Las infección por estafilococos son bacterias aerobias, grampositivas que crecen en parejas y racimos y son ubicuas como flora normal en los humanos yestán presentes en los fómites y en el polvo. Son resistentes al calor y a la desecación y pueden encontrarse en ambientes no biológicos semanas o meses después de la contaminación.
Las cepas se clasifican en Staphylococcus aureus si son coagulasa-positivos o en alguna de las múltiples especies de estafilococos coagulasa-negativos (p. ej., S. epidermidis, S. saprophyticus, S. haemolyticus). A menudo, S. aureus produce un pigmento amarillo o naranja y â-hemólisis en agar sangre y epidermidis produce un pigmento blanco con distintos resultados de hemólisis, aunque para confirmar definitivamente la especie se precisan más pruebas. S. aureus tiene muchos factores de virulencia que median en varias enfermedades graves, mientras que los estafilococos coagulasa-negativos no son tan patogénicos, a menos que existan cuerpos extraños intracorporales (p. ej., catéter intravascular).
Que son los estafilococos
El estafilococos aureus es una de las causas más frecuentes de infección piogénica de la piel y de los tejidos blandos; produciendo impétigo, forúnculos, celulitis, abscesos, linfadenitis, paroniquia, onfalitis e infecciones de heridas. La bacteriemia (primaria o secundaria), es común y puede asociarse con, o desembocar en, osteomielitis, artritis piogénica, abscesosprofundos, neumonía, empiema, endocarditis, piomiositis, pericarditis y rara vez, meningitis.
Las enfermedades mediadas por la infección por estafilococos, incluidas la intoxicación alimentaria, la escarlatina estafilocócica, el síndrome de la piel escaldada y el síndrome del shock tóxico (SST) son causadas por algunas cepas de S. aureus. La infección puede ser el resultado de la invasión del tejido o de la lesión causada por varias toxinas y enzimas producidas por el organismo. Las cepas de S. aureus pueden identificarse por sus factores de virulencia y clasificarse, según la clasificación clásica, en función del tipo de grupo bacteriófago (grupos I-IV, miscelánea) o por técnicas moleculares.
La mayoría de las cepas de S. aureus elabora una o más enterotoxinas (tipos A, B, C1, C2, D, E). La ingesta de enterotoxina preformada A o B se asocia con intoxicación alimentaria que resulta en vómitos y diarrea y, en algunos casos, con hipotensión profunda. A los 10 años de edad, casi todos los niños tienen anticuerpos contra al menos una enterotoxina. El síndrome del shock tóxico por toxina-1 (SSTT-1) se asocia con el SST relacionado con la menstruación e infección estafilocócica focal. SSTT-1 induce la producción de interleucina-1 y de factor de necrosis tumoral, produciendo hipotensión, fiebre y afectación multisistémica. Las enterotoxinas A y B también pueden asociarse con el SST no menstrual.
A quien puede afectar
La mayoría de los neonatos están colonizados en la primera semana de vida y un 20-30% de niños normales portan al menos una cepa de S. aureus en las fosas nasales en cualquier momento.
Los organismos pueden transmitirse desde la nariz hasta la piel, donde la colonización parece ser más transitoria. Existe el estado de portador persistente umbilical y perianal.
Los portadores nasales intensamente colonizados (aquellos con síntomas agudos no estafilocócicos) son diseminadores eficaces. La inoculación de S. aureus generalmente ocurre por autoinoculación o contacto directo con las manos de otros individuos colonizados. El lavado de las manos tras cada contacto con un paciente es esencial para disminuir la transmisión nosocomial de estafilococos. La transmisión a través de los fómites es rara. Tras la colonización puede sobrevenir una enfermedad invasiva. El tratamiento antibiótico con un fármaco al que S. aureus es resistente favorece la colonización y el desarrollo de la infección. Otros factores que aumentan la probabilidad de infección son las heridas, las enfermedades cutáneas, las derivaciones ventriculoperitoneales, los catéteres intravenosos o intratecales, la malnutrición, la acidosis y la azoemia.
Las infecciones virales del tracto respiratorio también predisponen a infecciones bacterianas secundarias estafilocócicas.
Síntomas
Los signos y síntomas varían según la localización de la infección por estafilococo, que puede afectar a cualquier tejido, aunque con mayor frecuencia se sitúa en la piel. Los distintos grados de enfermedad son en general resultado de la supuración local, de la diseminación sistémica con infección metastásica o de los efectos sistémicos de la producción de toxinas. Aunque la nasofaringe y la piel de muchas personas puede estar colonizada con S. aureus, la enfermedad por este organismo es poco frecuente. Las lesiones, en especial las de la piel, son considerablemente más prevalentes entre las personas de nivel socioeconómico bajo y, en particular, entre los habitantes de climas tropicales.
Recién nacidos. Staphylococcus es una causa importante de infección neonatal .
Piel.
Staphylococcus es una causa importante de infección por estafilococos es la cutánea piogénica, que incluye impétigo contagioso, ectima, impétigo ampolloso, foliculitis, hidradenitis, forúnculos, ántrax, síndrome de la piel escaldada estafilocócico y un síndrome que semeja el rash de la escarlatina. La infección puede complicar una herida o presentarse como la sobreinfección de otra enfermedad cutánea no infecciosa (p. ej., eczema). La foliculitis o piodermitis del folículo piloso puede extenderse y formar un forúnculo o ántrax si se afecta más de un folículo. La forunculosis recurrente es una patología de causa desconocida que se asocia con episodios repetidos de pioderma durante meses o años. Los abscesos recurrentes cutáneos y de tejidos blandos se han observado en S. aureus resistente a meticilina (SARM) asociado a la comunidad. Staphylococcus es también una causa importante de infección cutánea nosocomial .
Tracto respiratorio.
Las infecciones del tracto respiratorio superior debidas a S. aureus son raras, si se considera la frecuencia con que este área se coloniza (especialmente las fosas nasales anteriores). La otitis media y la sinusitis debidas a S. aureus son poco frecuentes. La sinusitis estafilocócica es bastante habitual en los niños con fibrosis quística o con defectos en la función leucocitaria. La parotitis supurativa es una infección rara, pero S. aureus suele ser su causa.
La traqueítis membranosa que complica el crup viral puede infectarse por S. aureus, pero también por otros organismos. Los pacientes suelen tener fiebre alta, leucocitosis y evidencia de obstrucción de la vía respiratoria superior o un cuadro similar al shock tóxico. La laringoscopia directa o la broncoscopia muestran una epiglotis normal con estrechamiento subglótico, así como secreciones purulentas y densas en la tráquea. El tratamiento consta de antibióticos y cuidado de la vía respiratoria.
Sepsis.
La bacteriemia estafilocócica y sepsis pueden ser primarias o asociadas a cualquier infección localizada. El inicio puede ser agudo, con náuseas, vómitos, mialgias, fiebre y escalofríos. Los organismos se localizan en cualquier lugar (normalmente un foco único oculto), pero especialmente se encuentran en el pulmón, válvulas cardíacas, articulaciones y huesos. En algunos casos, en especial en los varones adolescentes, se produce enfermedad diseminada, caracterizada por fiebre, bacteriemia persistente a pesar de los antibióticos y afectación focal de dos o más tejidos separados (p. ej., piel, hueso, articulación, riñón, pulmón, hígado, corazón). Debe descartarse endocarditis y tromboflebitis séptica.
Músculo.
Los abscesos por infección por estafilococos musculares localizados y asociados con elevación de enzimas musculares pero sin septicemia se han venido llamando piomiositis tropical. Esta enfermedad se ha descrito con más frecuencia en las áreas tropicales, también se ha registrado en Estados Unidos en niños sanos. En un 30-40% de los casos hay abscesos múltiples. Los síntomas pródromos consisten en coriza, faringitis, diarrea o traumatismo previo en el lugar del absceso. El drenaje quirúrgico y el tratamiento antibiótico adecuado son esenciales.
Huesos y articulaciones. S. aureus es la causa más frecuente de osteomielitis y de artritis supurativa en los niños.
Sistema nervioso central. La meningitis por S. aureusendocarditis aguda en válvulas nativas. Puede complicarse con perforación valvular, abscesos miocárdicos, insuficiencia cardíaca, alteraciones de la conducción, hemopericardio agudo, pericarditis purulenta y muerte súbita.
Riñón. S. aureus es una causa frecuente de abscesos renales y perirrenales generalmente de origen hematógeno. La infección urinaria por S. aureus es poco frecuente.
Síndrome del shock tóxico. S. aureus es la principal causa del SST.
Tracto intestinal. La enterocolitis estafilocócica sigue al sobrecrecimiento estafilocócico de la flora normal intestinal. Aunque es poco frecuente, esto puede originarse tras el uso de antibióticos de amplio espectro por vía oral. La diarrea presenta sangre y moco. La peritonitis asociada con S. aureus en los pacientes en diálisis peritoneal a largo plazo suele afectar al túnel del catéter. Para conseguir la cura bacteriológica es necesario retirar el catéter.
La intoxicación alimentaria puede deberse a la ingesta de enterotoxinas preformadas producidas por estafilococos en alimentos contaminados. Aproximadamente 2-7 horas tras la ingesta de la toxina aparecen intensos vómitos súbitos. Puede presentarse una diarrea acuosa, pero no hay fiebre o es poco elevada. La sintomatología rara vez persiste más de 12-24 horas. En raras ocasiones se produce shock y muerte. es rara; se asocia con traumatismo craneal penetrante y con procedimientos neuroquirúrgicos (p. ej., craneotomía, colocación de derivación de líquido cefalorraquídeo [LCR]) y menos frecuentemente con endocarditis, focos parameníngeos (p. ej., abscesos epidurales o cerebrales), diabetes mellitus o neoplasias. Los resultados del LCR en la meningitis por S. aureus son indistinguibles de los de otras causas bacterianas de meningitis.
El tratamiento antibiótico de la infección por estafilococos por sí solo rara vez es eficaz en los pacientes con abscesos no drenados o con cuerpos extraños infectados. Las colecciones loculadas de material purulento deben tratarse con incisión y drenaje. Se deben retirar los cuerpos extraños, si es posible. El tratamiento debería iniciarse siempre con un antibiótico acorde con los patrones de susceptibilidad estafilocócica locales así como con la gravedad de la infección. La penicilina o la amoxicilina no son adecuadas ya que más del 90% de los estafilococos aislados, independientemente de la fuente, son resistentes a la penicilina. Las infecciones graves se tratan por vía parenteral, al menos al inicio, hasta que se controlan los síntomas. Las infección por estafilococo, con o sin abscesos, tienden a persistir y a recurrir y precisan tratamiento prolongado
Pronostico
La infección por estafilococos sin tratar tiene una mortalidad 80%. Las tasas de mortalidad se han reducido significativamente con el empleo de antibióticos adecuados. La neumonía estafilocócica puede ser fatal a cualquier edad pero es más fácil que se asocie con una elevada morbilidad y mortalidad en los niños pequeños o en los pacientes cuyo tratamiento se ha retrasado. Varios factores dependientes del huésped pueden influir en el pronóstico, incluidos la nutrición, la competencia inmunológica y la presencia o ausencia de enfermedades debilitantes. En la mayoría de los casos con formación de abscesos, es necesario el drenaje quirúrgico.
Prevención
La infección por estafilococos se transmite principalmente por contacto directo. La medida más eficaz para la prevención de la transmisión de estafilococos de un individuo a otro es el lavado de las manos. Se recomienda utilizar un detergente con yodoforo, clorhexidina o hexaclorofeno. En los hospitales y en otras instituciones afines todas las personas con infecciones estafilocócicas agudas deben aislarse hasta recibir el tratamiento adecuado. Se debe controlar constantemente la infección estafilocócica nosocomial en los hospitales. Cuando se aísla SARM, se ha demostrado que el método más eficaz para controlar la transmisión nosocomial de la infección por estafilococos es el aislamiento estricto de los pacientes. A partir de ese momento, las medidas de control deben dirigirse hacia la identificación de nuevos focos y el aislamiento estricto de pacientes colonizados o infectados. También puede ser necesario identificar al personal hospitalario colonizado y erradicar el estado de portador en los afectados.
Los pacientes con forunculosis estafilocócicas recurrentes pueden tratarse mediante lavados con hexaclorofeno y antibióticos orales apropiados y con mupirocina nasal para prevenir las recurrencias.
La intoxicación alimentaria puede prevenirse excluyendo a los individuos con infecciones estafilocócicas cutáneas de la preparación de las comidas. Los alimentos preparados deben consumirse inmediatamente o refrigerarse de manera adecuada para prevenir la multiplicación de la infección por estafilococos que pueden haber contaminado los alimentos.
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