Quien come la verbena el día de San Juan, se libra de la ruina, de pestes y de mal.
La noche de San Juan es una de las noches más especiales de nuestro extenso calendario festivo nacional. Fuego, deseos, magia, rituales, sonido, luz y color. Además de ser una de las noches más cortas (la más corta es la del día 21 de junio, coincidiendo con el solsticio de verano), es la noche más luminosa, sin lugar a dudas.
Pero ¿de dónde viene esta fiesta? ¿por qué está relacionada con la magia y lo sobrenatural? Aquí os dejo unas cuantas respuestas a estas preguntas y demás curiosidades sobre la noche más insomne.
San Juan San Juanero, quema a la bruja y madura el rodero
1. Origen
La festividad de San Juan es una fiesta cristiana de origen pagano llamada Litha, que significa solsticio de verano. Litha terminó celebrándose en 23 de junio en el hemisferio norte para hacerla coincidir, con la llegada del cristianismo,a la natividad de San Juan Bautista. Originalmente la festividad coincidía con el solsticio de verano el día 21 de junio. Se celebraba la llegado de esta estación. En el hemisferio sur se celebra el 23 de diciembre.
¿Porqué el solsticio de verano era importante? En esos tiempos la gente creía que las plantas que florecían o germinaban tenían más poderes curativos y sanadores de lo habitual, razón por la cual solían recolectarlas en dicha noche. Se encendían hogueras para protegerse de espíritus malignos, los cuales supuestamente vagaban libremente cuando el sol se ponía por el Sur. En años posteriores, las brujas utilizaron ese día para remarcar una fecha que supuestamente tenía una gran carga mágica.
En Suecia, dicha celebración se realizaba con sacrificios rituales en honor a la fertilidad.
Según varios antropólogos, el solsticio se ha mantenido como un momento especial dentro del ciclo anual desde el neolítico. En Suecia, Finlandia y Estonia, el solsticio de verano se considera una de las grandes celebraciones del año, comparable sólo con la noche de Walpurguis (fiesta de origen germánico celebrada el 30 de abril en las grandes regiones de europa central y septentrional referida a la fertilidad), la noche de Navidad o la de Año nuevo.
2. Pueblos sumergidos bajo las aguas
Un relato dice que pueblos sumergidos bajo las aguas como el de LUCERNA (Zamora), tañen las campanas de la iglesia y se escuchan en la mañana de SAN JUAN, este pueblo descansa en el fondo del lago de Sanabria, o como el que se encuentra en el lago de CARUCEDO (León), junto al paraje natural de la Médulas, cuya
imagen puede verse en el río al amanecer del 24 de junio. Dice la leyenda popular, que el destino acuático de LUCERNA fue provocado por Jesús que llegó como pobre al pueblo, y todos los vecinos excepto dos mujeres le negaron limosna. La causa del segundo pueblo sumergido fue por una Ninfa, que repudiaba en amores, vertió imparable lagrimas que crearon el lago. Pero contrariamente, también dice la tradición que en esa noche, los demonios se esconden en el bosque para seducir a las jovencitas y que ayudan a descubrir los tesoros enterrados y que las hadas pueden ser desencantadas.
Lago de Sanabria (Zamora)
San Juan de buena estrena, buena cocina y mejor cena
3. El Fuego Purificador
El verdadero sentimiento ante una hoguera es la de liberarse de todo aquello que atormenta el día a día. Si los primeros labradores (Alicante) se esmeraban en trabajar arduamente durante la jornada más larga del año, durante la noche más corta destruían todo aquello que se relacionara con Satanás.
Asimismo, al propio hecho de encender las hogueras, se han ido creando una serie de ritos que muchos se afanan en respetar, como saltar nueve veces por encima de éstas (Galicia). Según la tradición, el Mundo del Alén (Más Allá) abre sus puertas y se deben espantar a todo lo que intente escapar de él; de ahí la expresión "San Xoán meigas e bruxas fuxirán" (En San Juan las meigas y brujas huirán).
También es habitual en otros lugares de España (Canarias), bajar al santo patrón del lugar para que sea testigo, junto a sus fieles, de las hogueras. Muchos se acuden a éstas con viejos recuerdos, como fotografías, prendas e incluso apuntes de clase. Con su quema, se dice "adiós" a un status quo indeseado y se recibe con los brazos abiertos nuevas oportunidades.
Por último, Latinoamérica se ha visto influenciada por los españoles y portugueses que con la evangelización exportaron la tradición de San Juan. Una tradición que se ha fundido con las de los indígenas. Aunque allí se festeja el solsticio de invierno, las hogueras simbolizan una "ayudita" extra al sol ya que los días son más cortos y sus rayos más débiles hasta la llegada del solsticio de verano.
4. Súbitas apariciones y desapariciones
En algunas leyendas piadosas, hasta los santos aprovechan la víspera de este día para trasladarse milagrosamente a otra parte. En nuestro mundo terrenal, encontramos muchos casos de desapariciones bastante enigmáticas, esa noche se abren las puertas interdimensionales, así como los encantamientos.
¡Feliz San Juan!
Olivia ;)
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