Desde muy temprana edad se puede enseñar a los niños a ordenar su habitación. Uno de los métodos más efectivos es organizando la habitación lo más funcional posible, de tal modo que acomodar sus muebles y elementos resulte cómodo y hasta divertido. Entre tantos consejos para conseguir esta organización práctica, uno de los más importantes es el empleo de las camas nido.
Camas nido para una organización limpia y funcional
Las camas nido son capaces de volver una cama individual y corriente en una cama funcional. Son la versión miniatura de las literas. Una cama nido ocupa el mismo espacio que una individual, y provee uno o hasta dos colchones para que dos o tres niños puedan dormir juntos sin molestias. Son pues, una opción excepcional para las llamadas pijamadas.Las camas nido ayudan a que la organización de la habitación de tu niño, incluso si es de pequeñas dimensiones, luzca limpia y sea al mismo tiempo funcional. Es decir, una cama nido debajo de una cama individual genera un impacto visual más positivo sobre la organización, que en lugar de tener dos camas individuales separadas. Estas camas poseen rodillos o ruedas que facilitan su movimiento sin dañar la superficie del piso.
Cuando tu hijo termine de dormir la siesta, o esté listo para iniciar un nuevo día, podrá deslizar la cama nido de regreso a su compartimiento; por lo tanto, no estorbará su desplazamiento. Este punto es muy importante: ningún mueble tiene que estar atravesado o impedir el libre movimiento de tu hijo en su habitación. Nada que tiene que sobrar.
Cajones y muebles flexibles y móviles
Siguiendo el ejemplo de las camas nido, otros muebles también pueden encajarse dentro de sus respectivos compartimientos, lo cual optimiza el espacio y la organización de la habitación. Las camas nido, al quitarles el colchón, sirven como cajones perfectos para guardar juguetes y otras pertenencias del niño. Así, bastará con enseñarle a tu hijo cómo acomodar los objetos luego de utilizarlos dentro de estos cajones.La idea de los muebles flexibles y móviles es que se almacenen en ellos la mayor cantidad de objetos sin que estén tirados por el piso de la habitación. Asimismo, regresarlos a su debido sitio representa una actividad recreativa, una suerte de puzle, que hace de la limpieza y el orden algo más divertido y menos tedioso para sus ojos.
Por otro lado, es necesario que cada uno de estos cajones o muebles estén bien rotulados, pintados con diferentes colores, o hecho de materiales transparentes. Esto será de mucha ayuda al momento de organizar todos los objetos de la habitación de tu hijo, quien sabrá dónde guardar cada cosa, y podrás verificar además que no esté guardando nada perjudicial para él o ella.