rojo, marrón, gris, negro y azul, la incontinencia pigmentaria, los bordes escotados e irregulares, los cambios en la textura, tales como descamación, erosión, ulceración e induración y las adenopatías regionales.
La mayoría de estas alteraciones se deben a irritación, infección o maduración; el oscurecimiento y el aumento gradual de tamaño y la elevación se producen, en condiciones normales, durante la adolescencia y no son motivo de preocupación.
Dos cambios benignos frecuentes son los nevos clónicos (lunares en huevo frito) y los nevos con reborde.
Los nevos clónicos son de color marrón claro y poseen un centro elevado más oscuro, que representa un cambio clonal de un subgrupo de células névicas de la lesión.
Los nevos con reborde son planos y de color marrón claro, con un reborde de color marrón oscuro.
Se observan principalmente en el cuero cabelludo. Se han de tener en cuenta la presencia de factores de riesgo para el desarrollo de un melanoma y los deseos de los padres de extirpar el nevo.
Si existen dudas sobre la naturaleza benigna de un nevo, la extirpación es una intervención ambulatoria sencilla y segura que puede estar justificada para aliviar la ansiedad.
Lunares o nevo melanocitico atípico
Un nevo melanocítico atípico puede encontrarse tanto en un contexto familiar de propensión a la aparición de melanomas con carácter autosómico dominante (síndrome de lunarmelanoma familiar, síndrome del nevo displásico, síndrome del nevo como de forma esporádica.
Sólo el 2% de los melanomas pediátricos aparece en individuos con este síndrome familiar y en el 10% de ellos surge un melanoma antes de los 20 años.
El melanoma maligno se ha descrito en niños con síndrome del nevo displásico a edades tan tempranas como los 10 años. En los pacientes con síndrome del nevo displásico y 2 familiares con melanoma, el riesgo de melanoma es prácticamente prácticamente del 100%.
El término síndrome de lunar atípico describe las lesiones en los individuos sin antecedentes familiares autosómicos dominantes de melanoma, pero con >50 nevos, algunos de ellos atípicos.
El riesgo de que surja un melanoma a partir de un nevo displásico a lo largo de la vida se calcula que es del 5-10%.
Diversas formas de los nevos atípicos
Los nevos atípicos tienden a ser grandes (5-15 mm) y redondeados u ovales. Tienen bordes irregulares, una coloración heterogénea y una zona de la lesión está elevada.
Se sitúan con mayor frecuencia en la zona posterior del tronco, lo que indica que la exposición intermitente e intensa a la radiación solar interviene en su aparición.
También pueden verse en zonas no expuestas al sol, como las mamas, los glúteos y el cuero cabelludo. Los nevos atípicos no suelen aparecer hasta la pubertad, aunque se han visto lesiones en el cuero cabelludo en etapas más precoces.
Muestran una proliferación anómala de melanocitos intraepidérmicos atípicos, infiltrado linfocítico, fibroplasia y angiogenia. Para identificar a estos individuos resulta útil una biopsia con el fin de documentar los cambios displásicos en el estudio histológico.
En los niños inmunodeprimidos o tratados con quimioterapia o radioterapia, se deben extirpar los nevos atípicos dudosos. La quimioterapia se asocia a la formación de un mayor número de nevos melanocíticos, pero no se ha relacionado directamente con la aparición de melanomas.
También se deben extirpar los nevos situados en localizaciones difíciles de observar, como el cuero cabelludo. Los niños con nevos atípicos deben someterse a una revisión completa de la piel cada 6-12 meses.
En estos niños, las fotografías de los lunares resultan de utilidad para realizar el seguimiento de los cambios névicos.
Los padres deben ser informados sobre la importancia de la protección solar y su evitación, así como buscar los signos precoces del melanoma de forma periódica, aproximadamente cada 3-4 meses.
Nevo Melanocítico congenito
Los nevos melanocíticos congénitos están presentes en alrededor del 1% de los recién nacidos.
Estos nevos se dividen según el tamaño en: nevos congénitos gigantes cuando son >20 cm (tamaño en el adulto) u ocupan >5% de la superficie corporal, nevos congénitos pequeños si son <2 cm y nevos intermedios, cuando están situados entre ambos tamaños
Los nevos congénitos se caracterizan por la presencia de células névicas en la zona inferior de la dermis reticular, entre los haces de colágeno, alrededor de los anejos cutáneos, los nervios y los vasos en la dermis inferior, y en ocasiones se extienden a la grasa subyacente.
A menudo, su identificación no resulta fácil porque tienen características histológicas de nevos intradérmicos, compuestos o de la unión.
Algunos nevos no presentes al nacer presentan características histopatológicas de los nevos congénitos, pero no deben ser considerados congénitos.
Además, los congénitos pueden ser difíciles de distinguir clínicamente de otras estructuras hiperpigmentadas, lo que se añade a la dificultad de los padres para identificar los nevos que estaban presentes al nacer.
El diagnóstico diferencial clínico incluye las manchas mongólicas, las manchas café con leche, los hamartomas de músculo liso y la melanocitosis dérmica (nevos de Ota y de Ito).
En donde se localizan
Las localizaciones predilectas de los nevos congénitos pequeños son la zona inferior del tronco, la superior de la espalda, los hombros, el tórax y la región proximal de las extremidades.
Las lesiones pueden ser planas, elevadas, verrugosas o nodulares y mostrar varias intensidades de marrón, azul o negro.
Dada la dificultad para identificar los nevos congénitos pequeños con certeza, los datos respecto a su potencial maligno son controvertidos y probablemente exagerados
La verdadera incidencia de evolución al melanoma de los nevos congénitos, en especial de los de tamaño pequeño o mediano, es desconocida.
La extirpación de todos los nevos congénitos pequeños no está justificada, porque la aparición de un melanoma sobre nevos congénitos pequeños es excepcional antes de la pubertad.
A la hora de decidir sobre la extirpación o no, hay que tener en cuenta numerosos factores, tales como la localización y la capacidad de control clínico, la cicatriz que quedará, la existencia de otros factores de riesgo de melanoma y la presencia de características clínicas atípicas.
Los nevos pigmentados congénitos gigantes (<1/20.000 nacimientos) aparecen con mayor frecuencia en la zona posterior del tronco si bien también pueden verse en la cabeza o las extremidades.
Los lunares o nevos o pueden ser peligrosos
Estos nevos son especialmente importantes por su relación con la melanocitosis leptomeníngea (melanocitosis neurocutánea) y su predisposición a que se formen melanomas malignos.
La afectación leptomeníngea es más habitual cuando el nevo está localizado en la cabeza o la línea media del tronco, en especial si se asocia a nevos melanocíticos «satélites» múltiples (>20 lesiones).
Las células del nevo en las leptomeninges y el parénquima cerebral pueden causar un aumento de la presión intracraneal, hidrocefalia, convulsiones, retraso mental y déficit motores, y también pueden evolucionar a melanomas.
Una neoplasia maligna se identifica mediante un estudio citológico cuidadoso del líquido cefalorraquídeo para detectar células con melanina. En aproximadamente el 30% de los individuos con un nevo congénito gigante se aprecia una melanosis leptomeníngea asintomática en la RM.
Se calcula que la incidencia global de melanoma maligno que surge en un nevo congénito gigante es de alrededor del 5-10%. La mitad de todos los melanomas que derivan de un nevo congénito gigante lo hace antes de los 5 años de edad. La mortalidad es del 45%.
El tratamiento de los nevos congénitos gigantes es fuente de polémica y en él deben intervenir los padres, los pediatras, los dermatólogos y los cirujanos plásticos.
Si el nevo se encuentra en la cabeza o sobre la columna, una RM puede detectar una melanosis del sistema nervioso; cuando está presente, la escisión de la lesión cutánea resulta inútil.
En ausencia de melanosis nerviosa, la extirpación precoz y la reparación con ayuda de expansores de tejido o injertos pueden reducir las secuelas del nevo y la potencial formación de un melanoma, aunque a costa de numerosas intervenciones que pueden ser desfigurantes.
Es posible que las células que invaden el tejido celular subcutáneo no sean extirpadas.
Las biopsias al azar de un nevo no aportan ventajas, pero sí está indicada la biopsia de un nódulo que ha crecido recientemente. Se recomienda realizar un seguimiento cada 6 meses durante 5 años y cada 12 meses posteriormente. Las fotografías seriadas de los nevos contribuyen a detectar cambios.
Melanoma
El melanoma maligno constituye el 1-3% de todas las neoplasias malignas pediátricas y es el cáncer más frecuente en los adultos jóvenes de edades comprendidas entre los 25 y 29 años.
La incidencia ha aumentado en un 150% desde 1973. Surge principalmente en los individuos de raza blanca, en la cabeza y el tronco de los varones y en las extremidades de las mujeres.
Principales factores de riesgo
Entre los factores de riesgo para su formación figuran la presencia de:
Síndrome de lunar atípicomelanoma familiar o xeroderma pigmentario
Un número elevado de nevos melanocíticos adquiridos o nevos atípicos, pelo rubio y piel clara, exposición al sol excesiva, en especial cuando es intensa e intermitente.
Antecedentes personales o familiares (familiares de primer grado) de melanoma, nevo congénito gigante e inmunodepresión.
En los niños previamente sanos, la radiación ultravioleta es responsable de la mayoría de los melanomas.
Menos del 5% de los melanomas de la infancia surge sobre nevos congénitos gigantes o en individuos con síndrome de lunar atípico-melanoma familiar.
En alrededor del 40-50% de las ocasiones, el melanoma se forma en un lugar donde no existía un nevo (lesión amelanótica).
La mortalidad se relaciona con el grosor del tumor y el grado de invasión de la piel. La mortalidad global alcanza aproximadamente el 40%, con independencia de que surja en niños adultos.
Debido a la ausencia de un tratamiento eficaz del melanoma, la prevención y la detección precoz son las medidas más eficaces.
Hay que insistir en evitar la exposición intensa del mediodía, entre las 10 de la mañana y las 3 de la tarde, usar ropa protectora como sombrero, manga larga y pantalones y emplear filtros solares.
La detección precoz incluye las exploraciones clínicas y las fotografías frecuentes de los pacientes con riesgo (síndrome del nevo displásico) y la actuación inmediata ante cambios súbitos en los nevos (tamaño, forma, color, inflamación, hemorragia o costras y sensibilidad).
Nevo Con Halo
El nevo con halo aparece fundamentalmente en niños y adultos jóvenes y sobre todo en la espalda. El desarrollo del halo puede coincidir con la pubertad o el embarazo. Es frecuente que varios nevos pigmentados presenten un halo de forma simultánea.
Suele evolucionar hacia la desaparición del nevo central al cabo de varios meses y la zona despigmentada puede o no volver a pigmentarse.
La extirpación y el examen histopatológico de la lesión sólo están indicados cuando la naturaleza de la lesión central ofrece dudas.
En un nevo melanocítico adquirido aparece en ocasiones una zona periférica de despigmentación durante un período de días o semanas. Existe un infiltrado inflamatorio denso de linfocitos e histiocitos además de las células névicas.
El halo pálido refleja la desaparición de los melanocitos. Este fenómeno se ha visto en nevos congénitos, nevos azules, nevos de Spitz, nevos displásicos, neurofibromas y melanoma maligno primario y secundario, y en algunos casos de poliosis, síndrome de Vogt-Koyanagi- Harada y anemia perniciosa. Los sujetos con vitíligo tienen una mayor incidencia de nevos con halo.
Los individuos con nevos con halo presentan anticuerpos circulantes contra el citoplasma de los melanocitos y las células névicas.
Nevo Lentiginoso Zosteriforme (Lentigos Agminados)
Este nevo es una agrupación unilateral, lineal y en forma de banda de numerosas máculas marrones o negras de 2-10 mm en la cara, el tronco o las extremidades.
Este nevo puede estar presente al nacer o aparecer durante la infancia. Se aprecia un número aumentado de melanocitos en las crestas interpapilares alargadas de la epidermis.
Nevo Plano ( Nevo Lentiginoso Moteado)
El nevo plano (nevus spilus) consiste en una mancha marrón plana, en cuyo interior hay elementos melanocíticos más oscuros, planos o elevados.
El tamaño es muy variable y puede surgir en cualquier zona del cuerpo. El color del componente macular puede variar de marrón claro a oscuro y el número de lesiones más oscuras puede ser escaso o abundante.
Es raro al nacer y suele observarse al final de la lactancia o el comienzo de la infancia.
Las zonas más oscuras del nevo suelen estar presentes al inicio y tienden a aumentar en número de forma gradual con el tiempo.
Las máculas más oscuras representan células névicas distribuidas por la unión o la dermis; esta mancha tiene un número aumentado de melanocitos en la epidermis que siguen un patrón lentiginoso.
¿ Es mortal este tipo de lunares ?
Muchas veces te has preguntado si son malos o que son los lunares mortales que pueden afectar nuestra piel y nuestro organismo, no sabias que es to sucedía? El potencial maligno de estos nevos no está claro; se encuentra con mayor frecuencia en los pacientes con melanomas que en los controles equiparables. Este nevo no precisa extirpación a no ser que existan características atípicas o cambios clínicos recientes.
Nevo Azul
El nevo azul común es una pápula aislada, asintomática, lisa, cupuliforme, azul o azul-grisácea y <10 mm de diámetro que se sitúa en la zona dorsal de las manos y los pies.
En raras ocasiones puede formar grandes placas. Casi siempre es adquirido, a menudo durante la infancia, y es más frecuente en las mujeres. En el microscopio se caracteriza por un grupo de melanocitos fusiformes intensamente pigmentados en la dermis
Este nevo es benigno. El nevo azul celular tiene típicamente un diámetro de 1-3 cm y aparece con mayor frecuencia en los glúteos y la región sacrococcígea.
Además de los grupos de melanocitos dendríticos dérmicos muy pigmentados, en la dermis se ven islotes celulares compuestos por células fusiformes de gran tamaño que pueden extenderse al tejido celular subcutáneo.
Puede observarse una histología continua del nevo azul al nevo azul celular. Un nevo combinado es la asociación de un nevo azul y un nevo melanocítico suprayacente.
La coloración azul-grisácea de estos nevos es un efecto óptico producido por la melanina dérmica.
Las longitudes de onda largas de la radiación visible penetran en la dermis profunda y son absorbidas por la melanina; las longitudes de onda cortas de la luz azul no pueden penetrar profundamente, por lo que se reflejan hacia el observador.
Nevo Despigmentado (Nevo Acrómico )
Estos nevos suelen estar presentes al nacer; son placas o estrías de máculas hipopigmentadas localizadas, a menudo con bordes extraños e irregulares.
Clínicamente, se parecen a la hipomelanosis de Ito, salvo que son más localizados y con frecuencia unilaterales.
Las lesiones pequeñas pueden parecerse a las máculas en hoja de fresno de la esclerosis tuberosa. Representan un defecto focal en la transferencia de los melanosomas a los queratinocitos.
¿ Que son los lunares de pelo ? o Hamartoma del musculo liso
Este hamartoma es una anomalía del desarrollo que se forma por una hiperplasia del músculo liso (músculo erector del pelo) asociado a los folículos pilosos.
Suele ser evidente al nacer o poco después como una placa de color carne o ligeramente pigmentada con hipertricosis en la superficie, localizada en el tronco o las Extremidades
Algunas veces se puede conseguir una elevación transitoria o un movimiento en forma de ondas de la lesión, provocada por la contracción de los haces musculares si se golpea la superficie.
Los hamartomas de músculo liso se pueden confundir con nevos congénitos pigmentados; la diferenciación es importante porque no tienen riesgo de degenerar en un melanoma maligno, por lo que no es necesario extirparlos.
La regla ABCD (asimetría, irregularidades del borde, cambios de color, diámetro >6 mm), que es una herramienta de detección selectiva útil en los adultos, puede no serlo tanto en los niños.
Espero que te haya servido de mucha ayuda, al responder las interrogantes mas buscadas como los tipos de lunares, por que tengo muchos, y lo mejor es que son los lunares o nevos cutáneos. Recuerda deberás visitar a tu especialista de confianza
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