complejo de feo, al carajo!

Hace unos años me vino a ver una persona que tenía un gran complejo de fea. Se veía fea frente al espejo y ese sentimiento le hacía sufrir mucho. “No me soporto”, me confesó.

Muchas veces nos acomplejamos por ese tipo de defectos, y entonces tenemos que aprender que esos cánones de belleza (o eficiencia o capacidades, etc.) no son nada importantes. ¡Pero hay que convencerse de ello con fuerza!

¡Ser guapo o feo es una tontería que ni da ni quita la felicidad! Las personas más felices que conozco no son las más guapas ni mucho menos… ¿Qué se puede conseguir siendo guapo/a? ¿Ligar más o ligar más con personas más guapas? ¿Para qué? Es mucho más importante ligar lo justo con personas atractivas por dentro, divertidas, generosas, fieles, interesantes… Estar con alguien guapo/a pero aburrido, cenizo, seco, egoísta, envidioso… no es ninguna bicoca!
Ni siquiera el sexo con alguien muy guapo/a garantiza que nos lo pasemos bien.

¡Yo me considero bastante feo, pero feliz! Me importa un carajo ser guapo y prácticamente considero una de mis fortalezas el hecho de que no me importe mi propia fealdad. ¡Arriba la fealdad! ¡Arriba la imperfección, los fallos, la debilidad, el ridículo, la timidez, la pequeñez! La naturaleza es así y yo me enorgullezco de sintonizar con ella.

¡¡Un abrazo a todos mis amigos feos!! (Por cierto, especiales saludos a Stephen Hawking,no muy guapo, pero mi héroe en fortaleza) ¡Somos los mejores!

Rafael Santandreu (autor del libro Escuela de Felicidad)
www.rafaelsantandreu.es
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