Cosmética natural y personalizada

Cada uno de nosotros somos únicos, como nuestro ADN y por tanto nuestra piel también. Nadie como tú para saber lo que le sienta bien a tu piel.
Te voy a dar unos pequeños trucos para personalizar tus cosméticos añadiendo el valor de la creación.

La piel para estar bella ha de estar sana y nada mejor que la naturaleza y sus plantas para ayudarnos.
Para empezar tenemos que observarnos y conocer nuestra piel para saber qué es lo que mejor podemos adaptar a ella.
Si nos limpiamos el cutis diariamente con una leche podemos añadir aceite esencial de limón ya que desinfecta e ilumina y es adecuado para todo tipo de piel.
Los aceites esenciales puros, la forma más concentrada y sutil de la planta son básicos. Además penetran profundamente en la piel a nivel celular potenciando así su efectividad.
Después de la limpieza puedes TONIFICAR tu piel fácilmente con infusión de plantas, gel de aloe vera líquido o aguas florales pero habrá que distinguir entre los 3 tipos básicos de piel:
Seca: se aconseja la decocción de avena y la infusión de malva o de milenrama.
Sensible: infusión de manzanilla o caléndula y agua de azahar.
Grasa: infusión de ortiga o agua de hamamelis.
Y para un buen tratamiento NUTRITIVO podemos componer una aceite facial usando una mezcla de aceites vegetales que serán la base de nuestro cosmético y uno o varios aceites esenciales dependiendo de nuevo de nuestro tipo de piel.
Seca: lo ideal sería usar aceites dulces y calmantes. Primeramente debemos usar una base de aceite de sésamo y aguacate y añadir unas gotas de aceite esencial de jengibre, neroli, limón o cardamomo.
Sensible: demanda aceites calmantes y refrescantes. A una base de aceite de almendra y coco se puede agregar aceite esencial de geranio (mágico como antirrepelente de mosquitos también), sándalo o ylang-ylang.
Grasa: aceites esenciales y estimulantes. Aunque parezca increíble los aceites faciales regulan y desintoxican sin engrasar. En una base de aceite de maiz o pepita de uva se puede añadir unas gotitas de clavo, lavanda o bergamota.
Los aceites esenciales, al estar muy concentrados hay que emplearlas con precaución, siempre en pequeñas dosis. Unas 15 o 20 gotas por cada 100 ml de aceite base, dependiendo de la suavidad del aceite. Es de vital importancia comprarlos de primera presión en frío y ecológicos.Es preferible almacenarlos en envases de vidrio y fuera del alcance de la luz.
 Si prefieres la CREMA, puedes comprar una crema base natural y añadirle los aceites esenciales mencionados anteriormente. Una web muy simpática e interesante a visitar si tienes más interés sobre este asunto es: www.talleramapola.com.
 Pero no olvides que ante todo, lo más importante es cuidarse por dentro porque la piel es el primer reflejo de cómo nos alimentamos y para ello nada mejor que una buena fuente de antioxidantes recién recolectados de la naturaleza como son 10 bayas diferentes en una sola toma. ¿Te pica la curiosidad? ¡No te cortes y escríbeme! quizá podamos compartir más información sobre otros temas interesantes porque la web se creó para compartir y aprender.
Fuente: Revista Cuerpomente 277

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