¿Vives un estilo de vida saludable? No tienes que correr maratones, comer tofu y semillas, o meditar por horas para decir que sí.
Un estilo de vida saludable es un trabajo hecho en progreso, con altas y bajas pero afortunadamente siempre te mueves hacia adelante en dirección a aprender más, hacer mejores decisiones, y vivir con atención plena.
Un estilo de vida saludable no tiene que comenzar con cambios grandes, dramáticos y desafiantes.
Hacer cambios pequeños e incorporarlos en tu vida lentamente y de manera incrementada aumentará la probabilidad de que te apegues al cambio y quieras más.
Si ves cualquier cambio positivo como un pequeño regalo que te das a ti misma, para honrar tu cuerpo, mente y espíritu, hará que el cambio sea menos intimidante y más natural.
Como la bailarina moderna Martha Graham recuerda: “El cuerpo es una vestidura sagrada”. Debemos tratarla como tal.
En sólo un día, hay muchos pequeños cambios que puedes tratar para facilitar beneficios sorprendentes para la salud y tal vez poner en marcha un nuevo hábito saludable para la vida.
Aquí hay 9 acciones que requieren poco tiempo y compromiso, pero proporcionan grandes recompensas, especialmente si se repiten todos los días.
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Comienza el día con estiramientos
Despierta 10-15 minutos más temprano en la mañana para comenzar tu día con un poco de estiramiento.
El estiramiento te ayuda a despertar, te da más energía, mejora la flexibilidad y la coordinación, ayuda a la circulación del cuerpo y fomenta la relajación.
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Puedes probar algunos estiramientos de yoga por la mañana para que tengas esa energía extra.
Energiza tu cuerpo apropiadamente para el día
Si comes una comida realmente saludable al día, haz que sea el desayuno.
Una combinación de carbohidratos complejos, fibra, proteína y una pequeña cantidad de grasa, te proporciona grandes beneficios para la salud y puede dejarte sintiéndote llena durante horas dándote la energía para comenzar su día.
En internet hay algunas buenas ideas para un buen desayuno.
Haz espacio para el té
El té contiene una gran cantidad de antioxidantes, reduce el riesgo de ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares, refuerza el sistema inmunológico, protege contra el cáncer y aumenta su metabolismo.
¿Qué no se podría amar acerca del té? Si no puedes abandonar el café por completo, haz que la segunda taza sea una de té en su lugar.
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Los tés blancos y verdes son los más saludables, pero cualquier tipo de té es ideal para ti.
Bebe agua con hielo
Gastas más calorías calentando el agua con hielo a la temperatura del cuerpo que cuando bebes agua fresca o tibia.
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Si bebes 8 litros de agua helada al día, quemarás 123 calorías. Además el agua potable te mantiene hidratada y libera toxinas de tu cuerpo.
Respira apropiadamente
La respiración profunda apropiada a través del abdomen tiene una miríada de beneficios para la salud incluyendo mejorar la digestión, la calidad de la sangre, la función del sistema nervioso, y el sistema respiratorio.
Es fácil aprender la respiración correcta y lenta para disfrutar de grandes beneficios para tu salud.
Cuando te sientas respirando de forma superficial o demasiado rápida, corrige tu estilo de respiración.
Maneja el estrés a medida que sucede
El estrés frecuente o crónico hará estragos en tu salud.
Cuando tu sistema nervioso autónomo está sobre activado, verá síntomas físicos que pueden conducir a enfermedades a largo plazo incluyendo depresión, ansiedad, úlceras, dolores de cabeza, pérdida de cabello y enfermedades del corazón.
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Cuando estás en una situación estresante, especialmente una que es crónica, muévete lo más rápidamente posible, y trata el estrés.
Respira apropiadamente (ver arriba), medita, haz ejercicio, habla con alguien, da un paseo. Calma tu sistema nervioso antes de que el estrés reclame tu salud.
Come pequeño y come a menudo
Tener seis comidas más pequeñas en lugar de tres grandes al día te ayudará a manejar el hambre y manejar su peso.
De hecho, usa un plato de ensalada en lugar de un plato de cena para tus comidas para ayudar a controlar las porciones.
Este método te ayudará a evitar el hambre voraz y el atracón. Serás más consciente de lo que estás poniendo en tu plato también.
Añade dos cosas buenas y remueve dos malas
Elige dos alimentos que sabes que son malos para ti y reemplázalos con dos superalimentos. Hay una gran lista de alimentos buenos y malos.
Prueba esto por un día, luego desafíate a intentarlo de nuevo otro día esta semana.
Simplemente aumenta tu ingesta de vegetales y disminuye tus alimentos blancos (panes blancos, arroz, pasta, galletas, etc.) es una gran manera de perder peso y agregar nutrientes a tu cuerpo.
Se inquieta en tu silla en el trabajo
Golpear con el pie, balancearte, rebotar las piernas, y otros movimientos inquietos pueden quemar alrededor de 120 calorías por hora, dependiendo de tu peso y edad.
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En vez de sentarte perfectamente quieta, mueve una cierta parte de tu cuerpo (si no es demasiado disruptivo) y pierde peso mientras trabajas.
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