Por lo general, la gota afecta las articulaciones que están bajo mayor estrés como los tobillos, las muñecas, los dedos de los pies y las rodillas. El subir escaleras, hacer ejercicio con amigos o hacer actividades que implique estar en cuclillas como trabajos en el jardín pueden resultar ser imposibles para unas articulaciones enfermas. Esto hace que sea aún más importante tomar acciones para mantener las articulaciones lo más saludables hasta la vejez. Lea en el siguiente artículo que puede hacer para lograrlo, aún si ya presenta dolor articular:
gota, comer en exceso puede provocar un ataque agudo de gota..."
Otros alimentos que deben reducirse si se quiere evitar un ataque de gota son los alimentos grasos, demasiada grasa también inhibe la excreción de ácido úrico. Por lo tanto, los pacientes con gota deben comer la menor cantidad posible de alimentos ricos en grasas. Si es posible, no debe cubrir más del 30 por ciento de su ingesta diaria de grasa. No menos importante, es necesario prestar atención a los alimentos ricos en fructosa, la descomposición de la fructosa en el cuerpo aumenta la producción de purinas y al igual que productos como el alcohol, el azúcar inhibe la excreción de ácido úrico a través de los riñones.
Los nutricionistas recomiendan beber al menos dos litros al día, preferiblemente agua mineral o té sin azúcar o aditivos. El líquido en el cuerpo ayuda a mantener baja la concentración de ácido úrico y apoya la función de filtrado del riñón. Esto también elimina el ácido úrico y reduce el nivel de ácido úrico.
Las aplicaciones de calor han demostrado ser exitosas, por ejemplo, en forma de paquetes de hidrogel tibio o baños de agua tibia que promueven la circulación sanguínea, esto relaja los músculos y las articulaciones y reduce el dolor. por ejemplo. En el caso de una inflamación aguda de las articulaciones afectadas, la aplicación de frío suele ser más agradable y beneficiosa. Las bolsas de hielo, si están demasiado frías pueden dañar rápidamente la piel, por lo que es importante mantener el exceso de frio fuera del contacto de la piel, con el uso de una toalla o paño. La aplicación de frío no debe durar más de diez minutos a la vez y debe ser colocado varias veces al día. Te recomendamos ver el siguiente vídeo para que aprendas cuando usar frío y calor para el tratamiento de lesiones musculoesqueléticas.
Fuente: este post proviene de Blog de Fisio-online, donde puedes consultar el contenido original.
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