Un escenario muy común tras tener un encuentro íntimo y apasionado con tu pareja, es darte cuenta de que él se queda dormido con demasiada rapidez, en vez de hablar contigo o hacerte compañía en la cama. ¿Te ha pasado? No te preocupes, porque esto no quiere decir que haya algo malo contigo. De hecho es mucho más normal de lo que te imaginas y tiene una explicación científica. Por lo general a todos los hombres les sucede lo mismo y también a muchas mujeres, pues el sexo es un potente estimulador del sueño que tiene mejores efectos que muchos medicamentos.
En los hombres ocurre más rápido debido a la liberación de la hormona prolactina, la cual es producida en sus organismos en grandes cantidades al llegar al momento del clímax. Las mujeres también la tienen, aunque no es tan abundante durante el sexo, lo cual explica porque tienen más predisposición a quedarse despiertas.
Las consecuencias de la prolactina se dan directamente sobre la dopamina, que es la hormona que se encarga de mantenernos despiertos, ya que funciona como un estimulante de los neurotransmisores.
Otra hormona que es liberada durante el orgasmo masculino es la de la oxitocina, que se encarga de hacer que el cuerpo se deshaga de las tensiones y el estrés.
Tener relaciones con las luces apagadas es otro factor que puede desencadenar el sueño luego del acto, ya que la oscuridad estimula la producción de melatonina, una sustancia que le transmite a nuestro organismo el mensaje de que ha llegado la hora de dormir. Combinada con las hormonas anteriores, puede producir una enorme y placentera modorra.
Si no te gusta que tu pareja se duerma después de tener sexo, es recomendable que lo hagan con las luces encendidas y evitando las posiciones completamente horizontales, para que se pueda mantener despierto.
Fuente: TipDiario.com