Les traigo una información super interesante. Tomé la información textualmente del libro Apiterapia 101 para todos de Moises Asis y se las comparto con gran gusto.
"Además de la leche materna y la leche de los mamíferos en general, no creo que la Naturaleza tenga un alimento más completo para los niños que la miel como fuente de minerales, enzimas, lípidos, energía y otros componentes esenciales para el desarrollo infantil. La experiencia de las madres en todas partes del mundo y desde hace siglos es que los bebes que reciben miel de abejas desde la primera semana de vida crecen saludables y con un fuerte sistema inmunoprotector.
Sin embargo, existe un remoto peligro que no tiene nada que ver con la miel en sí. Las etiquetas de los envases comerciales de miel recomiendan no dar miel a niños menores de un año de edad, y esta recomendación esta basada en la opinión de la American Pediatric Association y otras organizaciones pediátricas. ¿De donde viene esto?
Resulta que durante la manipulación de la miel, como ocurre con la harina, vegetales, sirope de maíz y cientos de otros alimentos, existe la remota posibilidad de que ésta se contamine con esporas del botulismo, Clostridium botulinum, las cuales son digeridas en el intestino de los niños mayores de un año y de los adultos, pero podrían germinar, colonizarse y producir la neurotoxina del botulismo en niños menores si el contenido de C. botilinum es de 1000 - 10000 esporas/Kg de miel. Menos del 2% de las muestras de miel contienen espora C. botilinum, y para eso en cantidades muy pequeñas, menores a 10 esporas/Kg.
Por supuesto, mucho mayor riesgo tiene un niño al ponerse las manos en la boca, tocar sus juguetes, estar en contacto con el suelo o incluso mamar de los pezones de la madre. Antes del año de edad, el tracto digestivo de los niños no esta suficientemente maduro para digerir las duras esporas de estas bacterias y es mayor el peligro de enfermar de botulismo, que es una enfermedad con alta letalidad si ocurre en los primeros meses de vida. Es por eso que, aunque el riesgo es mínimo, ya que la miel de por sí es ácida, antibiótica, protectora y no debería contener esporas sino neutralizarlas, los pediatras y productores de miel prefieren reducir el riesgo de que un bebé en millones entre en contacto con estas esporas. La preocupación es razonable, pero también estoy en el deber de explicar que es rarísimo encontrar esporas de C. botilinum en la miel y que es mucho más fácil encontrarlas en cualquier otro aliento o entorno, e incluso en el aire y los juguetes.
La miel es mas bien un alimento protector, pero las esporas de C. botilinum son tan resistentes que, si por accidente aparecen en una muestra de miel, ni los ácidos de ésta ni los ácidos intestinales de un bebe pueden neutralizar la acción toxica de estas esporas. Ya a partir del año de edad y mucho más a medida que el niño crece y se hace adulto, nuestro organismo digiere cualquier espora que pueda estar en un alimento... La conclusión es que no hay una relación entre la miel y el botulismo, como tampoco la hay entre comer cualquier alimento natural y contraer cualquier enfermedad. Pero el rótulo de los envases de la miel responden a una medida de precaución debido a que los bebes son mas indefensos ante cualquier factor de riesgo, por más remoto y absurdo que éste parezca para quienes conocemos las virtudes de la miel de abejas"
"Perfecta por Naturaleza"