El VI Congreso Internacional de Medicina Ambiental, organizado por las fundaciones Alborada y Vivo Sano en Alcobendas (Madrid), ha concluido este último fin de semana con un llamamiento unánime de los médicos y demás expertos en salud para reducir la emisión de contaminantes físicos y químicos que afectan a nuestra salud a fin de limitar y mitigar el impacto de las Enfermedades Ambientales. Consideran, además, que ha de hacerse un esfuerzo mucho mayor tanto en la prevención como en la investigación de terapias. A continuación os apuntamos unos datos sobre la toxicidad y las enfermedades ambientales que pueden ser de vuestro interés:
- Desde 1965 se han creado cuatro millones de compuestos químicos diferentes de los que unos 100.000 se producen y comercializan actualmente. Un buen número de ellos son tóxicos y solubles en grasa, por lo que tienden a acumularse en el tejido graso. Por su parte, la eclosión de la telefonía móvil y otros muchos aparatos que emiten radiaciones han disparado una contaminación electromagnética cuyos efectos nocivos empiezan a ser reconocidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
- El efecto de la alta toxicidad en el ambiente y en los alimentos y el agua ha generado una variedad de enfermedades que comparten características bioquímicas. Sensibilidad Química Múltiple (SQM), Fibromialgia, Fatiga Crónica, Parkinson, Alzheimer, Esclerosis Múltiple, Síndrome de Colon Irritable, asma, autismo, hiperactividad, ELA (Esclerosis Lateral Amiotrófica), algunas esquizofrenias, epilepsia y otras dolencias han disparado el número de afectados en las últimas décadas. No podemos olvidar el cáncer y la relación con la cantidad de sustancias carcinógenas que usamos constantemente.
- Sólo las enfermedades de sensibilización central podrían estar afectando en diversos grados a entre un 15 y un 20% de la población en los países desarrollados.
- La medicina ambiental y la medicina integrativa ofrecen un nuevo campo de información para el éxito en el tratamiento de un gran número de patologías.
- Es urgente conocer los protocolos de la medicina ambiental que llevan aplicándose durante más de 30 años a cientos de miles de pacientes en todo el mundo con muy buenos resultados. El mejor tratamiento, sin embargo, es la prevención de la exposición a tóxicos y radiaciones, en muchos casos, cambiando de residencia o lugar de trabajo.
¿Conocéis a alguien con algún tipo de enfermedad originada por la toxicidad en el ambiente?
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