El dia de hoy estaremos hablando de cuales son los beneficios de consumir lácteos, quizá sea por la cantidad de intolerantes a la lactosa y a sus productos derivados, pero los lácteos están en el punto de mira. Del consumo obligatorio de un vaso de leche diario se ha pasado a reducir al mínimo el uso de este producto. Pero ¿qué verdades y qué mentiras se cuentan con respecto a estos alimentos? Hoy Manuela Verdejo, de la Clínica Dalystetic, nos aclara todas las posibles dudas sobre la ingesta de estos y nos señala la importancia de un consumo moderado, como el de cualquier otro producto alimenticio.
1. ¿Eliminar su consumo?
La experta nos aclara que en caso de querer eliminar los productos lácteos de nuestra dieta, debemos sustituirlos por productos alimenticios que contengan las mismas propiedades como "las nueces, las almendras o las avellanas, semillas como las de sésamo o lino dorado, legumbres, pescados azules y también mariscos, o cereales integrales tipo quinoa o amaranto". El problema habitual del consumo de productos lácteos se refiere, sobre todo, a cómo los digerimos. Las leches vegetales se digieren mejor pero si no hemos tenido ningún malestar o contratiempo de salud con estos. Manuela Verdejo nos señala que la ingesta correcta es de "unas 140 calorías por taza o dos raciones de lácteos al día".
2. ¿Leches enteras o desnatadas? ¿Todas las de origen animal son iguales?
Las grasas que contienen estos productos son perjudiciales para nuestro organismo. La mejor opción será comprar leche "con menos grasa, es decir la descremada". Por otra parte, la de vaca es la más grasa y hay otras que no lo son tanto como las de oveja o las de cabra.
3. ¿Menos ingesta a mayor edad?
Todo consiste en cómo vayamos tolerando este producto según pase el tiempo. Si las digestiones resultan más pesadas o más lentas, debemos reducir su consumo, pero siempre a expensas de nuestras propias sensaciones. Lo mismo ocurre con cualquier alimento, sea del tipo que sea.
4. ¿Cuáles son los sustitutos de los lácteos?
Dependiendo para qué producto lácteo, el sustituto puede ser uno u otro. "Para los desayunos puede ir muy bien una bebida vegetal de almendras, por su gran aporte de calcio, con algo de avena, salvado de trigo, frutos rojos, etc… tipo porridge. En otras horas, puedes cambiar la leche por fermentados como el kéfir (mejor de cabra) o el yogur en la merienda, y el queso (sobre todo si es curado) por el tofu en la cena", nos indica la experta.
5. ¿Carencia de calcio?
Los productos lácteos contienen calcio pero no son los únicos. Hay otros productos como los frutos secos, el pescado azul o las espinacas que son ricos en ello. Por tanto la respuesta es no, no implica la carencia de calcio el dejar de consumir productos lácteos
6. ¿Moda o realidad?
Manuela Verdejo declara, "supongo que en determinados caso así será, pero hay muchas personas que no toleran bien la leche y necesitan buscar un sustitutivo, además de que cada vez hay un mayor interés por la nutrición y nuestro propio bien estar."
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