De acuerdo a las estadísticas, en Estados Unidos el cáncer de colon es la cuarta patología más común y la segunda causa de muerte relacionada con el cáncer. Desde hace tiempo, se han venido realizando algunas investigaciones con la espinaca, a fin de combatir esta enfermedad.
Según investigaciones recientes, este alimento de origen vegetal podría ser la solución para el tratamiento y prevención de cáncer de colon.
Gioconda, una seguidora de Puerto Rico, es una mujer de 65 años, quien actualmente vive sola con su esposo, pues hace dos años, su último hijo soltero se casó y se estableció en Estados Unidos. Eso para ellos, significó una oportunidad de compartir y cuidarse cada día más mutuamente.
Ella me comentaba, que a su esposo desde siempre le ha preocupado la salud de su sistema digestivo. Esto se debe, a que él ha sido propenso a padecer de estreñimiento. Gioconda me contactó, debido a que su esposo desde hace años cree que puede llegar a contraer cáncer intestinal.
De hecho, ella me comenta que su nerviosismo baja un poco cuando se realiza ciertas pruebas y estas salen negativas. Por ello, quería saber si existen formas alternativas que su esposo pudiera implementar para prevenir esta enfermedad.
No hay condición sin inflamación
Es un lema que constantemente repito puesto que las condiciones crónicas de bajo grado son producto de una inflamación que afecta al organismo. Esto a la vez procede de la malabsorción de los alimentos. Por eso es sumamente importante conocer la importancia del proceso digestivo y que todo lo que se lleva a la boca tiene una consecuencia posterior.
Los alimentos pasan del esófago al estómago, el cual debe tener un pH ácido de 1 a 2 para poder descomponer los alimentos y pasen al intestino. El tubo digestivo por donde atraviesan los alimentos debe estar sellado, solo abriendo y cerrando compuertas para los alimentos ya procesados que vienen del estómago.
Los azúcares, las harinas y los alimentos procesados son los principales causantes de la inflamación y de que ese tubo intestinal se debilite, desarrollando el intestino permeable. Evitar la inflamación es prevenir una condición. Más adelante hablaré del intestino permeable y su relación con el cáncer intestinal.
Para apoyar la solicitud de Gioconda, preparé para ella un material donde le expuse acerca de cómo prevenir el cáncer de colon. Le incluí además ciertos comentarios acerca de investigaciones actuales, que integran las pruebas realizadas con espinaca. Dado lo novedoso del tema y su importancia para la salud, decidí compartirlo con vosotros
Generalidades acerca del funcionamiento del colon y las bacterias benéficas
Explicado de forma práctica y sencilla podemos decir, que el colon y el recto son las partes finales del sistema digestivo. Durante el proceso de digestión, los nutrientes contenidos en los alimentos son liberados en el estómago. De allí pasan al intestino delgado donde se produce la digestión final y la absorción de los nutrientes.
No obstante, durante el proceso de digestión hay alimentos que no son digeridos ni absorbidos, estos pasan al intestino grueso (o colon) y luego al recto, para ser finalmente excretados.
Se puede afirmar, que el colon actúa a manera de almacén de los residuos no digeridos. Sin embargo, a nivel del colon por efecto de las bacterias benéficas se produce un tipo de digestión, que permite digerir la fibra.
De acuerdo a los investigadores, estas bacterias han tomado como hábitat natural nuestro intestino. Este proceso posee miles de años de adaptación, por ello, muchas de estas bacterias no prosperan naturalmente fuera del mismo.
En el intestino, dichas bacterias poseen tres funciones primordiales. A saber:
Nutrición y metabolismo
Dentro de dichos procesos destaca la fermentación de carbohidratos complejos. A manera de ejemplo, se pueden mencionar las fibras presentes en cereales, verduras y frutas. Además de ello, se incluyen también la inulina, presente en ciertas hortalizas y frutos como ajo, puerro, alcachofa, cebolla, plátano, achicoria y batata.
Mediante la fermentación de estos carbohidratos las bacterias benéficas generan ácidos grasos de cadena corta, que son empleados como fuente de energía por las células que recubren el intestino grueso o pasan al torrente circulatorio, alcanzando diversos órganos. Se sabe además que estas bacterias favorecen la producción de vitaminas del grupo B y vitamina K.
Protección
De acuerdo a los expertos, recién comienzan a comprenderse los mecanismos a través de los cuales la microbiota ejerce respuestas inmunitarias contra los patógenos. Se sabe que la microbiota está compuesta por microorganismos y éstos suelen adherirse sobre la pared intestinal. De esta forma no permite la ocupación por parte de los microorganismos dañinos.
A su vez, la disponibilidad de nutrientes en ese ambiente permite la utilización eficaz de los mismos por parte de la microbiota. Esto bloquea el empleo de nutrientes para otros microorganismos, en este caso los que causan enfermedades.
La microbiota también logra estimular los receptores de la inmunidad innata y esto tiene un efecto directo sobre el sistema inmunológico. Asimismo, ciertos componentes de la dieta estimulan la producción de ácidos grasos de cadena corta. Se sabe que este tipo de ácidos grasos, promueve el desarrollo de células del sistema inmune.
Además, producen un compuesto denominado bacteriocina, que poseen efectos letales contra los patógenos.
Proliferación y diferenciación
Las bacterias intestinales benéficas también pueden controlar la producción y especialización de las células de la mucosa intestinal. De acuerdo a muchos estudios, se ha observado que una disminución de la población de la microbiota interfiere en el adecuado funcionamiento de la mucosa o epitelio intestinal.
De hecho, la exposición a medicamentos antibióticos o infecciones intestinales, producen una disminución de la microbiota. Esto genera una serie de efectos negativos, que logran atrofiar la estructura de la barrera mucosa intestinal.
Observaciones como esta han permitido que, los investigadores confirmen una asociación positiva entre el adecuado desempeño de esta mucosa y los productos generados por ella como las inmunoglobulinas.
Específicamente la inmunoglobulina A, se considera la más abundante en la mucosa intestinal. Su papel es determinante como primera defensa frente a toxinas y colonización realizada por patógenos.
Vale destacar, que las capas de moco y el epitelio constituyen las estructuras más importantes de la barrera intestinal. Así, en la superficie externa del colon, se encuentra una capa de moco abundante en bacterias benéficas y moléculas producidas por ellas.
¿Existe relación entre el intestino permeable y el cáncer intestinal?
Comúnmente el término “intestino permeable” es empleado para referirse a la movilización anormal de moléculas de gran tamaño desde el interior del intestino a las vellosidades. También se emplea, para referirse a la absorción excesiva de dichas moléculas desde el interior intestinal al torrente sanguíneo.
De acuerdo a los expertos, el colon posee cuatro capas que lo conforman, siendo la más interna la denominada mucosa. Ella, constituye la capa por la que viajan los alimentos no digeridos, o bien los que se encuentran en fase de digestión bacteriana. Muchos estudios han revelado, que precisamente es en esta mucosa donde se forma el adenocarcinoma, el tipo de cáncer más frecuente en el colon.
Esto está muy asociado por la exposición frecuente de estas células a las toxinas provenientes de ciertos alimentos. Además de ello, es la zona donde ejercen sus efectos las bacterias patógenas, asimismo es una zona de gran desgaste mecánico. Es decir, en esta zona las células atraviesan con gran frecuencia un proceso de reemplazo.
Se ha detectado, que muchas veces en el proceso de reemplazo se producen ciertos errores en los genes. Este efecto, puede desencadenar una multiplicación poco controlada de células anormales, lo cual se traduce en la presencia de cáncer.
¿Cómo prevenir el cáncer de colon?
Según la ACS (Sociedad Americana del Cáncer ), el cáncer colorrectal es uno de los más comunes en Estados Unidos. De acuerdo a las estadísticas, se estima que uno de cada veinticinco personas en Estados Unidos desarrollará un cáncer de colon o de recto en algún momento de su vida.
Aún así, es importante realizar algunas acciones sencillas, que están en nuestras manos y pueden reducir los riesgos. Dentro de ellas destacan:
1. Practicar las pruebas de detección
Mediante estas pruebas, es posible confirmar la presencia de cáncer antes de que aparezcan los síntomas y signos. Se ha logrado observar, que una detección temprana permite tener una mayor probabilidad de que los tratamientos hagan efecto. La Sociedad Americana del Cáncer sugiere realizar las pruebas a partir de los 45 años para las personas con un riesgo medio.
Existen ciertas pruebas de cribado colorrectal, que también permiten detectar y eliminar crecimientos precancerosos o pólipos. Según los especialistas, este tipo de crecimiento no son considerados cancerígenos, pero gradualmente pueden transformarse en cáncer. Por ello, se recomienda extirparlos a fin de reducir los riesgos.
2. Realizar ejercicio regularmente
Según estudios realizados con grupos numerosos se ha encontrado que, quienes realizan actividad física presentan menos riesgos de cáncer de colon. De hecho, se ha establecido que presentan entre 40 y 50% menos de riesgo de cáncer de colon. Ello, comparado con personas que no hacen actividad física de forma regular.
Incluso, existe evidencia que quienes se mantienen activos toda la vida son menos propensos a padecer cáncer de colon.
3. Evitar fumar
Según los especialistas, las personas que han fumado prolongadamente poseen más probabilidades de padecer y morir de cáncer de colon, ello en comparación con las personas que no han sido fumadoras.
Dejar a un lado el hábito de fumar, es una idea excelente para prevenir el cáncer. Sin embargo, existe un largo periodo de tiempo antes de que el riesgo disminuya, esto se debe a que existe un periodo de inducción.
Diversos estudios demuestran que, fumar durante la adolescencia se relaciona fuertemente con el cáncer de colon. Observándose un desfase de unos 30 años desde el comienzo de la adicción al cigarrillo y la aparición de adenocarcinomas.
4. Controlar la obesidad
De acuerdo a múltiples investigaciones se ha detectado, que el cáncer de colon se presenta más frecuentemente en personas obesas. Sobre todo, se ha reportado de forma muy consistente un mayor riesgo de cáncer de colon en hombres con índices de masa corporal elevados.
De acuerdo a ciertos estudios se encontró, que las personas obesas poseen una mayor cantidad de bacterias específicas. Sin embargo, mediante una dieta adecuada que incluya pre y probióticos es posible cambiar la proporción de las bacterias y aumentar las que son benéficas con potencial adelgazante.
Esto permitiría disminuir muchos riesgos de enfermedades asociadas a la obesidad. Entre ellas destacan, diabetes, hipertensión arterial, hipercolesterolemia y cáncer de colon.
Practicar una sana alimentación
Limitar el consumo de carnes rojas y procesadas
Incluir en la dieta más frutas, verduras y cereales integrales
Evitar el consumo de bebidas alcohólicas
No consumir alimentos con alto contenido de azúcar.
Comer espinacas ha sido relacionado con la prevención del cáncer de colon
Un estudio reciente del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Texas A&M Health, determinó la relación entre el consumo de espinacas y el cáncer de colon.
Este interesante estudio se publicó en la revista Gut Microbes, mediante esta investigación se exploró la asociación entre la ingesta de espinacas y la salud del colon. Para demostrar esta vinculación los investigadores partieron de estudiar una enfermedad hereditaria del colon, empleando animales experimentales.
Esta enfermedad, es muy común en personas jóvenes y se denomina poliposis adenomatosa familiar. Esta patología, causa una serie de crecimientos no cancerosos o pólipos a nivel del colon. Por lo general, a quienes sufren esta enfermedad se les debe extirpar el colon. Esto se realiza para evitar, que crezcan cientos de tumores que aparecen en la medida que la persona envejece.
Luego de esta cirugía las personas son tratadas con fármacos antiinflamatorios no esteroideos (AINE). El empleo de estos medicamentos impide la formación de más tumores en la primera porción del intestino delgado. Sin embargo, por lo general, este fármaco causa mucha toxicidad.
Uno de los grandes logros de esta investigación, es que el empleo de las espinacas en la dieta ayudaría a prevenir el cáncer de colon. Esto permitiría retrasar la necesidad de extirpar el colon y emplear tratamientos farmacológicos de larga duración.
Cabe destacar, que los investigadores a través de estudios previos habían demostrado la importancia de ingerir vegetales verdes y fibra. Ellos notaron, que su ingesta frecuente es capaz de reducir en un 50% el cáncer colorrectal.
¿Cómo se realizó este interesante estudio?
Para demostrar el efecto beneficioso de la espinaca ingerida en la dieta los investigadores emplearon animales experimentales con poliposis adenomatosa. Estos animales han sido desarrollados genéticamente con el objetivo de estudiar esta enfermedad. Es decir, sirven como modelo experimental para observar cómo funcionaría el tratamiento en seres humanos.
Luego de veintiséis semanas alimentando a los animales experimentales con espinacas, se logró detectar una importante actividad antitumoral en el colon y el intestino delgado. Los investigadores en este estudio emplearon equipos de última generación que permiten estudiar en detalle una serie de pequeñas moléculas.
Estos equipos permiten determinar además, la composición de estas sustancias dentro de las células, tejidos y fluidos del organismo. Este estudio es considerado en la actualidad, el más completo realizado hasta ahora en el contexto de la prevención de cáncer.
En estudios anteriores los investigadores habían centrado su mirada sobre la clorofila, dada su trayectoria examinando sus efectos anticancerígenos.
No obstante, gracias al empleo de estos equipos de última generación se determinó, que no había clorofila. Es decir, los compuestos que verdaderamente causaban efecto beneficioso, eran los ácidos grasos de cadena corta y el ácido linoleico.
Se debe destacar, que además de la actividad antitumoral, los científicos también detectaron un incremento de las bacterias intestinales benéficas. Incluso, se produjeron una serie de cambios genéticos, que permiten la prevención del cáncer y la producción de ciertos ácidos grasos vinculados con la regulación de la inflamación.
Concluyendo
Como se ha podidio ver, se han venido dando pasos firmes para el combate del cáncer de colon. En esta oportunidad, la solución se encuentra prácticamente en nuestras cocinas. Posiblemente todos conocen la espinaca, pero tal vez muchos no la incluyen de forma permanente en la dieta.
Mediante un estudio novedoso se logró establecer la importancia de la microbiota benéfica intestinal, vinculado al consumo de espinaca. De acuerdo a los científicos que participaron, es la primera vez que se hace una descripción tan precisa. Ello permitió establecer sin lugar a dudas, que no era la clorofila la que aportaba efectos benéficos sobre el cáncer de colon.
Así, se logró detectar que los ácidos grasos de cadena corta y el ácido linoleico, poseen efectos anticancerígenos. Una gran ventaja es que esto se logra de forma natural solo incrementando la ingesta de espinaca.
De hecho, uno de los investigadores de este importantísimo estudio afirmó, que no debe postergarse el consumo de la espinaca. Debido a que es una excelente alternativa preventiva natural y al alcance de la mayoría.
A Gioconda le alegró mucho la información recibida, la cual es la que comparto en el post. Para ella, no hay medias tintas y en común acuerdo con su esposo, no se debe despreciar la oportunidad de mantenerse sanos. Sobre todo porque es una alternativa natural, que aunque recién comienza a profundizarse, desde siempre ha sido vinculada con una buena salud.
Ella bromeó conmigo y me comentó, que su esposo se tomó la investigación tan en serio que ella cree, que solo Popeye come más espinacas que él. Una broma digna de mi gente querida de Puerto Rico.
“Creemos que comer espinacas también puede ser protector para las personas que no tienen poliposis adenomatosa familiar () No hay que esperar a que aparezcan pólipos para empezar a hacer este tipo de cosas preventivas y cuanto antes, mejor”
Dr. Roderick Dashwood
Director del Centro de Epigenética y Prevención de Enfermedades
Instituto de Biociencias y Tecnología de la Salud de Texas A&M
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Referencias:
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5411786/
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5311919/
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC8305009/
https://www.cancer.org/latest-news/six-ways-to-lower-your-risk-for-colon-cancer.html
https://today.tamu.edu/2021/09/22/eating-spinach-could-protect-against-colon-cancer-texas-am-study-says/
https://www.medicalnewstoday.com/articles/spinach-reduces-colon-cancer-risk-study-explores-how
https://extension.psu.edu/cut-cancer-risks-with-spinach
https://www.medicinenet.com/colon_cancer/article.htm
https://training.seer.cancer.gov/colorectal/intro/