La Hiperémesis Gravídica es un cuadro clínico caracterizado por vómitos incoercibles, es decir, continuos e intensos, que se presentan en la gestante, impidiendo de esta manera su adecuada alimentación y ocasionando distintas alteraciones. Durante el embarazo, la mujer presenta distintos cambios fisiológicos adaptativos, presentando a su vez ciertas manifestaciones como es el caso de las náuseas y los vómitos; por lo que se dice que la hiperémesis gravídica es la exacerbación de las manifestaciones normales durante la gestación.
Siendo así, es importante distinguir una hiperérmeis gravídica de un estado normal de la mujer embarazada, teniendo en cuenta algunas diferencias que existen entre ambas:
La émesis gravídica, como ya fue mencionado anteriormente es un síntoma común en el embarazo; mientras que la hiperémesis gravídica es la forma más severa de ese síntoma.
La émesis gravídica se presenta en el I trimestre del embarazo; mientras que la hiperémesis gravídica se puede prolongar incluso después del I trimestre.
Lo normal, es que la émesis gravídica sea de predominio matutino, es decir, por las mañanas; mientras que la hiperémesis gravídica se presenta durante la mayor parte del día.
Y lo más importante para diferenciar una émesis gravídica de una hiperémesis gravídica es que en el primer caso no hay afectación del estado general de la paciente y se sigue alimentando correctamente, por el contrario en el segundo caso la mujer gestante comienza a presentar desnutrición, deshidratación y pérdida de peso.
Se presenta de un 0,5-10% de la población gestante general, con un pico de máxima incidencia entre las 8-12 semanas de gestación; asociado frecuentemente a factores de riesgo, como son:
Nuliparidad.
Embarazos múltiples.
Obesidad.
Adolescencia.
Causas de la Hiperémesis Gravídica:
Aún con todos los avances tecnológicos presentes en la actualidad, no se conoce la etiología específica de la hiperémesis gravídica; aunque se postula que su origen es multifactorial, es decir, que hay varios factores predisponentes que pueden explicar por qué se produce.
Factores psicológicos:
-Adolescentes: Esto es debido a la personalidad infantil y dependiente que presentan las gestantes de esta edad, por querer tener la atención de todos a su alrededor centrada en ella, los vómitos continuos serían una manera eficaz de obtenerla.
-Rechazo de la gestación: Normalmente, cuando es un embarazo no deseado, las mujeres buscan algún tipo de solución, decidiendo en la mayoría de los casos que un aborto es la mejor alternativa; sin embargo, hay mujeres que no piensan de esta manera a pesar de no querer tener el bebé y la hiperémesis gravídica sería en un sentido figurado la expresión del rechazo ya que al vomitar se intenta expulsar al producto de la concepción.
-Conflictos maritales: En donde también se incluye la ausencia de pareja, explicándose de igual manera que en las adolescentes, en donde quieren llamar la atención y mantener a la pareja a su lado.
-Patologías de base: Como el caso de los trastornos de conversión, de histeria o los trastornos depresivos; siendo estos últimos los que se asocian con mayor frecuencia a la aparición de hiperémesis gravídica.
2. Factores gastrointestinales: Debido a las modificaciones gravídicas que sufre el sistema gastrointestinal:
-Enlentecimiento del tránsito gastrointestinal por relajación del músculo liso.
-Hay disminución del tono del esfínter esofágico inferior.
-Retraso del vaciado gástrico.
Todo esto favorece la aparición de episodios eméticos.
3. Factores Hormonales: Los cuales son los más aceptados, ya que explican con acertada coherencia la aparición de la hiperémesis gravídica.
-Hormona gonadotropina coriónica humana: Debido a la elevación que se produce durante la gestación de esta hormona, es que se comienza a presentar la émesis gravídica debido a su efecto estimulador sobre la secreción del tracto gastrointestinal; cuando hay sobre producción de esta hormona (como en casos de embarazos múltiples, embarazos molares y gestaciones del sexo femenino), se presenta la hiperémesis gravídica.
-Estrógenos: También debido a la elevación de los mismos durante el embarazo, produciendo enlentecmiento del tránsito intestinal ocasionan émesis gravídica; cuando hay un mayor nivel de estrógenos como en gestantes con un índice de masa corporal elevado, es más probable que se presente una hiperémesis gravídica.
4. Factores Inmunes: Es normal que durante el embarazo haya un aumento de células y mediadores inmunológicos para proteger tanto a la madre como a su bebé, hay aumento de interleucina 6, inmunoglobulinas G y M y factor de necrosis tumoral; a pesar de esto hay autores que confirman que estos mediadores aumentan producto de una hiperémesis gravídica y no al contrario.
Manifestaciones Clínicas de la hiperémesis gravídica:
Básicamente, lo más resultante de la hiperémesis gravídica es el estado de náuseas constantes acompañadas de vómitos continuos e hiporexia; ocasionando que la gestante deje de alimentarse de manera adecuada, lo que lleva a pérdida de peso y a deshidratación, que se puede traducir en:
-Cetonuria (presencia de cuerpos cetónicos en orina, por degradación de ácidos grasos).
-Aumento del hematocrito (hay hemoconcentración).
-Taquicardia.
-Oliguria.
-Hipotensión arterial.
-Estado de acidosis.
-Hipoproteinemia (disminución de los niveles séricos de proteínas , esto se da por las pérdidas de oligoelementos a través de los vómitos).
-Trastornos Hidro-Electrolíticos: Hiponatremia (sodio sérico bajo), hipokaliemia (potasio sérico bajo) e hipocloremia (cloro sérico bajo).
El diagnóstico de un paciente con hiperémesis gravídica es sencillo y clínico, solo se necesita realizar una correcta anamnesis haciendo énfasis en las manifestaciones que presenta la gestante, sus factores predisponentes y la ganancia o pérdida de peso en caso de que la haya sufrido. Aún así, se deben establecer diagnósticos diferenciales con otras patologías que pudieran asemejarse a la hiperémesis gravídica, como:
-Gastrointestinales: Hepatitis, pancreatitis, úlcera péptica, gastritis.
-Genitourinarias: Pielonefritis, litiasis renal.
-Metabólicas: Cetoacidosis diabetica.
-Neurológicas: Migraña, lesiones ocupantes de espacio.
Tratamiento, ¿fácil o complejo?
El tratamiento de la paciente con hiperémesis gravídica va a depender de su estado clínico, si tiene criterios de hospitalización (intolerancia a la vía oral, acidosis progresiva, alcalosis metabólica descompensada o toque del estado general) o si por el contrario el tratamiento puede realizarlo en casa.
–No Farmacológico:
Reposo: Es importante que la gestante tenga reposo, especialmente psíquico, en algún lugar en donde pueda relajarse y centrarse en su salud y la de su hijo.
Dieta: Va a depender de si tolera la vía oral o no; si no la tolera la dieta debe ser absoluta, si por el contrario la tolera, la dieta será a base de proteínas y carbohidratos secos especialmente, muchas veces al día en pocas cantidades.
Psicoevaluación: Siempre es importante solicitar un valoración por un psicólogo, que no sólo ayuda a detectar la probable causa de la hiperémesis gravídica sino también representa un método de desahogo y orientación.
–General:
Se debe realizar control de diuresis diario, que debería ser más de 1000 cc al día; esto con el objetivo de controlar el aporte de líquidos y la cantidad que se elimina.
Realizar ecografía, para confirmar la vitalidad del producto de la concepción, embarazo gemelar, y descartar enfermedad trofoblástica gestacional.
Como se puede ver, la hiperémesis gravídica es una condición que se presenta durante la gestación de algunas mujeres, asociada a múltiples factores predisponentes y que ocasionan alteraciones en el estado de salud materno, establecer el diagnóstico carece de dificultad al igual que el tratamiento adecuado de la paciente, que debe ser multidisciplinario, es decir, en conjunto con distintos especialistas que brinden la mayor seguridad tanto a la madre como a su futuro bebé.
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