Este, más que otros años, es muy posible que estemos planteándonos ambiciosos y numerosos propósitos; es por ello que hoy pretendemos contar uno de los secretos mejor guardados por las empresas y marcas mejor valoradas por todos: disponer de un plan operativo efectivo.
No, no hemos enloquecido; pero antes de contar un poco más en qué consiste este plan hagamos un ejercicio de autocrítica: ¿Has visto cómo tus grandes propósitos de año nuevo apenas se sostienen unas semanas y para cuando llega primavera ya se han quedado arrinconados en la memoria? Seguramente a todas, en mayor o menor medida.
¿Por qué no llegamos a cumplir los propósitos de año nuevo?
En realidad, no es falta de voluntad, tampoco que fuese un propósito banal, poco importante; lo que sucede es que los seres humanos nos sentimos muy cómodos en nuestras rutinas, nuestros hábitos y nuestras costumbres: nuestra área de confort. Y precisamente por ello ansiamos tanto regresar a nuestra antigua normalidad.Sin embargo, ¿nunca habéis pensado que el día que salgamos todos a la calle sin mascarillas ni distancia social nos sentiremos muy extrañas y, seguramente, bastante ansiosas de lidiar con tanta gente alrededor? Eso es precisamente porque durante todo el año 2020 hemos ido creando, poco a poco, pequeños cambios en nuestro comportamiento diario hasta llegar a adquirir nuevos hábitos con los que ahora convivimos sin cuestionarlos.
¡Qué irónico! ¿verdad? Nuestra mente se plantea un propósito, un deseo más bien, pero nuestros actos rutinarios no podían ser más opuestos a este fin. Pero, ¡esta es la clave! Plantearse metas pequeñas, que apenas modifiquen nuestro día a día, poco a poco construyen un objetivo mayor. ¿Lavarse las manos al entrar en casa? Por si sólo es un acto higiénico que apenas resulta molesto a quien no lo hacía antes, pero al repetirlo un día y el siguiente termina por formar parte de nuestra rutina y, ya más adelante, cuando se realice antes de entrar en una tienda, no resultará excesivamente fastidioso.
Este proceder es precisamente la base de un buen plan operativo empresarial. Está muy bien proponerse, por ejemplo, un incremento de ventas durante este año que entra, pero si este objetivo no se acompaña con pequeñas metas el camino nunca se andará y, lo que es peor, el propósito, la meta, será un mero brindis al sol. Y, por supuesto, hay que evaluar las propias limitaciones, triplicar estas ventas puede ser factible para una empresa sin ninguna trayectoria, pero imposible para una con muchos competidores y muy fuerte.
Y estas son las claves para, ahora sí, ver realizados nuestros increíbles propósitos de año nuevo. En primer lugar, más verlos como objetivos “finales”, mejor pensar que son una suma pequeñas metas; en segundo lugar, que estas pequeñas metas son factibles de cumplir en nuestra rutina de día a día; y, en tercer lugar, que tanto el objetivo final, no propósito, como las metas diarias, sean realistas y estén verdaderamente en nuestra mano.
Así, ¿nos planteamos perder ese peso extra durante este 2021?
Pues necesitamos conocer cuántos quilos podemos perder con salud y seguridad; al tener una cifra un propósito vago se convierte en algo medible y, por tanto, más concreto. Pero también tenemos que pensar cómo podemos vivir nuestro día a día sin demasiados trastornos porque adquirir nuevas costumbres lleva tiempo; por eso es más fácil trabajar a favor de nuestros hábitos de alimentación y comidas favoritas que modificándolos por completo y terminar frustradas por culpa de “una dieta”. Si este es tu propósito, con nuestra ayuda lo convertiremos en un objetivo y, por supuesto, iremos marcándonos metas que, más que hacernos perder peso, nos ayuden a disfrutar de una alimentación más sana y divertida.¿Te animas a dar un paso hacia tus propósitos? ¡Pide una cita gratuíta en Lev ahora!