Sabemos que el amor es un sentimiento, una emoción, pero fundamentalmente, y siguiendo a Viktor Frankl, amar es un verbo, un comportamiento, una decisión que implica acción. Alude a la capacidad de amar y ser amado que es una de las fortalezas que más sentido vital y bienestar nos puede aportar. Por eso, la pauta para aumentar el bienestar que te propongo es: ámate, ama bien.
Para conocer mejor esta fortaleza, sigamos el proceso natural y vayamos reflexionando desde lo fácil a lo difícil, es decir, desde el enamoramiento hasta el amor.
Enamórate: la atracción.
El enamoramiento es un estado emocional en el que una persona se siente poderosamente atraída por otra y puede ser de dos tipos:
Externo: te enamoras de lo que ves.
Interno: te enamoras de cómo es o cómo crees que es.
Durante el enamoramiento se dan 3 tipos de cambios en cualquier persona que son:
Fisiológicos: activación fisiológica, ansiedad positiva (respiración agitada, palpitaciones, etc.), ligera pérdida de peso, mirada viva, deseo y excitación sexual.
Cognitivos: problemas de memoria, resistencia ante el dolor, menos sueño, menos cansancio, menos hambre, menos capacidad de concentración, mayor creatividad y fortalecimiento del sistema inmunológico.
Motores: disposición positiva hacia el otro, ganas de agradar, mayor agitación y energía vital.
Las características principales del enamoramiento son:
Deseo de intimidad y de unión física.
Necesidad de reciprocidad.
Miedo al rechazo.
Activación fisiológica ante la presencia real o imaginaria de la persona que te gusta.
Vulnerabilidad psicológica.
Sentimientos ambivalentes.
Idealización.
Falta de concentración en actividades cotidianas.
Sensación de plenitud y alegría vital.
El proceso de enamoramiento suele comenzar con la atracción física hacia otra persona. A continuación el enamoramiento se potencia con la atracción personal y se dispara definitivamente cuando se presenta un conocimiento o sospecha de que existe reciprocidad en la atracción. Además, la atención y el interés amoroso son disparados por 3 elementos: el atractivo, la similaridad y la proximidad. Es decir, nos enamoramos de los que nos parecen guapos, de los que piensan como nosotros y de los que están cerca.
En este experimento puedes ver lo que ocurre cuando se dan estos elementos. Algunos lo llaman amor pero todavía no puede serlo pues no existe un auténtico conocimiento de la persona. Estamos ante situaciones de“flechazo” o del mal llamado “amor a primera vista” que es en realidad “enamoramiento a primera vista”.
Enamórate: la intimidad psicológica
El psicólogo Arthur Aron, profesor de psicología en la Universidad Estatal de Nueva York, conocido por su investigación sobre la intimidad en las relaciones interpersonales y el desarrollo del modelo de auto-expansión de la motivación en las relaciones cercanas, diseñó un cuestionario de 36 preguntas mediante el cual establecer un vínculo personal al intimar gracias al desarrollo de una conversación sincera facilitada por ir respondiendo el mismo. Tener algo en común y sentir que gustas a la otra persona son aspectos importantes para crear un sentimiento de cercanía en poco tiempo. En este video puedes ver un experimento en el que se utiliza el cuestionario para favorecer la intimidad psicológica.
Ámate: la auto-aceptación y la auto-relación saludable
¿Puedes dar lo que no tienes? ¿Puedes amar si no te amas?
Un requisito fundamental para establecer relaciones saludables no basadas en la dependencia, el abuso o la necesidad, es cultivar una sana auto-relación. La autoaceptación, la autoconsciencia, el autocuidado, son fundamentales para velar por el propio bienestar y asegurártelo. Ocuparte de manera activa de estar nutrido/a psicológicamente es clave para poder nutrir a la otra persona, y/o, en los peores casos, tratar de no desnutrirla. Y es que la auténtica plenitud estando en pareja viene de compartir y no de necesitar o de depender.
¿Tienes dudas? Piénsalo. No hay amor suficiente capaz de llenar el vacío interior que experimenta una persona que se siente mal con ella misma. Y convertirte en un expendedor indefinido de halagos, elogios y aplausos, no funcionará ya que, la simetría en las relaciones (tratarnos de igual a igual) es garantía de éxito, de salud, además de que es desde dentro y no desde fuera, como fundamentalmente se construye la autoaceptación, el equilibrio interior, aspecto clave en el proceso de ser antes de ser pareja.
Si le gustas a alguien que no se quiere, no se acepta o no se lleva bien consigo mismo/a, puede que aprecie tus cualidades pero, su auto-rechazo y falta de autoeficacia, es decir, el no creerse capaz, su propio autodesprecio, le llevarán a despreciarte, subestimarte o maltratarte en algún momento, porque ya lo hace consigo mismo/a y los malos hábitos pasan factura. Pronto pensará “no será tan “x” si se ha fijado en mi”. Llegado el caso, puede que tengas suerte y pierda el interés en ti y se aleje. Pero puede también que se enganche a ti como tabla de salvación y trate de manipularte, controlarte, culparte, cosificarte, etc., porque no se siente hábil, porque de forma más o menos consciente, se sabe incompetente o torpe para amar, y pronto serás protagonista de una relación tóxica.
No lo olvides: la auto-destrucción, destruye. Es cuestión de tiempo. Por eso, antes de iniciar una relación de pareja con alguien, asegúrate de que ambos tenéis una auto-relación saludable. La sabiduría que extraerás de ser tu mejor amigo/a te ayudará a forjar una saludable relación de pareja.
Theodor Reik dijo “el amor solo es posible cuando se ha llegado a cierta fase de desarrollo individual”. Me gusta esta frase porque resume bien la idea de que el amor aparece cuando hemos crecido psicológicamente lo suficiente como para perder el miedo a la intimidad con nosotros mismos y con los demás. Es a partir de cierto grado de maduración individual cuando puede darse un nivel de desarrollo personal adecuado para compartirse saludablemente en pareja.
¿Cómo te sientes cuando estás solo/a? ¿Consigues sentirte bien? Responderte a estas preguntas te ofrecerá información valiosa sobre ti y sobre tu propio nivel de crecimiento personal.
Recapitulando: pasa a la acción. ¡Ámate! Te propongo varias pautas para que lo consigas.
Pautas para que te ames
Conócete. Cada día, pasa un tiempo a solas, dedícate a estar presente, conectado/a contigo, al menos 1 hora: pasear o meditar te ayudarán a conseguirlo.
Sé tu mejor amigo/a. Sé amable contigo, compréndete y exígete de una forma saludable: ¿cómo tratarías a tu mejor amigo/a? Hazlo contigo.
Autocompárate. Siempre habrá personas mejores y peores que tú en función del criterio que tengas en cuenta: compárate contigo.
Cuídate. Escucha tu naturaleza y respétala: cuida tu alimentación, tus horas y calidad del sueño, practica alguna actividad deportiva moderada y diviértete, un rato al menos, cada día.
Respétate. Aprende a poner límites, a ser asertivo/a: decir lo que sientes y pienses sin temor o vergüenza, séete fiel en la comunicación y en cualquier aspecto de tu vida.
Nútrete. Haz actividades que te llenen, te enriquezcan y cultiven tus habilidades, aficiones y fortalezas.
Crece. Apuesta por tu crecimiento personal y bienestar saliendo de tu zona de confort cuando sea necesario: revisa tus esquemas.
Afronta el miedo. No puedes intimar, ni compartir, ni amar, si no te atreves, si te estresas o te agobias en cuanto aparece una dificultad.
Sé optimista inteligente. Aprende a ser constructivo/a, flexible, a no dramatizar y a valorar la realidad para optimizarla viendo la oportunidad en la calamidad.
Acéptate. Apuesta por ti incondicionalmente: conoce tus puntos flojos y fuertes y trata de ser en equilibrio.
Si no puedes lograrlo en solitario anímate a iniciar un proceso de crecimiento personal con ayuda profesional.
Aquí puedes ver un fragmento de la película “Ángel A” que aborda algunos aspectos sobre esta dimensión del amor hacia uno mismo.
Continua leyendo en Ama, pero ama bien.
Fuente: Saludablemente.
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