¿Qué diferencia la gente efectiva de la que no lo es? ¿Qué hacen distinto del resto de los mortales?
Ya sabes que estoy un poco obsesionada con el tema de la productividad. Cuando tienes muchos frentes abiertos: familia, casa, trabajo, amigos, etc. y tus horas son exáctamente las mismas 24 que para los demás, llega un momento en que te planteas qué método es el correcto para aprovechar al máximo el tiempo y dotarlo de calidad.
Así que la que aquí escribe es ávida lectora de todo artículo, manual o post que esté de algún modo u otro catalogado en la catergoría de “gestión de tiempo“.
Aprovechando que estamos a principio de año, y que nuestros buenos propósitos se encuentran aún a flor de piel, y nuestras ganas no han mermado lo más mínimo, he pensado que sería genial auto recordarme qué diferencia a la gente altamente efectiva de la que no lo es, por si me /nos viene bien.
Curiosamente, la característica general y que prácticamente engloba a todo lo demás, es que tratan de hacer lo menos posible. Esto parece un antagonismo. La persona altamente efectiva es la que menos tiempo quiere emplear en hacer las cosas. Y esa máxima la lleva a muchos hábitos:
Sabe priorizar y lo convierte a su vez en una prioridad. En una lista de cosas por hacer, no le cuesta identificar lo realmente importante, y lo menos relevante.
Asignan tiempos a las tareas. “Esto lo tengo que haber acabado en dos horas” o “antes del miércoles tengo que dejar listo esto”. Esa sensación de contrarreloj despierta los sentidos, evita que te disperses y consigue mayor nivel de concentración que si no tuvieras ese límite.
Evitan la multitarea. Prefieren centrarse en una cosa, ponerse un tiempo determinado para trabajar en ella, y dejarla, por ejemplo encauzada, antes de pasar a la siguiente (ahí resalta de nuevo la importancia del punto 1 y punto 2)
Le dan mucha importancia al descanso. A dormir (las horas que a cada uno le son necesarias), a hacer descansos durante la jornada, a desconectar, a evadirse fuera del trabajo…etc
¿Qué tal si las ponemos en práctica? Podemos ir trabajando de abajo a arriba. Empezar por concederle mayor importancia al desconectar y dormir. A aprender a irnos del trabajo a nuestra hora con la conciencia tranquila de haberlo dado todo durante el día, a apagar el móvil, irnos pronto a dormir…imponernos descansos cada 60-90 minutos, etc. Dicen que “una mente descansada, es una mente agradecida”.
Besos,