La complejidad de la ansiedad empieza a captar la atención desde las primeras décadas del siglo XX, siendo la segunda mitad de este siglo la más influenciada por esta.
A pesar de vivir un momento de relativa estabilidad y de prosperidad económica y tecnológica, una parte importante del mundo vive en un estado de miedo e incertidumbre constantes. Es por ello que la búsqueda de tratamientos accesibles y efectivos para los trastornos de ansiedad se ha convertido en una prioridad de la mayoría de los países desarrollados.
Cada vez son más las personas que acuden a los servicios de urgencia con un cuadro sintomático parecido a un infarto o un accidente cerebrovascular. La mayor parte de las veces, la persona viene diagnosticada de “crisis de ansiedad”, y el tratamiento, en mayor medida, consiste en medicación ansiolítica o antidepresiva a largo plazo. Sin embargo, cada vez son más las investigaciones sobre tratamientos psicológicos que muestran resultados altamente significativos.
¿Qué es la ansiedad?
De esta manera, la ansiedad se convierte en una parte de la existencia humana común a todas las personas; una respuesta adaptativa.
La característica más llamativa de la ansiedad es su carácter anticipatorio, es decir, la capacidad de traer situaciones (aversivas) al momento presente que no han llegado a suceder. Cuando las circunstancias son percibidas como amenazantes por el sujeto, la intensidad de la emoción aumenta independientemente de si el peligro es real o no.
La ansiedad no solo aparece durante las experiencias de riesgo vital, es más, en la mayoría de los casos se desarrolla en el contexto de presiones, demandas o estrés del día a día de las personas, constituyendo uno de los principales problemas de salud mental en nuestra sociedad.
¿Qué es una crisis de ansiedad?
Una crisis de ansiedad o crisis de angustia es una respuesta repentina de miedo o malestar intenso que se puede manifestar por alguno de los siguientes síntomas:Palpitaciones
Temblores
Sudoración
Sensación de asfixia
Opresión en el pecho
Molestias abdominales/Nauseas
Mareos
Despersonalización (Sensación de estar separado de uno mismo) / Desrealización (Sensación de irrealidad)
Miedo a volverse loco
Entumecimiento
Escalofríos/Sofocos
¿Por qué ocurren las crisis de ansiedad?
Todavía hoy hay corrientes que consideran la ansiedad como una causa en sí misma. Afortunadamente cada vez es mayor la evidencia de que la crisis de ansiedad suele ser un “síntoma” de otros problemas no resueltos. No es la forma de expresarse lo que supone el objeto de análisis, sino la función que cumple en la vida de la persona afectada ¿Qué problemas “no resueltos” son esos? Una red social pobre, dificultad para manejar las relaciones con los demás, el trabajo estresante y agotador, rupturas sentimentales, la falta de una educación emocional que ayude a afrontar las situaciones dolorosas de una manera adecuada En realidad, son muchos y variados los problemas sin resolver que pueden dar la cara como una crisis de ansiedad, siendo el elemento común la vivencia de un estrés personal elevado.Primeros Auxilios en una crisis de ansiedad
Uno de los motivos por los que las primeras crisis de ansiedad llegan a convertirse en un problema de salud mental es la falta de información adecuada.Conocer la naturaleza de este fenómeno, sus consecuencias, y tratamientos eficaces disponibles, es una buena forma de impedir que estas crisis se cronifiquen.
Por otra parte, es importante seguir un tratamiento psicológico especializado que nos ayude a comprender la situación y a adquirir las habilidades necesarias para su afrontamiento. Desde Psicólogos Málaga PsicoAbreu trabajamos para que las personas aprendan cómo funcionan en estos contextos y así poder responder de una manera adecuada y significativa.
Una de las primeras cosas a saber, es que la respiración tiene un papel fundamental en el desarrollo y mantenimiento de estas crisis, y que está muy relacionada con las emociones, por eso, dependiendo de nuestro estado emocional la respiración será más calmada o acelerada.
Además, la respiración nos ancla en el momento presente, ayudándonos a centrar la atención en el aquí y el ahora en lugar de dejarla divagar con pensamientos negativos recurrentes.
Como paso fundamental para establecer una respiración adecuada es tomar consciencia de ella. A través de la atención plena a la respiración, podemos observar cómo respiramos a lo largo de las distintas actividades de nuestro día a día. No hay que intentar controlar la respiración o tratar de modificarla, simplemente observarla. De esta manera, será más fácil apreciar cuando la mente se ha distraído con pensamientos dolorosos y poder redirigir la atención a la respiración.
Un segundo paso puede ser aprender a reconocer la tensión muscular. La tensión emocional está íntimamente relacionada con la musculatura corporal, de esta manera, aprendiendo a reconocer la tensión muscular podemos relajar los músculos voluntariamente. Para ello es necesario un entrenamiento en consciencia corporal y relajación muscular.
Por último, y no por ello menos importante, se hace necesaria una adecuada “ecología mental” que limpie sistemas de creencias limitantes, rumiaciones (pensamientos recurrentes), fijaciones y otros hábitos que dificultan el funcionamiento diario de las personas.
En conclusión, cada vez es más evidente la eficacia y eficiencia de la psicoterapia en las crisis de ansiedad, por ello, buscar al profesional adecuado es requisito imprescindible para un aprendizaje y afrontamiento adecuado. Si crees que es el momento de dar el paso, desde Psicólogos Málaga PsicoAbreu podemos ayudarte a conseguirlo.
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