A pesar de todos los esfuerzos realizados por organismos e instituciones, la malaria constituye un problema de salud pública importante. Esto se observa sobre todo en países tropicales, sin embargo, estudios recientes demuestran que el cambio climático puede favorecer su transmisión en países templados.
Muchos medicamentos empleados para controlar esta enfermedad acarrean consecuencias adversas, de allí la importancia de contar con ciertas alternativas naturales que pueden emplearse en casa.
De esta enfermedad, que anualmente afecta a muchas personas alrededor del mundo, les voy a hablar a solicitud de Elena, una seguidora de México. Ella me comentaba, que a finales del 2021 su esposo viajó a Panamá por motivos de trabajo. Luego de dos semanas de haber regresado de ese país, comenzó a sentir escalofríos, mucha fatiga y también presentó fiebre.
Enseguida fue llevado a consulta médica y luego de ciertas evaluaciones sanguíneas, se detectó que tenía malaria. Inmediatamente el médico le prescribió una serie de fármacos para combatir esta enfermedad. No obstante, Elena me comentó que su esposo a consecuencia de las medicinas, presentó zumbido en los oídos e incluso episodios de sordera que luego desaparecieron.
En vista de esta situación, Elena decidió contactarme a fin de que le asesorara con respecto a algunas alternativas que no dañaran la salud. De inmediato honré su solicitud y le envié información acerca de algunas opciones naturales. Le incluí además una descripción general de cómo se contrae la malaria.
Le destaqué la importancia de emplear estas opciones a fin de erradicar completamente el parásito en su esposo.
En muchos países es frecuente la presencia de la malaria y aunque en otros lo sea menos, podemos contagiarnos. Un clásico ejemplo son los viajes, bien de trabajo o placer. Por ello, consideré importante compartirlo en mi página.
Hablando acerca de la malaria
De acuerdo a la OMS, esta enfermedad es causada por un protozoario parásito del género Plasmodium. Este parásito se transmite cuando la hembra infectada del mosquito Anopheles pica a una persona. Se conocen cinco especies de parásitos, que pueden causar malaria en el ser humano.
Dentro de las más peligrosas destacan, el Plasmodium falciparum, considerado el parásito de la malaria más frecuente en África. A su vez, destaca también el Plasmodium vivax, hasta ahora el que se presenta más frecuente en la mayoría de los países fuera del continente africano. Este parásito, requiere de dos huéspedes para completar completamente su ciclo vital.
Durante la primera etapa, el Plasmodium infecta a la hembra del mosquito Anopheles, específicamente su tubo digestivo y glándulas salivales. En el momento en que este mosquito hembra pica a una persona, el parásito sale de sus glándulas salivales y se inocula en su torrente sanguíneo.
El parásito ingresa bajo una forma denominada esporozoito, la cual crece y se multiplica en las células del hígado. Allí adopta una nueva forma denominada esquizonte, la cual se multiplica y produce una estructura conocida como merozoito.
En cada célula hepática infectada se podría llegar a producir diez mil a treinta mil merozoitos. Ellos al salir del hígado provocan la ruptura de las células y pueden continuar desarrollando su ciclo biológico asexual en los glóbulos rojos.
Así, cuando un mosquito hembra nos pica para alimentarse, ingiere estas células, las cuales se unen en su intestino y forman el esporozoito. Este se traslada, a las glándulas salivales después de unas dos semanas y nuevamente comienza el ciclo de infección cuando el Anopheles hembra llega a picar nuevamente.
¿Es posible combatir la malaria empleando plantas medicinales?
De acuerdo a la OMS, la malaria causa entre 300 y 350 millones de casos clínicos cada año, con una tasa de mortalidad correspondiente de 2 a 3 millones de muertes en todo el mundo.
Hasta donde se conoce, esta enfermedad obstaculiza el desarrollo socioeconómico en los países endémicos, especialmente en África. De acuerdo a la OMS, constituye el 10% de la carga total de enfermedades de este continente. Además de ello, consume el 40% del gasto sanitario y del 30 al 50% de los casos de hospitalización.
Afortunadamente, casi la totalidad de fármacos antipalúdicos convencionales se han derivado de plantas o de estructuras modeladas a partir de compuestos derivados de plantas. Esto nos indica, que se debe pensar en un uso terapéutico de aquellas plantas debidamente documentadas con efectos antipalúdicos.
Esto permitiría el empleo de recursos botánicos accesibles a muchas personas y permitiría aliviar la carga por concepto de fármacos costosos e inaccesibles para una gran mayoría en estos países en vías de desarrollo.
Algunos de ellos se muestran a continuación.
1. Albahaca morada o tulsi
La investigación moderna ha revelado, que esta planta conocida en Asia como tulsi puede contrarrestar los efectos de muchos patógenos que atacan al hombre, además de potenciar el sistema inmunitario. Esta capacidad se arrebuye a sus elevados contenidos de compuestos fenólicos, en especial el eugenol.
De acuerdo a estudios experimentales realizados se ha determinado, que el tulsi puede mejorar el desempeño del sistema inmunológico. Por ello, se emplea en diversas medicinas tradicionales como la Ayurvédica de la India, en el tratamiento de diversas dolencias. Entre ellas destacan tuberculosis, cólera, leishmaniasis, herpes, fiebre tifoidea, infecciones del tracto urinario y neumonía.
Se incluyen también, diversas enfermedades transmitidas por mosquitos, como filariasis, dengue y malaria.
Posee propiedades antimicrobianas (puede combatir diversos microorganismos: bacterias, parásitos intestinales, virus, hongos y protozoarios). Asimismo, es antiinflamatorio, antidiarreico, antioxidante, hepaprotector, neuroprotector, antidiabético, antitusígeno, antiespasmódico, anticoagulante, antiemético, antipirético, analgésico, antiasmático y antihipercolesterolémico.
Incluso algunos estudios mencionan su capacidad como quimiopreventivo, antialérgico, adaptógeno y repelente de mosquitos.
¿Cómo realizarlo?
Colocar una taza de agua filtrada en un recipiente mediano y llevarlo al fuego
Retirarlo del fuego y añadir media cucharadita de hojas de tulsi deshidratadas o una cucharadita de hojas frescas
Colocar una tapa y deja infundir por diez minutos
Beber aún tibio
Realizar este procedimiento tres veces al día.
Nota
No se aconseja su ingesta en personas diabéticas, tampoco en mujeres embarazadas o en periodo de lactancia. No debe emplearse en niños menores de diez años, quienes toman ansiolíticos, anticoagulantes o medicamentos para la tiroides.
2. Canela
Al igual que la albahaca morada, la canela es utilizada desde hace siglos en la medicina Ayurvédica de la India. Posee potentes efectos antinflamatorios, antimicrobianos y antioxidantes. Además de ello, integra efectos termogénicos que permiten el control de los estados febriles asociados a la malaria.
Es también capaz de controlar el parásito que produce la malaria y evitar que el mismo incremente su población.
¿Cómo realizarlo?
Verter una taza de agua filtrada en un recipiente mediano
Llevar al fuego y cuando comience a hervir, colocar aproximadamente una pulgada de corteza de canela
Dejarlo hervir a fuego lento durante unos cinco minutos
Colar y dejar reposar unos diez minutos hasta que esté tibio
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Beber esta decocción dos veces al día.
Nota
No debe emplearse en mujeres embarazadas, en período de lactancia o niños meneores de diez años.
3. Perejil
Esta conocida planta utilizada en diversos platos de la gastronomía de muchos países posee ciertas propiedades, que hacen que se emplee con cierta frecuencia en el tratamiento del paludismo. Gracias a estos efectos depurativos comprobados muy asociados a la desintoxicación del hígado, se debe su empleo en el tratamiento de la malaria.
Es bueno recordar, que el parásito de la malaria se reproduce inicialmente en el hígado y deteriora las células del mismo. Se ha observado, que el perejil favorece la desinflamación del hígado, actuando como un hepatotector.
¿Cómo realizarlo?
Agregar un litro de agua filtrada en un recipiente mediano
Añadir media cucharadita de hojas deshidratadas
Llevar a ebullición y cocinar a fuego lento hasta que el volumen de agua se reduzca a la mitad
Colar y beber unos veinte mililitros (centímetros cúbicos) de esta decocción en ayunas.
Nota
No debe administrarse en mujeres embarazadas.
4. Cúrcuma y pimienta negra (leche dorada)
Esta antigua especia del sudeste asiático ha sido empleada durante siglos como tinte y condimento. De acuerdo a los estudios, posee una sustancia bioactiva denominada curcumina con propiedades antimicrobianas, antiinflamatorias, antioxidantes, anticancerígenas, hepato y nefroprotectoras.
Se ha establecido además, que la curcumina presenta una potente actividad contra ciertos parásitos. Entre ellos destacan: Trypanosoma cruzi, Schistosoma mansoni, Leishmania, Cryptosporidium parvum y Giardia lamblia. Asimismo, es capaz de controlar varias especies de Plasmodium.
Cabe destacar, que la pimienta negra es utilizada como medicina antipalúdica tradicional el sur de Italia y en India. Principalmente cuando se presenta fiebre periódica y hepatomegalia (agrandamiento anormal del hígado). El principal compuesto activo de la pimienta es la piperina, utilizada con frecuencia en la India para tratar la artritis, cólera, trastornos digestivos, diversos tipos de cáncer y asma.
¿Cómo realizarlo?
En un recipiente mediano, añadir una taza de leche de coco orgánica o una taza de leche de almendras sin azúcar
Agregar media cucharadita de cúrcuma en polvo y una pizca grande de pimienta negra recién molida
Añadir una cucharadita de jengibre fresco recién molido y una pizca de canela en polvo
Si se desea, se puede añadir media cucharadita de miel orgánica
Batir o emplear una licuadora para mezclar todos los ingredientes
Llevar a estufa a fuego medio alrededor de quince minutos y cocinar sin que llegue a hervir
Dejar reposar por diez minutos y beber aun tibio.
Nota
Se recomienda no consumir más de una porción al día para evitar efectos secundarios por exceso de curcumina. No debe administrarse en mujeres embarazadas ni en niños menores de diez años.
5. Naranja
Este singular fruto, ha sido empleado con éxito en el tratamiento de la malaria, dado sus altos contenidos de flavonoides, vitamina A, folato, hierro, calcio, potasio y ácido ascórbico (vitamina C). De acuerdo a la experiencia de la medicina Ayurvédica, la malaria puede combatirse con la naranja entre las comidas.
Se ha observado, que favorece la reducción de la fiebre y refuerza el sistema inmunológico.
Incluso se puede preparar una decocción con la corteza de la naranja, que posee además de elevados contenidos de vitamina C y B6, es rica en polifenoles. Estos compuestos permiten controlar la fiebre y el parásito de la malaria.
¿Cómo realizarlo?
Lavar muy bien dos naranjas orgánicas mediana
Extraer la corteza y reservarla
Exprímelas y reserva el zumo
Añade dos tazas de agua filtrada en un recipiente mediano
Llevarlo al fuego y agrega las cortezas de naranja
Cocinar a fuego lento hasta que se reduzca a la mitad
Colar y beber caliente
Realizar este procedimiento una vez al día
Nota
No administrar en mujeres embarazadas y niños menores de diez años
Concluyendo
Como se pudo ver, existen enfermedades que necesitan de dos huéspedes para cumplir su ciclo. Una de ellas es la malaria, enfermedad que causa estragos en diversos países, en especial los africanos. Esto se debe a la agresividad del parásito existente en esas latitudes.
La malaria o paludismo es considerada una enfermedad, que debe ser manejada con prudencia, sobre todo en estas últimas décadas. Esto se menciona debido a la intensificación del cambio climático, que incluso ha permitido ciertos brotes de paludismo en países templados.
Afortunadamente existen algunas plantas, que han sido empleadas desde hace siglos en el control de los efectos de la malaria. Ellas han sido debidamente identificadas y estudiadas, siendo consideradas actualmente como herramientas valiosas para el control de la malaria de una forma natural. Dentro de esas alternativas destacan la naranja, cúrcuma, pimienta negra, canela, perejil y albahaca morada.
Para Elena el material recibido, el cual comparto en el post, significó mucho para ella y su esposo. Me comenta, que hasta ahora casi no se había interesado en aprender acerca de esta enfermedad. Sin embargo, leyendo el material, comprendió la alta peligrosidad de este parásito.
Y precisamente su esposo decidió complementar su tratamiento empleando todas estas alternativas. No obstante, decidió mantener por un tiempo la canela y la albahaca morada (tulsi). Me alegró mucho poder realizar un pequeño aporte, que podría significar una vida plena para Elena, su esposo e hijos.
“El tulsi se recomienda como tratamiento para una serie de afecciones como la ansiedad, tos, asma, diarrea, fiebre, disentería, artritis, enfermedades oculares, otalgia, indigestión, hipo, vómitos, trastornos gástricos, cardíacos y genitourinarios, dolor de espalda, enfermedades de la piel, tiña, picaduras de insectos, serpientes y escorpiones y la malaria”
Dr. Marc Maurice Cohen
Universidad RMIT, Victoria, Australia
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Referencias:
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC527695/
https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/15971558/
https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/20382213/
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4296439/
https://www.hindawi.com/journals/jtm/2021/9135617/
https://scialert.net/fulltext/?doi=ijp.2008.60.63
https://www.cdc.gov/malaria/about/biology/index.html
https://www.who.int/news-room/fact-sheets/detail/malaria
https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0378874110002151?via%3Dihub
https://www.ijser.org/paper/MALARIA-TREATMENT-THROUGH-NATURE.html
https://www.pbs.org/wnet/peril-and-promise/2019/07/new-research-shows-malaria-can-spread-in-cooler-climates/