Puedes seguir unas pautas sencillas, fáciles y sin que te supongan un gran sacricio, pero que te ayudaran a controlar los excesos, y evitar coger peso indeseado durante estos días.
Prepara platos con ingredientes que aporten alto valor nutricional
Si vas a ser antriona, tienes la suerte de poder preparar platos deliciosos y saludables a la vez. Huye de productos e ingredientes que sumen calorías vacías, y apuesta por los que aportan un alto valor nutricional. Los entrantes elaborados con pescado y marisco son una opción perfecta para sustituir a canapés, embutidos o frituras rebozadas. Las carnes asadas son una buena opción como segundo plato, y las verduras pueden ser una guarnición muy versátil. Para el postre prepara algo con frutas; un sorbete o helado casero es un buen ejemplo.
Utiliza los métodos de cocción más adecuados
Cuando te toca a ti preparar la comida puedes elaborar tus platos de la forma más saludable, cocinando al vapor, marinando con limón, vinagre o soja, a la plancha o parrilla, hirviendo, o al horno; ya sea asado, a la sal o al papillote. Con esta amplia tienes muchas posibilidades. Evita freír, contar y gratinar.
No te saltes ninguna comida
Aunque tengas una celebración ese día, es importante mantener una rutina de alimentación con las cinco comidas diarias. Si tienes una cena, durante el día toma desayuno, almuerzos y merienda hipo calóricos, bebe mucha agua y realiza ejercicio.
Ponte límites con las cantidades
En estas ocasiones hay tanta variedad sobre la mesa que esto parece imposible; pero si tu cuerpo está acostumbrado a ciertos hábitos te indicará cuando es el momento de parar, solo tienes que escucharlo. Cuando seas el invitado no te excedas en los entrantes, evita aquellos que tú no hubieses cocinado. Presta mayor atención al plato principal y evita los postres con mucho azúcar. En cuanto a los dulces navideños, es mejor apostar por los frutos secos.
No tomes alcohol, tabaco, y refrescos
Sabemos que en una celebración esto es difícil, pero os recomendamos controlar los dos primeros y suprimir cualquier bebida azucarada, con o sin gas. Ya lo comentábamos antes, se trata de evitar calorías vacías.
No hagas vida sedentaria
Precisamente en estas fechas, cuando hay ciertas comidas y cenas tan copiosas, es recomendable no acomodarse; sal a pasear, juega con tus hijos o sobrinos, propón algún deporte para hacer en familia, o pásate un rato por el gimnasio antes o después de la celebración. Pero, sobre todo, no caigas en la tentación de tumbarte en el sofá y no te vayas a dormir con el estómago demasiado lleno.
Cuídate un poco más los días que no hay celebración
Se trata de compensar. Si sabes que los días de celebración vas a comer mucho más de lo que estás acostumbrado, procura ser un poco más estricto los días previos, y también los posteriores. Aunque sea navidad no todos los días son una esta; por tanto, el resto de días toma menos hidratos de carbono, controla las grasas, bebe mucha agua y apuesta por verduras y frutas, además también puedes consumir algún diurético, como él té verde o la piña, para mejorar la retención de líquidos.
¿Vas a poner en práctica estos trucos?