Cuando la atracción sexual no es el motor de una relación

Vivimos en un momento de la historia en el que las relaciones han cambiado muchísimo respecto a lo que vivieron las anteriores generaciones. Ahora, la sexualidad tiene una gran importancia y en muchos casos marca las relaciones, hasta tal punto que mucha gente se plantea recibir ayuda psicológica online.

Pero, realmente, ¿Cuándo es un problema? Es difícil definirlo, pero, en cualquier caso, hay que tener algo claro sobre la asexualidad y la persona asexual: no es una enfermedad, es simplemente una orientación sexual más.

Características de la asexualidad

¿Es posible que seas una persona asexual? En primer lugar, vamos a definir qué es ser asexual:persona tiene muy poco o nulo interés sexual en los otros.

Sin embargo, sí pueden existir otros intereses, por ejemplo, tener interés romántico, intelectual, entre otros. Se calcula que en torno a un 1% de la población es asexual.

Entre las características de la asexualidad se pueden mencionar las siguientes:

Falta de atracción sexual: Es la principal característica de las personas asexuales. No sienten atracción sexual hacia otras personas.

No existe la necesidad del contacto sexual: Incluso si ha pasado bastante tiempo desde la última relación sexual, la persona no siente esta necesidad.

Más emociones que contacto físico: Una persona que es asexual preferirá el intercambio de emociones o mantener una relación más romántica que física.

Tipos de asexualidad

Hay que tener en cuenta que dentro de la definición de asexualidad se incluyen algunas variantes bastante desconocidas. No se trata de poner etiquetas, esto es una de las cosas que todos deberíamos comprender, ya que lo más importante, más allá de si hay o no deseo sexual, es naturalizar lo que a cada uno de nosotros nos pasa.

Pero si hablamos de tipos de asexualidad, hay una clasificación general que incluye:

Demisexual: Solo hay una atracción sexual si las personas sienten una conexión emocional con alguien.

Grisexual: Puede existir cierto impulso sexual en algún momento, pero no hay intención de materializarlo o al menos no siempre.

Queerplatónico: Se incluyen en este tipo de asexualidad a las personas que tienen una relación con alguien que no es romántica, pero va más allá de la amistad, sin pulsión sexual.

Cómo son las relaciones de pareja

Hay mucho desconocimiento en torno a la asexualidad. No tener impulsos sexuales no implica no poder tener una relación de pareja sana. De hecho, muchas personas asexuales pueden estar casadas o tener hijos. No es incompatible y este es un estigma que se debe revisar cuanto antes para eliminarlo.

Una relación de pareja asexual puede ser totalmente normal, tener conexión emocional, intelectual, sentir amor y vínculo como en cualquier otra pareja. No están interesados en el sexo, pero sí en todo lo demás que implica tener una pareja (amor, cariño, apoyo, compromiso, compartir tiempo, ocio, hacer un proyecto de vida conjunto).

Si bien puede existir falta de deseo sexual, sí pueden existir muestras de cariño, como la necesidad de besos, caricias o abrazos. Esto depende de cada persona, igual que ocurre en las relaciones más tradicionales.

La asexualidad no es una enfermedad o un trastorno

Es habitual que la persona que es asexual al principio sienta ciertas dudas o incluso llegue a pensar que tiene algún tipo de enfermedad o trastorno. Sin embargo, hay que entender que es algo absolutamente normal.

Todas las personas deben ser libres de elegir si tener o no actividad sexual. Además, también es posible que la persona elija la masturbación, ya que no es incompatible con la asexualidad.

En algunos casos, las personas pueden necesitar ayuda psicológica para entender lo que les está sucediendo y para comprender y naturalizar la situación. Estar a gusto con uno mismo, entender que todos somos normales y que no es mejor ni peor ser muy activo sexualmente o ser asexual es una de las claves para una vida feliz.

¿Cuándo debo pedir ayuda a un psicólogo?

Afortunadamente, vivimos en un momento en el que ir a terapia ya está más normalizado.. Por eso, incluso si estás bien, ir a terapia te puede ayudar a mejorar tu salud mental y a tener herramientas para ciertas situaciones de la vida.

Pero la necesidad de pedir ayuda psicológica, ya sea física u online, es todavía más importante cuando sentimos que no estamos bien con nosotros mismos. Aceptarnos a veces puede ser una tarea muy complicada y en este punto un buen psicólogo nos puede ayudar. Y no solo para vivir plenos y felices con nosotros mismos, también si sentimos que se está deteriorando nuestra relación de pareja, ir a terapia puede ayudarnos.

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