Esta habilidad, es sumamente importante para nuestro desarrollo, y por ello es crucial que conozcas cada una de sus etapas, entre ellas la atención.
Una capacidad que, nos permite concentrarnos en un estímulo específico de manera voluntaria, logrando que ignoremos otros distractores presentes. ¿Te gustaría saber más al respecto? Sigue conmigo.
¿Por qué existe más de un tipo de atención para la psicología?
Como ya te lo mencionaba, la atención es la habilidad o capacidad de elegir concentrarse en un estímulo en concreto.De manera que, para nuestro cerebro, en ese preciso momento, desaparece cualquier otro distractor o estímulo externo.
A lo largo de los años, y con la evolución de la psicología, se ha hecho más que evidente que existen más de un tipo de atención.
Esta se divide en el tipo de estímulo que se está focalizando, las respuestas que se emiten, el sentido por el que lo estamos recibiendo, etc.
Ya que al ser uno de los procesos cognitivos más complejos del cerebro, una sola tipificación, no basta para este tan enorme concepto mental.
¿Cómo se clasifican y cuáles son los tipos de atención?
Existen diversas características que nos pueden ayudar a clasificar los diversos tipos de atención, por ejemplo:La amplitud: Que se refiere a la capacidad del ser humano para entender una o varias tareas al mismo tiempo.
Intensidad: Que consta de la cantidad de recursos o capacidades que se utilizan para poder realizar determinada tarea y también es llamado Tono atencional.
Desplazamiento de la atención: Referido a la capacidad de pasar nuestra atención de una actividad a otra. También llamada, Atención alternada, es cuando se ejecuta más de una actividad con el mismo tipo de recursos cognitivos.
Control: La atención, puede ser una actividad intencional o involuntaria, por lo que el control de la atención, depende de si el individuo es capaz o no de ser consciente de sus propios procesos internos, así como de la manera en que estos se usan.
Conociendo estos factores diferenciadores de la atención, podemos intuir que existen muchísimas formas para clasificar este proceso cognitivo, las cuales te explicaré a continuación.
Según su amplitud y dirección
Atención externa-reducida: Centrada principalmente en un número reducido de estímulos que es emitida a través de un tercero; Por ejemplo, cuando alguien juega ajedrez y se concentra en su siguiente jugada, emplea este tipo de atención.
Atención externa-amplia: Se concentra en focalizar varios estímulos externos (que no son de él/ella mismo) al mismo tiempo. Por ejemplo, una chica que juega voleibol, y pone atención en la posición de sus compañeras, del equipo contrincante y de la pelota, solo para saber qué tipo de tiro y la fuerza con la que lo debe hacer.
Atención interna-reducida: Esta se centra en un número reducido de estímulos propios, mentales o físicos. Por ejemplo, cuando le enseñan a encestar el balón a un niño, él estará concentrado en la posición de brazos, piernas y cabeza de quien le enseñe y los suyos, antes que en la propia pelota.
Atención interna-amplia: Focaliza varios estímulos internos al mismo tiempo, por ejemplo, cuando alguien está meditando y se concentra en su propia respiración, latidos del corazón, circulación, etc.
Según la actitud del individuo
Atención voluntaria: Como su nombre lo dice, es un mecanismo de atención voluntaria o esfuerzo activo por poner su concentración en ese estímulo. Por ejemplo, cuando un joven va a la escuela y pone todo su esfuerzo en aprender cálculo integral.
Atención involuntaria: En este tipo de atención, la persona en cuestión no realiza ningún esfuerzo consiente para reaccionar al estímulo externo. Por ejemplo, cuando sientes dolor de muelas e inmediatamente buscas un analgésico.
Según la modalidad sensorial
Atención visual: Se refiere a la capacidad humana de estar atentos a estímulos visuales, complejos o sencillos. Por ejemplo, cuando vemos una película complicada de entender.
Atención auditiva: Referido a la capacidad de poner atención a uno o varios estímulos sonoros. Por ejemplo, cuando escuchas música y te concentras en las emociones del artista.
Según las manifestaciones motoras y fisiológicas
Atención abierta: Es toda aquella concentración que nos permiten manifestar de manera verbal y no verbal que se está atendiendo un estímulo en concreto. Por ejemplo, cuando alguien habla sobre un tema que nos interesa mucho.
Atención encubierta: En estos casos, el foco atencional se puede disociar de manera que parece que prestamos atención a algo y no es así. (Nuestro lenguaje, no verbal y mental, ponen atención a cosas completamente distintas). Por ejemplo, cuando alguien supuestamente ve televisión y realmente está atento a la conversación de su familia en el comedor.
A pesar de que ya hemos clasificado la atención en muchos tipos y uno no exenta a otro, es decir, se pueden tener dos tipos de atención al mismo tiempo.
Aún existen otros tipos de atención que podemos mencionar y que están un poco aislados de estos conceptos preconcebidos, los cuales son:
Atención selectiva: También llamada atención focalizada, es el tipo de atención más concentrada, ya que únicamente incluye a 1 solo estímulo dentro de él. Puede ser interno o externo. Por ejemplo, resolver un problema matemático muy complejo.
Atención dividida: También llamada Multitarea, se distingue por permitirnos realizar dos o más tareas al mismo tiempo. Siempre y cuando se utilicen procesos cognitivos distintos. Por ejemplo, hacer limpieza en casa mientras escuchas música.
Atención alternada: Que, como lo vimos anteriormente en las características de la atención, es la capacidad de enviar nuestra atención de una tarea a otra en un rango de tiempo reducido. Por ejemplo, cuando estás con tus amigos y alguien de pronto cambia el tema de conversación a algo completamente distinto.
Atención sostenida: También conocida como Retención de atención es cuando podemos mantener nuestra concentración en el mismo estímulo durante un periodo de tiempo largo. Por ejemplo, jugar un videojuego durante horas.
¿Por qué para unas personas es más difícil poner atención que para otras?
La atención usa distintas partes del cerebro para poder focalizarse o desviarse de un lugar a otro, ya que está íntimamente relacionada con las funciones ejecutivas y el lóbulo frontal.Por ello, es complicado definir cuáles son los factores determinantes para que alguien pueda o no pueda poner atención a determinados estímulos.
Sin embargo, estos pueden ser algunos de los que se presenten:
Intensidad del estímulo: Se ha demostrado, en distintas ocasiones, que cuánto más potente sea el estímulo, mayor será la probabilidad de que prestemos atención. Imagina que, si alguien te habla super bajito, puedes ignorarlo con facilidad, pero si encuentras a alguien que prácticamente grita cuando habla, es difícil no escuchar lo que está diciendo.
Tamaño: Cuánto más grande sea el estímulo, mucha más atención prestaremos. No es lo mismo ver un documental en el celular, que ir al planetario a una presentación.
Movimiento: Todos aquellos estímulos que se presenten en un constante movimiento, tienen mayor probabilidad de captar la atención que los que están fijos. ¿Alguna vez has visto una conferencia y visto que el orador se quede quieto en un solo punto del escenario? ¡Exacto!
Novedad y cambio: Todo aquello que nos parezca complicado, diferente o extraño de entender, tendrá nuestra completa atención, hasta el momento en que se convierta en algo completamente conocido.
Los intereses y la emoción: El ser humano, está pre condicionado a poner atención a todo aquello que le parezca agradable, intenso o emocionalmente atractivo. Por ejemplo, cuando recién conoces a una persona que te gusta, siempre prestarás atención a lo que diga, así no entiendas nada de lo que habla.
Estado orgánico del humano: No es lo mismo poner atención cuando estás bien dormido, descansado, comido, y desestresado; que cuando no has dormido bien, tienes hambre o estás estresado por alguna otra situación. Por ello, la capacidad de atención está completamente ligada al estado orgánico de la persona.
Además de todos estos factores internos y externos que pueden interferir con nuestra capacidad de poner atención, existen distintas patologías mentales que también pueden afectarla, tales como:
Aprosexia: Que es la completa ausencia de atención, clínicamente comprobada.
Hipoprosexias: Disminución en la capacidad de poner atención como la distractibilidad, inhibición, negligencia o apatía.
Pseudoaprosexias: Falta completa de atención, aun con la capacidad intacta de realizarlo.
Paraprosexias: Redirección anormal de la atención
Hiperprosexias: Concentración excesiva y transitoria de la atención.
Depresión mayor
TDAH
Demencia leve
Ahora que conoces todo acerca de la atención y su clasificación, puedes dominar por completo tu capacidad de aprendizaje y la manera en la que absorbes conocimiento de otras personas.
Déjame saber en los comentarios, qué te ha parecido la información y si tienes alguna otra duda. Prometo responderte rapidísimo. ¡Bonito día!