Las últimas semanas antes de hacer la maleta y ponerte de camino al hospital están pudiendo con tus nervios y paciencia. Quieres que llegue el momento cuanto antes. Ver la cara del bebé y empezar, ahora sí, una nueva etapa de tu vida que te acompañará siempre, la maternidad.
?Has pensado en todo lo que te hace falta para ir al hospital? ?Sabes diferenciar entre lo necesario y aquello que sabes que es prescindible? ?Sabes organizarte?
Controlar los nervios
No hace falta ser psicólogo para saber que un estado anímico alterado, que roza la ansiedad, no es beneficioso para una mujer embarazada. Suficiente es ya el desarreglo hormonal que te ha estado caracterizando estos nueve meses, como para que a causa de un descuido a última hora, perjudiques al bebé que estás a punto de tener.
Tómate las cosas con la mayor calma posible y relativiza el estrés y los problemas. Está claro que te vas a enfrentar a una situación nueva y totalmente diferente a todo lo que has vivido anteriormente, pero piensa que tener un hijo es algo natural, de hecho, es la mayor prueba de que la naturaleza impone sus reglas, por mucho que hayamos avanzado socialmente.Ten por seguro que eres una privilegiada por tener a un buen equipo médico y a profesionales y seres queridos a tu alrededor en este día. !Qué más puedes pedir!
Prever y organizar
Estar relajada no riñe con tener cierta previsión y organización para que cuando llegue el día de ir al hospital no sientas que ‘todo es un desastre’ o que tu pareja no sabrá hacerse cargo de todo eso que tú consideras tan importante.
Ya te has hecho las correspondientes pruebas y analíticas anteriores al parto y sólo tienes que esperar a que esas famosas señales lleguen. Según la doctora Ana Cruz Fernández ‘’has de preocuparte de organizarte antes y después del alumbramiento, sin dejar de disfrutar al máximo de cada momento o sensación que te embargue.’’
Agenda y documentación
Resulta de lo más práctico tener apuntados los teléfonos de aquellas personas a las que llamarás primero para que vean al niño o sepan de él nada más nacer. Ten a mano una lista con los números y nombres en letra clara por si no eres tú la que realiza las primeras llamadas.
La documentación es imprescindible. Recuerda darle a tu pareja los DNI de ambos así como el Libro de Familia para ir al Registro cuando te sientas en condiciones de hacerlo. No está de más que él te guarde algunos libros u objetos de ocio por si se prolonga tu estancia en la clínica. (video juegos, mp3 o cualquier elemento que te entretenga cuando no puedas estar con tu bebé).
Para el día a día
Aunque lo has pensado mil veces, es probable que algo se te olvide, si el momento del parto llega de manera inesperada, que es lo más común.El camisón y la bata así como las zapatillas, son de lo más necesario pues serán tu vestimenta en el hospital. No hace falta que sean último modelo, sino que te hagan sentir cómoda pero también atractiva ya que recibirás visitas y querrás estar presentable.
El algodón o la franela son buenas opciones. El color blanco es el más socorrido pero puedes innovar con un azul, o rosa, ahora que se llevan tanto los colores.
Acuérdate de los sujetadores sin aros para amamantar y de los calcetines. Las bragas desechables también serán de lo más utilizado estos días. Incluye también en la maleta un neceser de baño con geles, cepillo de dientes, desodorante, bálsamo labial neutro y un buen cepillo que desenrede bien el pelo.
?Qué necesita tu bebé? A ti
Esta es la parte en la que seguramente has pensado más detenidamente. ?Qué necesitará tu bebé nada más nacer? Pues has de saber que los expertos recomiendan ante todo, ir a lo ‘inmediato y estrictamente necesario’. Obsesionarse con las cosas físicas y materiales que puede demandar tu bebé al venir al mundo impide disfrutar cien por cien de la experiencia vital de dar a luz.
Un bebé al nacer lo que únicamente desea es estar pegado al cuerpo de esa persona que le ha portado durante tantos meses y que es la única a la que realmente conoce y con la que quiere compartir al menos, sus primeros días de vida. Ya vendrán esos momentos en los que tendrás que decidir entre multitud de opciones saludables para el bienestar de tu bebé, así que !relájate y disfruta del contacto piel con piel!
Para sus primeros meses de vida
Ya sabes que el hospital te proveerá de todo lo necesario para tu hijo/a pero no está de más que incluyas en su canasta pijamas y bodies así como ropa de calle para la vuelta a casa, sí así lo decides. Un arrullo o toquilla y pañales serán suficientes para completar la lista del hospital.
Es en casa donde vas a tener que dedicar atención a las cosas de tu bebé, aunque a estas alturas seguro que ya lo tienes todo más que preparado. Por si acaso, te recordamos lo que se recomienda para que no falte detalle en la llega del nuevo miembro de la familia a casa:
Una cuna o moisés con sus complementos, sábanas, mantas y protector de cuna. Kit de cuidado del cordón umbilical, alcohol de 70º y gasas estériles. Kit de cuidado de episiotomía, provisto de sal, compresas de algodón y bragas desechables. Un equipo de baño para tu bebé, con esponja natural, jabón, champú, toalla y bañera, importante que sea antideslizante. El cambiador de pañales desechables estará o en el baño o al lado de la cuna o moisés, en su habitación. Al lado tendremos a mano siempre un botiquín que contendrá al menos un termómetro, suero fisiológico y gasas estériles, para los ojos y la nariz.
En la cocina, baberos, un biberón y chupete, aunque mejor varios y siempre esterilizados, aunque si deseas dar el pecho esto no es imprescindible los primeros meses. Por último para los desplazamientos en coche, una silla de la que no dudes en cuanto a calidad y seguridad y una crema solar o hidratante para las inclemencias del tiempo, que en los bebés ‘se hacen notar’ más a menudo.
Ya estás más que preparada para emprender esta nueva etapa de tu vida. Seguro que los nervios se esfuman en el mismo momento en que te colocan a tu bebé en los brazos. Nuestro último consejo, disfrutar, disfrutar y disfrutar.