Hemos hablado en esta comunidad del riesgo del uso frecuente y prolongado de auriculares si se escucha música a un volumen elevado. Pero hay otro riesgo asociado, y que tiene que ver con la proliferación de bacterias en el oído. Y es que los especialistas han señalado que si se utilizan mientras se hace deporte, los auriculares pueden acumular sudor dentro del conducto auditivo, lo que puede derivar en aparición de gérmenes.
De hecho, los auriculares ejercen de tapón, lo que sumado a la humedad generada por el sudor favorece la reproducción de bacterias y, en consecuencia, aumenta el riesgo de padecer inflamaciones (otitis externa) u otro tipo de infecciones agudas o crónicas.
Otro problema asociado tiene que ver con la acción de ponerse y quitarse los auriculares con mucha regularidad. Hacerlo interrumpe el mecanismo natural de limpieza del oído, que ocurre de adentro hacia afuera, pudiendo mover el cerumen que se genera y tapando el oído.