Un estudio revela cómo las creencias espirituales afectan la salud física y mental.
Las personas que creen que Dios los ama y perdona tienen una mejor salud mental, según este nuevo estudio.
Por el contrario, los que tienen creencias espirituales negativas tienden a tener peor salud mental.
Las creencias espirituales negativas incluyen la creencia de que Dios te está castigando, o la sensación de sentirse abandonado.
El Profesor Brick Johnstone, uno de los autores del estudio, dijo:
“En general, cuanto más religioso o espiritual sea, más sano es usted, lo cual tiene sentido.
Pero para algunas personas, incluso si tienen siquiera el menor grado de espiritualidad negativo – por ejemplo, cuando las personas creen que son malas porque han hecho mal y Dios los está castigando – su salud es peor “.
Este estudio se realizó sobre una muestra de alrededor de 200 personas con diferentes condiciones de salud.
Entre las dolencias de los participantes, algunos eran enfermos de cáncer, otros de lesiones cerebrales y otros estaban sanos.
Se dividió a la muestra en dos grupos:
Los de espiritualidad positiva: quienes se sentían amados y aceptados por un poder superior.
Los de espiritualidad negativa: quienes se sentían abandonados y castigados por un poder superior.
Aquellos con espiritualidad negativa reportaron sentir más dolor y tener peores condiciones de salud.
Incluso pequeñas cantidades de espiritualidad negativa demostaban estar vinculadas a los niveles más bajos de la salud.
El Profesor Johnstone dijo:
“Investigaciones anteriores demostraron que alrededor del 10% de las personas tienen creencias espirituales negativas; por ejemplo, la creencia de que si no hacen algo bien, Dios no los amará”.
El estudio concluye en que los pensamientos religiosos del tipo: “Dios no me apoya” o “¿Qué tipo de esperanza me queda?” empeora notablemente la calidad de la salud en las personas, mientras que, cuando las personas creen firmemente que Dios las ama y las perdona a pesar de sus deficiencias, consiguen una mejoría significativa de su salud.
Este estudio está en inglés, se puede descargar en el siguiente enlace
http://www.tandfonline.com/doi/full/10.1080/19349637.2015.1023679