Síndrome postvacacional: 4 tips para combatirlo

¿Vuelta a la realidad?

Acabas de aterrizar a tu vida pero la energía que sueles desprender ha caído en picado. Parece mentira, representa que las vacaciones son para cargar pilas y te sientes con menos energía que antes de empezarlas.

¿Te sientes estresado y ansioso?

¿Te vienen grandes todas aquellas obligaciones que tienes que encarar?

¿No te sientes capaz de sacar adelante lo que antes sí hacías?

¿No te seduce tu rutina?

¿Te sientes aburrido y apático?

Todo apunta a que estás siendo víctima del dichoso síndrome postvacacional, mal que afecta a más de la mitad de la población y cuyos síntomas disminuyen pasadas las primeras dos o tres semanas.

Para que sea más llevadero, te propongo algunos consejos para que sus efectos pasen lo más desapercibidos posibles. ¡Espero que aún estés a tiempo!

Adáptate de forma progresiva
Esto implica aterrizar en tu rutina al menos cinco días antes de empezar con la vorágine de obligaciones. Si estabas pensando en apurar hasta el último minuto la vuelta en avión de tu tan deseado destino, ¡Error!

Poder deshacer las maletas, adaptarte de nuevo al entorno, reajustar tu dieta y horarios e incluso hacerte al clima de tu ciudad, son aspectos fundamentales para que la caída no sea en picado.

Cambiar de un colchón a otro y pasar de no tener horarios a cenar pescado a la plancha a las 21 h cada día, no se asume tan rápido.

Evita empezar grandes retos
Para muchos, Septiembre es algo parecido al mes de Enero, época de propósitos, retos y nuevos alicientes por los que luchar. Es genial que la vuelta a la rutina te despierte esos niveles de motivación. Aún así, además de empezar el trabajo y las interminables obligaciones familiares, quizás iniciar clases de inglés o apuntarte a Crossfit no sea la mejor idea. ¿Qué tal si primero te adaptas a lo que ya tienes en marcha?

Permítete ir a medio gas
Puede que el sentimiento de culpa se apodere de ti al ver que tu rendimiento deja algo que desear. Lógico, estás desentrenado. Incluso puede que tengas la sensación de que has perdido facultades y que ya no sabes hacer tu trabajo. Tranquilo, simplemente has dejado de hacer lo mismo durante semanas. Somos animales de costumbres, te aseguro que en cuestión de días mejorará tu desempeño. ¿Qué tal si te das el permiso de no estar al 100%? Si ves que pasan tres semanas y sigues igual, plantéatelo. Antes, “eres palomita”.

Prioriza lo más urgente
Seguro que te vienen a la cabeza doscientas tareas por hacer que consideras importantes y que se te amontonan quitándote energía sin poder abarcarlas todas: cambiar de banco, buscar una nueva asistenta, trazar un buen plan de ahorro, pedir hora al dentista, hacerte la depilación láser… Efectivamente, son importantes. Pero tal vez no sean urgentes. Lo más urgente es adaptarte a la nueva situación poco a poco para poder sentirte mejor y poder ir asumiendo más responsabilidades que ahora, lejos de activarte, te bloquean. ¡Prioriza! Ahora todo, no se puede.

¿Se os ocurren más ideas que os hayan funcionado?

Para los que el estrés del síndrome postvacacional os acompañe durante todo el año, os sugiero otro post con el que averiguar formas de manejarlo algo mejor:

¡Este estrés me está matando! 3 tips para plantarle cara

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