“El dolor es actualmente el mayor problema de salud en Europa”, según el profesor Giustino Varrasi, presidente de la EFIC (European Federation of IASP -International Association for the Study of Pain- Chapters). Además opina que “aunque el dolor agudo puede ser considerado como un síntoma de una enfermedad o de una lesión, el dolor crónico es algo más y debe considerarse como una enfermedad por sí misma”.
“El dolor es una de las causas más frecuentes de visita al médico” ha declarado Varrassi. “Los datos más recientes muestran que muchos de los pacientes que sufren dolor, no reciben el tratamiento adecuado porque no está reconocido como un problema de salud importante por los sistemas sanitarios nacionales”.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estimó recientemente que aproximadamente un 80% de la población mundial no tiene acceso o éste es muy limitado a tratamientos para hacer frente al dolor moderado-severo. Asimismo, señaló que cada año unos 10 millones de personas en todo el mundo (incluidos los pacientes oncológicos y los enfermos con VIH/SIDA) al final de sus vidas sufren dolor sin recibir un tratamiento adecuado.
Además las estadísticas son poco alentadoras. Cerca de un 20% de los pacientes que experimentan un dolor crónico pierden su trabajo por ello y un 13% deben cambiar de empleo o de responsabilidad laboral por esta causa.
En contrapartida, nuestro país es uno de los más avanzados con respecto al abordaje del dolor. Gracias a la iniciativa Hospital Sin Dolor, promovida por el Hospital Universitario La Paz de Madrid, se han distribuido unas 5.000 escalas de dolor estandarizadas entre todo el personal sanitario del centro. Esto posibilita una rápida y eficaz evaluación del dolor en todos nuestros enfermos, siendo un parámetro más de investigación y tratamiento en cualquiera de nuestras intervenciones.