Algo que me impulsó a dar fuerza a este proyecto, es que durante todo este tiempo de convalecencia, tuve la impresión de que se está imponiendo una felicidad plástica y a su vez me preguntaba si se está banalizando la vida, obligándonos a mantener una pose eternamente feliz, como si por nuestros días no pasaran dificultades o como si de haberlas, tuviéramos que enfrentarlas con una sonrisa y buen talante para no ser sospechosos de debilidad.
Después de mi segunda cirugía, en un momento de mi vida más maduro y también más solitario, el tiempo se detuvo y toda mi actividad se paró. Enfrentar las consecuencias y toda la rehabilitación en solitario (un año aproximadamente) se hizo especialmente duro. Era frecuente que desde fuera compararan todo con mi primera intervención cuando tenía diecinueve años y además acompañado con tratamientos de quimioterapia.
Ahora con cuarenta y cuatro años, aparentemente tenía todo mejor solución que en aquellos tiempos de juventud. La diferencia es que cuando salí de aquel proceso tienes todo por delante, estás más arropado, y además piensas que todo es más sencillo, que puedes alcanzar todo.
He sentido frustración en estos últimos años, cuando intentas compartir y hablar de tu proceso de dolor. Muchas veces la respuesta era acompañada de algún vídeo motivacional que nada tenía que ver, me hablaban de deportistas de élite, de superación, etc. Lo curioso es que de aquellos vídeos se tiende a omitir también o a profundizar en que para superar algo, también se sufre y se dedica tan poco tiempo a esto, que cuando ocurre lo omitimos para no parecer imperfectos y para ajustarnos al modelo de éxito, fortaleza y felicidad que se nos impone.
Finalmente, aunque por dentro estaba jodido, automaticé la respuesta cuando alguien me preguntaba ¿Qué tal estás? Mi contestación era siempre “Bien, bien, todo bien” Por tanto quiero subrayar que no eres un bicho raro si te has sentido por los suelos, que no pasa nada porque la vida son momentos y seguro que lo superarás, pero todo tiene su tiempo.
Webpositiva.org quiere recoger esos testimonios que nos hacen humanos, que nos hacen únicos porque nos dan una experiencia características y que paradójicamente dentro de nuestra mortal y limitada existencia, nos hacen héroes y heroínas. Si querido lector, tu historia me interesa y lo que eres como persona. Llora, ríe, ama cuando sea necesario, o simplemente cuando se pueda.
Un abrazo.