Hay personas que prefieren ducharse por la noche para poder meterse entre las sábanas totalmente limpios, mientras que otras no saben salir de casa si no se sumergen en agua y jabón cada mañana. Sea como sea, la ducha diaria es un hábito que, según un estudio realizado por la empresa de griferías Grohe, "llevamos a cabo más del 80% de los españoles".
Los grifos de hidromasaje, el diseño cada vez más cuidado de algunas bañeras y duchas, y la moda de los geles aromáticos y terapéuticos han hecho de nuestra higiene diaria, un instante "íntimo de disfrute y de relax", convirtiéndose en uno de los mejores momentos del día.
La higiene por encima de todo
El aseo personal es prácticamente imprescindible. Ya sea por motivos de salud o de belleza, la higiene diaria es un acto que no podemos pasar por alto. En el estudio que ha llevado a cabo Grohe, se destaca el hecho de que a la mayor parte de los españoles "nos encanta el momento de la ducha", y que éste suele tener una duración de "5 a 10 minutos" y sólo dura más de 10 minutos cuando lo que buscamos es más un poco de relajación.
Este último dato va muy unido a que estamos muy concienciados con la necesidad de ahorrar agua y quizá por ello sea una realidad el que cada vez más casas vienen equipadas con un plato de ducha que sustituye a la tradicional bañera. Los diseños, cada vez más funcionales, han hecho que la ducha se consolide entre nuestras preferencias.
Una vez bajo los chorros del agua, este estudio pone de manifiesto que la utilización de un gel de ducha y de un champú son los básicos para nuestra higiene. Otros accesorios no se quedan atrás, como la esponja "que es empleada por más del la mitad de la población". Con un menor porcentaje, encontramos "el uso de un acondicionador y de un guante exfoliante".
Un momento íntimo
Siguiendo los datos de la encuesta realizada por esta empresa de griferías, además de la necesidad de higiene, también nos solemos duchar por placer y para relajarnos. Un buen ejemplo de ello es que más de la mitad de los españoles lo hacemos también al llegar del trabajo o, simplemente, cuando estamos cansados. Sin duda, buscamos bienestar cuando nos metemos en la bañera y esto hace que nos incomode "no poder regular correctamente la temperatura del agua", lo que nos lleva en ocasiones a quemarnos cuando está excesivamente caliente.Pero, sobre todo, lo que más nos gusta cuando nos duchamos es esa intimidad que nos lleva
a "abstraernos y desconectar de la rutina", afirman los datos obtenidos por Grohe. No obstante, también aprovechamos estos minutos para "planificar la jornada, pensar en el trabajo o en la familia". La búsqueda de ese momento personal hace que nos resulte especialmente incómodo que alguien entre en el baño mientras que nos duchamos y que prefiramos hacerlo solos y con la puerta cerrada.
Entrando en el aspecto más divertido, muchas son las personas que aprovechan el sonido de los chorros de agua para entonar una canción. Según la encuesta, es "una de las principales actividades que se llevan a cabo en la ducha, siendo el pop español la música preferida para tararear". Sea como sea, parece ser que los españoles nos tomamos muy en serio el disfrutar de nuestra higiene diaria.