El sol es imprescindible para la supervivencia de nosotros los seres humanos y muchas veces nosotros no sabemos apreciarlo. Escapamos de él sin saber que este puede aportarnos varios beneficios en la salud y el cuerpo.
Muchas personas se exponen a largos lapsos de tiempo al sol con el único fin de obtener un beneficio estético (el bronceado), pero ¿puede la salud de nuestro cuerpo salir tambien beneficiada? Por supuesto que si, claro si sabemos a qué hora tomarlo y cuanto tiempo hacerlo.
¿Cuánto tiempo y a qué hora?
A la hora de tomar el sol las personas se preguntan ¿Me quemaré? ¿Puede mi piel desarrollar enfermedades en un futuro a causa de la exposición?, a continuación responderemos a tus preguntas.
Se dice que con el fuego y el agua no se juega, y es totalmente cierto. Exponerse al sol durante mucho tiempo puede causar quemaduras en la piel, y por eso según especialistas una exposición al sol como máximo 30 minutos es bastante recomendable.
Según algunos estudios estar en el sol durante demasiado tiempo a determinada hora puede ser una de las causas de futuras enfermedades de la piel; como el cáncer y por eso debemos saber a qué hora tomar el sol ya que también es un factor muy importante para poder recibir adecuadamente todos sus beneficios. Según recomendaron varios dermatólogos el horario adecuado para exponerse al sol es durante la mañana antes de las 10 horas y durante la tarde a eso de las 16 horas.
También es importante recordar que antes de exponernos al sol siempre debemos aplicarnos nuestro bloqueador solar para protegernos de los rayos UV.
6 beneficios de tomar el sol
Huesos y dientes: Una exposición al sol de 5 a 10 minutos al día favorece a la salud de los huesos y dietes ¿por qué?, porque estimula la producción de vitamina D en el cuerpo, esta vitamina es un nutriente que ayuda al cuerpo a absorber el calcio que fortalece los huesos y dientes, además contribuye al correcto funcionamiento de las células y el organismo.
Si bien esta vitamina al igual que muchas otras la podemos obtener en los alimentos, la vitamina D tiene la característica de producirse cuando la piel tiene un precursor que precisamente lo da el sol.
Sistema inmunológico: El sol refuerza el sistema inmonológico protegiéndonos de diversas enfermedades como las alergias y catarros. La luz solar es un excelente estimulante para la producción de glóbulos blancos, estos intervienen en la defensa del organismo contras sustancias extrañas o agentes infecciosos.
Estado de ánimo: La relación entre un día soleado y el buen estado de ánimo no es una coincidencia. Los filtros UV a través de la retina estimulan la producción de un neurotransmisor llamado serotonina; este neurotransmisor está relacionado con la sensación de bienestar en el cuerpo e interviene en la regulación del sueño y la temperatura corporal.
Acné: La exposición al sol reduce la producción de grasa en la piel, por lo que ayuda a las pieles que sufren de problemas cutáneos como el acné y la psoriasis (escamas blancas en la piel).
Colesterol: Se ha comprobado que el sol disuelve las grasas en el cuerpo. Las personas que viven en un país donde hay más sol durante todo el año tienen menos probabilidades de padecer enfermedades relacionadas con el sistema circulatorio y el corazón.
Al parecer los rayos UV actúan en el cuerpo ayudándolo a metabolizar mejor las grasas, evitando así que se pegue en las paredes de las arterias. Además en verano las personas suelen consumir menos comida.
Cáncer: Suena contradictorio pero el sol sí puede ayudar a prevenir algunos tipos de cáncer. Esto esta relacionado con la vitamina D que el cuerpo produce con la exposición solar, ésta actúa protegiendo al cuerpo de algunos tumores que pueden llegar a aparecer en determinadas zonas del cuerpo.
En los países del Norte existe una mayor cantidad de personas con cáncer de mama, la falta de luz solar puede ser un factor en su aparición. El cáncer de vejiga, colón, mama, próstata y estómago son los padecimientos que la moderada exposición a la luz solar puede ayudar prevenir.