Mi flujo blanco abundante dura la mayor parte de mi ciclo y varios médicos a los que he acudido me dicen que estoy perfectamente bien. He leído estudios de casos que dicen que el flujo podría deberse a altos niveles de progesterona, pero no estoy tomando la píldora. ¿Cómo puedo tener mis hormonas de nuevo en equilibrio? Me siento muy avergonzada cuando esto sucede, aunque estoy muy feliz de que no tiene olor. ¿Podría ser el resultado de la menopausia? Siento que soy demasiado joven para eso a los 33.
Respuesta: El flujo vaginal tiende a avergonzar a muchas mujeres, quienes no pueden dejar de sentirse de alguna manera inmunda; después de todo, la vagina se supone que sea tan fresca y alegre como una flor. La realidad es, sin embargo, que este órgano utiliza las secreciones para mantenerse limpia. Es por esta razón que las secreciones vaginales son tan importantes para la salud reproductiva en general.
Pero no todos las secreciones son saludables. No es difícil notar la diferencia – todo lo que tienes que hacer es mirar tu fluido. El color es el signo más elocuente: una secreción amarilla, verde o gris sugiere una infección. La aparición de picazón, ardor, dolor, o el olor también debe alarmarte de que algo puede estar mal con tus partes femeninas.
La relación entre el estrógeno y flujo vaginal
Ya sabes que tu descarga es una función normal de tu vagina. El estrógeno juega un papel importante en la salud de la vagina, pues ayuda a mantener fuertes los músculos vaginales y también estimula el crecimiento de bacterias beneficiosas. Esas bacterias son especialmente importantes, ya que mantienen a raya a la flora malsana que también crece dentro de la vagina. Por si no lo sabías, la vagina es el “hogar” de muchas colonias de bacterias.
Si bien las responsabilidades del estrógeno en la vagina son numerosas, esta hormona no se mantiene constante durante todo el ciclo menstrual de la mujer. Fluctúa antes, durante y después de la ovulación, y durante los patrones altos puede causar flujo vaginal. Por ejemplo, el estrógeno aumenta durante la ovulación y luego disminuye justo antes de la menstruación. El flujo vaginal aumenta de manera similar y luego disminuye justo antes del sangrado.
Has mencionado que eres demasiado joven para experimentar los síntomas de la menopausia, pero el cuerpo de cada mujer es diferente. Algunas mujeres comienzan su “menopausia” ya en los 45 años. La indicación más evidente de cuando experimentarás la menopausia es guiándote por edad en que comenzaron los síntomas de tu madre.
Menopausia a un lado, tus hormonas pueden desequilibrarse a cualquier edad, independientemente de si tomas o no pastillas anticonceptivas o realizas control de la natalidad. Los alimentos que comes, tu peso, las toxinas del ambiente, e incluso el estrés pueden influir en la función endocrina. Por tanto, es posible sufrir un dominio de progesterona (una condición en la que esta hormona es más abundante que el estrógeno) sin siquiera darte cuenta.
Otros factores a tener en cuenta
Las hormonas no son las únicas causas de la secreción vaginal. También puede ser el resultado de la vaginosis bacteriana (un crecimiento excesivo de bacterias dañinas), una infección por hongos o una enfermedad de transmisión sexual como la gonorrea. Estas enfermedades suelen ir acompañadas de otros síntomas como los descritos anteriormente.
Sin embargo, dada la naturaleza de tu flujo, es probable que sea una respuesta a fluctuaciones hormonales.
El tema de las hormonas exige que enseñe a equilibrarlas de forma segura. Entre las formas útiles para hacer esto se incluyen el comer alimentos nutritivos y hacer ejercicio regularmente. También puedes intentar remedios a base de hierbas, que durante mucho tiempo han sido utilizados por mujeres de todas las culturas a lo largo de la historia.
Las hierbas proporcionan un alivio seguro y eficaz de muchos problemas hormonales, incluyendo el síndrome premenstrual, sequedad vaginal y por supuesto el flujo vaginal abundante. Una de las más beneficiosas es la Pueraria Mirifica, que puede aliviar la carga de la menstruación e incluso mejorar el estado de ánimo, así como evitar las secreciones abundantes, por lo que ya no tendrás que preocuparte por el estado de tu vagina.