Siervo o esclavo

Muchas veces hemos leído sobre qué es ser un siervo.
En el diccionario, encontramos esta difinición: "Persona enteramente sometida o entregada al servicio de otra".
Ser siervo en la vida espiritual, es justamente someterse y entregarse al servicio del Señor Jesús. Hacer Su volutad, obedecerle sin cuestionar. El siervo sabe que está para servir, donde Dios disponga, cuando Dios disponga, de la manera que Él disponga o a quien Dios disponga.
El siervo sabe que no tiene derecho de cuestionar, de murmurar ni de alegar sus razones, el siervo acepta todo de buen agrado y de corazón alegre. Sin esperar una recompensa por lo que hizo, hace y hará.
El siervo, elige serlo, no le es impuesto, el cumple el servicio de buen agrado por gratitud, reconocimiento y de libre elección. Por esto mismo, se vuelve tan gratificante, pues se es libre en el interior y en su elección.
El siervo, en muchas de las veces tiene sus propia vida, familia pero sabe que en todo lo que él hace, está sirviendo a Su Señor. El no deja la postura de siervo guardada en casa o en la iglesia, él es siervo, dentro o fuera, arriba o abajo.
Al final, el Dios a quien el sirve es el Soberano que todo lo ve.
Por otro lado, tenemos a esclavos.
En el diccionario, encontramos esta definición:
1.[persona] Que carece de libertad y derechos propios por estar sometido de manera absoluta a la voluntad y el dominio de otra persona que es su dueña y que puede comprarlo o venderlo como si fuera una mercancía.
2. Que está dominado por una pasión o por un vicio que neecsita para vivir y para sentirse bien.
Esclavo es aquel que está haciendo, pero que lo hace por una obligación. Solo cuando se le demanda, solo cuando se le dice lo que debe hacer, por una obligación y no por una satisfacción personal. Para el esclavo todo es pesado, incómodo, indebido e inoportuno, pues se siente forzado a hacer algo que su volutad no quiere hacer.
El esclavo no es feliz, no se siente satisfecho, no se siente realizado, ni seguro cuando hace algo para "su señor"...
El esclavo, es aquel que recibirá una orden o pedido con desagrado, aquel que intentará no hacer aquello que le fue pedido pues, no está de volutad propia allí sino porque siente o tiene una obligación.
El esclavo, al igual que el siervo no tiene volutad propia uno por decisión propia el otro por obligación.
La diferencia es que el siervo eligió dejar esa voluntad porque a quien el sirve es mayor que cualquier satisfacción personal. El esclavo, sin embargo, odiará servir o no tendrá satisfacción en servir. Pues él no eligio hacerlo, le fue impuesto. El preferiría estar en otro lugar o no hacer aquello, pues su señor se lo impuso. Ese señor puede ser exterior o interior.
Infelizmente, aún teniendo este tipo de conocimientos, hoy en día hemos visto muchos siervos esclavos.
Si, dicen y están en el lugar de siervos, pero en el interior viven como esclavos, pues no tienen placer de servir.
Muchos tienen título de siervo pero sus pensamientos e inteciones son de esclavos, quierene ser libres del servicio, mejor sería que otro lo hiciera.
Están en esa posición, pero murmuran, critican, solo hacen aquello que les es pedido. No tienen placer o satisfacción de hacer algo a más.
Al igual que el esclavo, intentará safazar de aquello que Su Señor necesita, pues su volutad es más fuerte que su servicio.
El sirve cuando le queda cómodo, cuando le conviene o le sobra un tiempo.
Este tipo de siervo, no hará nada que lo saque de su comodidad o altere su rutina.
Este tipo de siervo tiene título pero no placer de servir.
E infelizmente, muchos siervos de Dios, han actuado como esclavos. Olvidándose que por volutad propia eligieron ser parte del cuerpo de siervos, independiente de título o responsabilidad, el placer era servir...
Muchos con el pasar del tiempo, fueron cambiando y dejando la libertad por la esclavitud.
Vamos a meditar...
¿Quién ha sido? Siervo, Esclavo... o Siervo Esclavo...
Amiga, Dios es sí si o no no, para Él no hay intermedios, no está dispuesto a compartirnos ni con nosotros mismos, por eso siempre nos está alertando para no dar lugar a nuestra carne.
No perdamos este privilegio tan preciado que nos ha otorgado, la libertad de ser Siervos del Altísimo. Sólo quien lo vive consigue entender porqué es un gran privilegio serlo. Sin derecho a nada, sin razón de nada, sin opción de nada, pero con placer y satisfacción de servir.
"Y esto fue por causa de los falsos hermanos introducidos secretamente, que se habían infiltrado para espiar la libertad que tenemos en Cristo Jesús, a fin de someternos a esclavitud"...
(Gálatas 4:21)

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