Ricardo Escalante Flores
Cerca al camino había un árbol que creció torcido. Una noche, cerca de él pasó corriendo un ladronzuelo. Desde atrás observó una silueta desconocida, y con temor pensó que en el camino había policías, y por eso huyó con espanto.
Una tarde cerca del árbol pasó un joven enamorado. Desde lejos, vio una silueta femenina y pensó que su amada lo esperaba con impaciencia. Se alegró y aligeró el paso hacia su encuentro.
Un día cerca del árbol pasaba una madre con su pequeño hijo. El niño, asustado por cuentos que había oído, pensó que al lado del camino se encontraba un espanto que lo observaba, y comenzó a llorar con intensidad…Pero el árbol siempre fue sólo eso: un árbol.
El mundo que nos rodea es sólo un reflejo de nosotros mismos.