A menudo cuando pensamos en proteínas, nos viene a la mente la carne, el pescado, la leche y los huevos principalmente. Pero qué pasa si no queremos o no podemos consumir estos alimentos, ¿no tomamos proteínas? Nada más lejos de la realidad. Te lo vamos a demostrar haciendo una relación de alimentosricos en proteínas vegetales.
Las proteínas son esenciales para que nuestro cuerpo funcione a la perfección, puesto que están integradas por aminoácidos de todos los tipos: esenciales y no esenciales. Muchos de estos no los podemos sintetizar mediante nuestro organismo y tenemos que obtenerlos a través de la alimentación.
Existen de dos tipos, animales y vegetales:
Las animales son las que encontramos en productos que provienen de estos seres como son carnes, leche, yogur, pescados, quesos, huevos, etc. Son consideradas de alto valor biológico, puesto que poseen abundantes aminoácidos esenciales.
Las vegetales son las que tienen origen en los productos que de ellos proceden. El problema es que por sí solas no son de elevado valor biológico, pero como explica la nutricionista Rocío Río de la Loza, si mezclamos ciertos grupos de alimentos de origen vegetal, como pueden ser granos completos y legumbres, la unión de ambas consiguen formar una proteína completa que contenga aminoácidos esenciales.
No hay unas mejores que otras, pero lo que sí es cierto es que las proteínas vegetales poseen una ventaja sobre las de origen animal y es que aportan mucha fibra, fitoquímicos y minerales.
Como vemos son bastante recomendables, pero al igual que identificar las proteínas animales es muy sencillo, no sucede lo mismo con las otras. Vamos a ver una relación de las mismas para que te sirva de orientación.
Alimentos que contienen proteínas vegetales
Cereales de grano completo. Son aquellos en los que las tres partes que integran la semilla se mantienen. Por ejemplo, avena, quinoa, arroz, trigo, mijo.
Harinas y productos integrales que proceden de granos enteros. Se trata de los productos que no están refinados y proceden de los cereales anteriormente descritos.
Semillas. Son un alimento muy completo y además rico en ácidos grasos esenciales. Están las de chía, lino, pipas de calabaza, girasol.
Leguminosas. Toda la vida se han consumido legumbres en la dieta mediterránea y no estaban equivocados. Incluye en tu dieta garbanzos, lentejas, habas, alubias, guisantes, soja y todos los que de ella derivan como tofu.
Leches vegetales. Aunque en menor medida que la de vaca, también aportan proteína. Las hay de muchos tipos, desde las más conocidas como la de arroz, avena o almendra hasta la de alpiste.
Frutos secos.
Verduras de hojas verdes.
Verduras crucíferas.
Mantequillas o cremas elaboradas con vegetales como la de almendra.
Ya puedes ver que no son productos difíciles de encontrar, por lo que puedes empezar a consumirlos ya. Si quieres comenzar con recetas completamente apetitosas, entra en Come mejor, donde encontrarás las mejores elaboraciones de nuestros chefs.
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