Las infecciones de las vías respiratorias superiores constituyen los motivos de consulta más frecuentes en pediatría, afectando a niños de todas las edades, géneros y sin distinción de clase social, por lo que el médico siempre debe estar atento a las manifestaciones que presenta el niño para poder establecer un diagnóstico.
En la actualidad, cada vez estos casos son más frecuentes debido a la contaminación ambiental que existe, por lo que la tasa de incidencia de resfriado común va en ascenso y sobre todo en niños más pequeños; estas infecciones de las vías respiratorias superiores ocasionan gran desasosiego en las madres que suelen acudir al servicio de emergencia con su hijo para que se le brinde atención.
En promedio, cada niño tiene al año de tres a ocho infecciones, siendo a su vez, la causa más común de absentismo escolar y presentándose con mayor frecuencia en las temporadas con climas fríos porque los niños se encuentran más susceptibles a adquirir la infección, que puede ser de distintos tipos dependiendo del agente causal y la zona que colonicen.
En relación con esto, puedes leer: Obstrucción infecciosa de la vía respiratoria superior.
Infecciones de las vías respiratorias superiores:
Nasofaringitis.
Rinosinusitis.
Faringitis aguda.
Uvulitis aguda.
Absceso retrofaríngeo.
Absceso faríngeo lateral.
Absceso periamigdalino.
1.- Nasofaringitis:
Llamada usualmente como resfriado o catarro común, es la infección respiratoria de las vías superiores más frecuente, la cual puede afectar a niños de cualquier edad. Entre los factores de riesgo que favorecen su instauración están:
Asistencia a guarderías.
Exposición pasiva al humo del tabaco.
Hacinamiento.
Ingresos bajos.
Estrés psicológico.
Causas:
El resfriado común es ocasionado siempre por agentes virales, conociéndose más de 200 virus que pueden producirlo. Entre los virus más comunes están:
Rhinovirus: Este es el agente causal más común y la mayoría de los resfriados comunes se deben a la infección por él.
Virus Parainfluenza: A pesar de que se relaciona más con infecciones respiratorias bajas, este virus puede ocasionar síntomas de resfriado común sin complicaciones.
Virus sincitial respiratorio: Es más común en lactantes, los cuales cursan primero con manifestaciones de infecciones de las vías respiratorias superiores para luego el virus extenderse a las inferiores y causar otros síntomas.
Coronavirus.
Adenovirus.
Fisiopatología:
Hay una secuencia que explica cómo ocurre la infección y por qué se desarrolla el resfriado común y es la siguiente:
1.- Se da la inoculación por el agente causal, el cual es un virus.
2.- El virus invade el epitelio de la nasofaringe, los senos y las vías respiratorias superiores, lo cual produce:
Liberación de mediadores inflamatorios en las secreciones nasales, lo que produce aumento de la permeabilidad vascular, desencadenando edema de mucosa y por lo tanto obstrucción nasal.
Estimulación colinérgica, lo que aumenta la producción de moco, manifestando el niño rinorrea (secreción a través de la nariz) y broncoespasmo, lo que produce tos.
Lesión de las células de la nasofaringe, por lo que el niño manifiesta odinofagia (dolor faríngeo).
Manifestaciones clínicas:
Lactantes:
Fiebre.
Irritabilidad e inquietud.
Dificultad para la alimentación y el sueño.
Tos.
Niños mayores:
Inicialmente hay irritación nasal.
Rinorrea: Que al principio suele ser hialina, mientras que a los dos o tres días se torna más espesa y purulenta.
Estornudos.
Odinofagia: Especialmente producto del goteo posnasal y la respiración bucal.
Malestar general: Cefalea, mialgias, pérdida del apetito.
La mayoría de los síntomas tanto en lactantes como en niños mayores, remiten a los 5 ó 7 días luego de su inicio.
Complicaciones:
Los niños con resfriado común, pueden presentar complicaciones ocasionadas por la sobreinfección bacteriana, como:
Otitis media: En donde aparecen nuevos síntomas como otalgia (dolor de oídos), fiebre e irritabilidad.
Rinosinusitis: Esta es una complicación poco frecuente, que se presenta por obstrucción de los orificios de los senos paranasales.
Neumonía: Poco frecuente.
Crisis asmática: Por hiperactividad de las vías respiratorias.
Diagnóstico:
Para establecer el diagnóstico de estas infecciones de las vías respiratorias superiores, es necesario realizar un buen interrogatorio y un examen físico completo, ya que los estudios de laboratorio no suelen ser de mucha utilidad.
Historia clínica:
Debe ser minuciosa e incluir detalles, en especial los inherentes a la evolución de los síntomas que presenta el paciente, si presenta síntomas generales, si el niño tiene antecedentes de alergias y si la rinorrea que tiene es uni o bilateral. Es importante saber si el niño ha estado expuesto a factores de riesgo que lo predispongan a padecer de resfriado común.
Examen físico:
Aspecto relativamente sano.
Rinorrea: Sus características (color y densidad) no son indicativos específicos del agente causal.
Descartar presencia de otras manifestaciones, que hagan sospechar de complicaciones o incluso de que el niño no presenta un resfriado común sino otra patología.
Estudios de laboratorio:
Ninguno de ellos resulta útil en el diagnóstico de una nasofaringitis, por lo que el diagnóstico se establece sólo mediante el interrogatorio y el examen físico.
Diagnóstico diferencial:
El resfriado común puede confundirse con otras patologías, por lo que es necesario tener en cuenta algunos datos específicos para diferenciarlas:
Sinusitis: Niños mayores de dos años de edad, cuyos síntomas tienen una duración mayor a 10 días, en donde se incluyen cefalea (dolor de cabeza) unilateral o dolor facial a la palpación y secreción nasal.
Faringitis: En estos casos, la congestión nasal es leve o puede estar ausente, hay exudado, petequias y adenopatías cervicales dolorosas.
Neumonía: Signos respiratorios más graves, que incluyen dificultad respiratoria, ruidos respiratorios disminuidos o abolidos.
Rinitis alérgica: Antecedentes de atopia (reacción alérgica frente a un estimulo), picor de ojos acompañado de lagrimeo y eosinofilia nasal.
Cuerpo extraño: Rinorrea unilateral y fétida.
Si conocer más acerca de cuerpos extraños en nariz, pincha aquí.
Pólipos, adenoides: Estas son malformaciones anatómicas, cuyas manifestaciones se prolongan por más de dos meses, además de ser unilaterales.
Fibrosis quística: Hay alteración del crecimiento, la duración de los síntomas es crónica, hay infecciones como diarreas, neumonías y otras.
Tratamiento:
Este tipo de infecciones de las vías respiratorias superiores tienen una evolución benigna, además de que en vista de que es ocasionada por un virus, no serán necesarios fármacos orientados a tratarla, sólo se utilizarán fármacos para el alivio de los síntomas y el resto del tratamiento consiste en medidas eficaces para manejar el caso:
Hidratación adecuada.
Elevar la cabecera de la cama en casos de niños mayores.
Acetaminofén o Paracetamol: Para aliviar la fiebre y el malestar general que presenta el niño.
Gotas nasales de solución fisiológica, que ayudarán con la congestión.
Informar a los padres acerca de las medidas tomar e indicarles cuándo deben acudir a servicio de emergencia.
2.- Rinosinusitis:
Esta es otra de las infecciones más frecuente en pediatría, sin embargo, su diagnóstico no resulta sencillo de establecer.
Factores de riesgo:
Estos predisponen a que se desarrolle una rinosinusitis, están los siguientes:
Exposición al humo de tabaco.
Rinitis alérgica.
Resfriado común.
Reflujo gastroesofágico.
Natación.
Fibrosis quística.
Inmunodeficiencia.
Discinesia ciliar.
Adenoiditis.
Desviación del tabique
Causas:
Estas infecciones de las vías respiratorias superiores son producidas por microorganismos bacterianos, como:
Streptococcus pneumoniae.
Moraxella catarrhalis.
Haemophilus influenzae no tipficable.
Manifestaciones clínicas:
Tos: Presente durante el día, pero se exacerba al niño acostarse.
Rinorrea: Puede ser hialina o purulenta.
Odinofagia: Es decir, dolor de garganta producto del goteo posnasal.
En niños mayores: Fiebre, pérdida del olfato, presión facial o frontal y halitosis.
La mayoría de estas infecciones suelen durar menos de 10 días (aguda) y cuando los síntomas se prolongan por más de un mes, entonces es una crónica.
Diagnóstico:
Manifestaciones clínicas.
Examen físico: Mucosa nasal eritematosa y tumefacta, puede observarse materia mucopurulenta en nasofaringe (goteo posnasal); dolor a la palpación de los huesos ubicados por encima de los senos paranasales.
Estudios de laboratorio: No hay muchos estudios que resulten útiles para el diagnóstico, el más destacado es la aspiración sinusal mediante punción directa de los antros, ya que se obtiene la muestra para cultivo directamente del lugar en donde se encuentra la infección, sin embargo, este método solo está indicado en aquellos pacientes que no respondan al tratamiento, que sean inmunosuprimidos o si su vida está en peligro. A pesar de que las radiografías se senos paranasales pueden demostrar el engrosamiento de las mucosas, los niveles hidroaéreos y la opacificación de los senos, con esta no puede saberse si la sinusitis es aguda o crónica y si es ocasionada por un virus o una bacteria.
Tratamiento:
Antibióticos: Amoxicilina más ácido clavulánico es el tratamiento de elección, pero en pacientes alérgicos se pueden usar los macrólidos.
Lavados nasales.
3.- Faringitis aguda:
Estas son las infecciones de las vías respiratorias superiores que afectan específicamente la garganta, se presenta con poca frecuencia en lactantes menores y su pico máximo de incidencia es entre los 4-7 años de edad, además de que afecta tanto a niños con amígalas como sin ellas.
Causas:
Virus: Son los agentes causales más comunes.
Bacterias: Casi nunca ocasionan faringitis aguda, sin embargo, aproximadamente el 15% de ellas, son causadas por estreptococo β-hemolítico del grupo A.
Manifestaciones clínicas:
Faringitis vírica:
Fiebre, malestar general y anorexia.
Odinofagia.
Conjuntivitis, rinitis, tos ronquera, coriza y diarrea.
Pueden formarse úlceras pequeñas en paladar blando pared posterior de faringe.
Exudados en amígdalas.
Adenopatías cervicales.
Faringitis estreptocócica:
Síntomas inespecíficos: Estos se manifiestan al comienzo e incluyen cefalea, fiebre de hasta 40ºC, dolor abdominal y vómitos.
Odinofagia y disfagia.
Exudado y eritema faríngeo.
Adenopatías cervicales anteriores dolorosas.
Mientras que la faringitis ocasionada por virus dura hasta una semana y se autolimita, la bacteriana puede ocasionar sintomatología incluso por más de dos semanas.
Diagnóstico:
Esencialmente, se debe establecer al interrogar y examinar al paciente, siendo innecesarias las pruebas de laboratorio que son más especializadas y costosas, las cuales quedan reservadas a casos de estas infecciones de las vías respiratorias superiores recurrentes.
Diferencial:
Adolescentes que fuman: El humo de cigarrillo o de marihuana provoca irritación de la faringe.
Rinitis alérgica: Debido al goteo posnasal, suele ocasionar odinofagia.
Complicaciones:
Otitis.
Sinusitis.
Glomerulonefritis aguda.
Fiebre reumática.
Las dos últimas debido a la infección por estreptococo.
Tratamiento:
Sólo deben utilizarse antibióticos cuando la sospecha clínica sea muy alta de que se trata de una infección bacteriana o que la misma esté documentada por un examen microbiológico.
Dar de comer alimentos suaves y fríos.
Antibióticos: Puede ser la ampicilina o a la amoxicilina por vía oral durante 10 días.
Acetaminofén: Para la fiebre, además de que alivia el malestar general.
Gárgaras con soluciones antisépticas.
4.- Uvulitis aguda:
Las infecciones de la úvula ocurren con poca frecuencia y están caracterizadas por fiebre, disfagia (dificultad para degutir) y babeo.
La mayoría de las veces es producida por estreptococos del grupo A o por Haemophilus influenzae tipo b.
Afecta sobre todo a niños mayores de 5 años.
Si se sospecha de esto, entonces deben realizarse hemocultivos, cultivos de úvula y de faringe.
Si quieres conocer más, puedes leer: Disfagia.
5.- Absceso retrofaríngeo:
Cuando se presentan, es debido la rotura de los ganglios ubicados entre la faringe y la fascia prevertebral, producto de la infección purulenta de cualquiera de esas zonas.
Causas:
Se presenta generalmente como una complicación de la faringitis bacteriana. Siendo los agentes causales más comunes:
Estreptococos hemolíticos del grupo A.
Anaerobios.
Staphylococcus aureus.
Manifestaciones clínicas:
Antecedentes recientes o actuales de nasofaringitis o de faringitis aguda.
Fiebre alta.
Disfagia.
Rechazo del alimento.
Hiperextensión de la cabeza.
Respiraciones ruidosas.
Diagnóstico:
Manifestaciones clínicas.
Examen físico: Con el cual se puede evidenciar el absceso.
Radiografía lateral de nasofaringe con cuello hiperextendido: De esta forma suele visualizarse la masa, algunas veces también puede verse aire en retrofaringe.
Diferencial:
Crup.
Meningismo.
Linfadenitis.
Tratamiento:
Se debe realizar drenaje del absceso, con anestesia general preferiblemente.
Antibioticoterapia: Sultamicilina.
6.- Absceso faríngeo lateral:
Este absceso aparece en la parte lateral de la faringe.
El niño presenta fiebre alta, trismo y mal aspecto general, además de disfagia y odinofagia.
La masa es evidente al realizar el examen físico.
El tratamiento se basa en el drenaje lateral del cuello.
7.- Absceso periamigdalino:
En la mayoría de los casos, estas infecciones de las vías respiratorias superiores son ocasionadas por estreptococos hemolíticos del grupo A.
Manifestaciones clínicas:
Odinofagia intensa.
Trismo.
Voz nasal.
Tortícolis.
Fiebre elevada.
Tratamiento:
Drenaje o aspiración de pus.
Antibioticoterapia.
Las infecciones de las vías respiratorias superiores representan un reto para el médico, ya que debe valerse principalmente del interrogatorio y el examen físico para poder establecer el diagnóstico de cualquiera de ellas, un pilar fundamental en su tratamiento es educar a los padres, explicarles las causas de estas infecciones y por supuesto el por qué se está indicando el tratamiento.
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