Nunca perdemos amigos, solo descubrimos quiénes son los verdaderos

Cuando hablamos de amistad nos referimos a esa relación que vincula a dos personas con un lazo que no es posible deshacer, con un cariño intenso e incondicional a través del cual se teje una red completa de solidaridad, de complicidad, de camaradería y de apoyo.

No es posible decir que a lo largo de nuestra vida perdemos amigos, lo máximo que podríamos decir es que por determinadas circunstancias nos alejamos de algunos, pero la amistad si es verdadera soporta la distancia física, soporta las ausencias, manteniéndose intacto el nexo y el cariño, unidos desde el corazón.

Cuando alguien que pensábamos que era nuestro amigo sale de nuestras vidas, podríamos decir con cierta ligereza que esa persona no fue en realidad nuestro amigo, si evaluamos la relación o su desenlace, nos daremos cuenta que lo que caracteriza a una amistad no estuvo presente, el cariño era insuficiente, la afinidad se veía amenazada, existían celos, envidia o sencillamente poca disposición de dar de una o de ambas partes.

Conocemos a muchas personas por nuestro paso por la vida, con algunas establecemos intensos lazos, mientras que con otras… vínculos superficiales. La amistad verdadera se siente y se respira, pueden existir malos momentos, pueden existir conflictos, llamados de atención, pero como en toda relación donde el afecto y la buena intención prevalece, las cosas fluyen de una forma favorable para el vínculo y a partir de allí cualquier diferencia o malentendido se puede solventar.

Se debe cuidar a los amigos, no por el hecho de que los consideremos como tal podemos comportarnos como nos venga en gana y confiar en la incondicionalidad, debemos respetar a esas personas especiales que han acordado con nosotros de forma tácita ser parte de nuestras vidas. Debemos dar para recibir, debemos sembrar lo que queremos cosechar en cada una de nuestras relaciones. No olvidar que así como a nosotros nos gusta sentirnos queridos, que nos demuestren atención, quienes están afectivamente unidos a nosotros también esperan lo mismo.

Yo me considero el mejor amigo de mis amigos, y creo que ninguno de ellos me quiere tanto como yo quiero al amigo que quiero menos.― Gabriel García Márquez

Si una persona se va de tu vida, es porque ya te ha enseñado lo que debías aprender de ella, ya has revisado en ti lo que su reflejo te ha mostrado o bien los espacios ocupados en tu corazón se están desocupando para que en él entren las personas que ahora necesitas. Los momentos amargos serán el mejor filtro para saber los que realmente debes mantener en tu corazón y cuáles se irán o debes dejar ir sin miramientos.

Nunca sabréis quiénes son vuestros amigos hasta que caigáis en desgracia. ― Marlene Dietrich

Podemos conocer a muchas personas, los amigos, los verdaderos, no necesariamente serán muchos, pero siempre serán los que son. Cuídalos, quiérelos y valóralos, son tesoros que la vida te regala a lo largo de la eternidad.

Por Rioncón del Tibet

Fuente: este post proviene de Psi-Emocionando, donde puedes consultar el contenido original.
¿Vulnera este post tus derechos? Pincha aquí.
Creado:
¿Qué te ha parecido esta idea?
Esta información nunca debe sustituir a la opinión de un médico. Ante cualquier duda, consulta con profesionales.

Esta idea proviene de:

Y estas son sus últimas ideas publicadas:

Etiquetas:

Recomendamos