El cloasma, también llamado melasma o máscara del embarazo, es un problema de pigmentación en la piel bastante frecuente, consistente en la aparición de manchas de color marrón, más o menos acentuadas, de contornos desiguales y de tamaño variable. La doctora Mª Teresa Gutiérrez, miembro de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), afirma que se presenta en forma de manchas irregulares sobre todo en la cara, aunque también puede afectar al cuello y los antebrazos. Aparecen durante la gestación debido a las fuertes alteraciones hormonales que sufre el cuerpo en este periodo con el aumento de estrógenos, que estimulan la creación de melanina y provocan alteraciones en la pigmentación de la piel.
Estas manchas suelen desaparecer pocos meses después del parto, pero para ello debemos tomar precauciones, cuidar nuestra piel y protegerla especialmente en verano de los rayos solares, para evitar que salgan, se extiendan o alcance mayor profundidad la alteración. La experta señala que el tiempo en desaparecer es variable, dependerá de las características del mismo, pero siempre recordando que habrá que seguir un tratamiento de mantenimiento y continuar con una protección solar cuidadosa.
El embarazo y el sol
La zona más frecuentemente afectada es la cara, con tres patrones de distribución: el centro-facial, que afecta a toda la zona central de la cara; el malar, que aparece en las mejillas y la nariz; y el mandibular, que se presenta en la zona que rodea la mandíbula, explica la dermatóloga."En general se observa en mujeres, sobre todo de origen hispano y asiático, destaca la especialista. Aparece en mayor magnitud en épocas de sol y se da con más frecuencia en mujeres de piel oscura de entre 25 y 45 años, aunque también son propensas las personas que se han expuesto demasiado a los rayos del sol y han sufrido quemaduras.
Sin embargo, la razón de su aparición no se debe exclusivamente al embarazo, sino también a la utilización de métodos anticonceptivos, orales o inyectados, o al padecimiento de problemas hormonales. También debemos incluir como causa la utilización de algunos cosméticos como perfumes, jabones, desodorantes, etc., añade la doctora Gutiérrez. Éstos pueden provocar una reacción fototóxica, debida a la absorción de la radiación ultravioleta por parte de la sustancia química presente en la colonia, perfume u otras fragancias. No obstante, este problema dermatológico no sólo se presenta en mujeres, sino también en hombres que utilizan cosméticos, lociones, etc.
Protege tu piel
El embarazo no impide tomar el sol, ya que los rayos solares aportan vitamina D, fortalecen el sistema inmunitario y los huesos, pero sí debemos extremar las precauciones, pues a lo largo de éste la piel está mucho más sensible. Incluso una exposición indirecta puede amentar el riesgo de que salgan estas manchas o, en caso de tenerlas, que éstas se agraven.
Para prevenirlo es fundamental la protección solar absoluta, mediante el empleo diario de filtros solares de factor elevado, explica la especialista. Se deben usar siempre cremas de factor de protección 50 o más alto, especialmente en verano, y evitar en cualquier caso una exposición directa al sol. Además, también hay que usar maquillajes que lo incorporen, evitar tratamientos faciales que irriten la dermis, utilizar jabones suaves y usar sombreros y gafas que cubran las zonas más susceptibles de aparición de manchas.
Poner soluciones
Tras el parto, el cloasma suele desaparecer, aunque en unos casos antes que en otros. Se dará cuando la organización hormonal vuelva a la normalidad. Tras dar a luz se debe acudir al dermatólogo para que valore el estado de la piel y recomiende el tratamiento más adecuado. Las cremas despigmentantes son los tratamientos más utilizados. Aunque existen diversos agentes depigmentantes, el más eficaz es la hidroquinona, sola o acompañada de otros medicamentos que aumentan su eficacia, como los retinoides o los hidroxiácidos. Éstas contienen hodroquinin, un componente que abstiene la formación del pigmento, asegura la doctora Gutiérrez.
Otro tipo de medidas son los tratamientos con láser, que no han resultado eficaces, pues en la mayoría de los casos las lesiones vuelven a aparecer y, en ocasiones, incluso puede observarse un empeoramiento por la inflamación secundaria, explica la experta.
La aplicación de tratamientos depigmentantes se prolongará en el tiempo y debe compaginarse con la aplicación de cremas solares de factor alto. Según la Academia Española de Dermatología, es mejor utilizarlas en una zona pequeña de la cara, y si se toleran, pasar a aplicarlas en todas las zonas manchadas. Igualmente, se debe evitar su aplicación en las zonas donde la piel no tenga manchas, ya que puede blanquearlas también. En caso de tolerar bien la crema, ésta se puede compaginar con cremas de ácido retinoico, aunque también podemos encontrar otras cremas blanqueadoras como las de ácido azelaico que, además, mejora el acné.
El cuidado y protección de la piel es esencial, por ello, la crema solar se convierte en la mejor aliada, especialmente durante el verano, con lo que, además de evitar quemaduras, favorecerá el prevenir la aparición de manchas como el cloasma.