El tema de la terapia probiótica y la microflora intestinal se discute cada vez más a menudo en el mundo de la ciencia. Actualmente, se realizan numerosos estudios sobre el papel de las alteraciones en la microflora intestinal en el curso de diversas enfermedades. Se sabe que afecta el funcionamiento del sistema digestivo. De ahí el desarrollo de trastornos metabólicos y algunas enfermedades autoinmunes. Por tanto, existe un interés creciente en la relación entre la microbiota y la diabetes.
Disbiosis y diabetes
Se habla de la importancia potencial de la microflora intestinal en la patogénesis de la diabetes, así como del impacto de la terapia probiótica en la prevención de la obesidad y el control de la diabetes tipo 2 que a menudo la acompaña y las complicaciones metabólicas relacionadas.
Se ha demostrado una relación entre ciertos grupos de bacterias y las funciones individuales de los sistemas digestivo e inmunológico. Se sabe que la microflora intestinal participa en la digestión, absorción y metabolismo de los nutrientes, incluidos los carbohidratos, que son particularmente importantes para el control glucémico en el curso de la diabetes.
Además, en pacientes diabéticos, a menudo se puede observar disbiosis intestinal (una proporción incorrecta de bacterias promotoras de la salud y bacterias patógenas). Las tensiones se reducen particularmenteLactobacillus y Bifidobacterium.
También es característico un aumento en el nivel de LPS (lipopolisacárido), es decir, endotoxina, que forma parte de la membrana celular de algunas bacterias. Se ha sugerido que puede tener un efecto negativo sobre las células pancreáticas. Los especialistas también están considerando la relación entre la disbiosis y la aparición de diabetes tipo 1.
¿Pueden las bacterias afectar los niveles de azúcar en sangre?
Los informes científicos indican un efecto beneficioso de la suplementación con probióticos sobre el nivel de glucosa en ayunas, pero no se notaron cambios significativos en parámetros como la hemoglobina glucosilada (HbA1c) y el índice de resistencia a la insulina (HOMA-IR). La terapia con probióticos en los estudios realizados duró de 6 a 12 semanas. Debe recordarse que también es importante elegir la preparación adecuada, dependiendo de lo que falte en ese momento: la llamada terapia probiótica dirigida.
¿Vale la pena introducir la terapia probiótica en el tratamiento de la diabetes?
La investigación sugiere que ciertos microorganismos probióticos pueden mejorar la sensibilidad a la insulina y el control del azúcar en sangre. Como resultado, pueden prevenir o retrasar el desarrollo de la diabetes tipo 2. Sin embargo, se necesita más investigación para comprender los efectos de los probióticos como terapia en el tratamiento de enfermedades metabólicas.
Hasta ahora, no hay informes suficientes que confirmen la validez de la terapia probiótica en la diabetes. Como base, en primer lugar, debe seguir los principios de una dieta adecuada y equilibrada y realizar una actividad física moderada. Sin embargo, la suplementación con probióticos puede constituir una terapia complementaria.