Ha comenzado el nuevo año, bueno ya llevamos unos días, en televisión y por todos lados no cesan de repetirnos que debemos cuidarnos de los posibles excesos navideños.
Y como no, decidimos iniciar nuevos propósitos , que nos hagan sentir bien o tal vez un poco mejor.
Uno al que todos recurrimos, al menos un par de veces al año, después de verano y navidades, es al de alimentarnos correctamente o para ser más realistas, bajar de peso, ¿quien no desea perder unos kilitos…?
Para ello, recurrimos siempre, con nuestras mejores intenciones, a los clásicos, la búsqueda de la dieta milagrosa, nos apuntamos al gimnasio para no ir…, nos compramos el equipo de running y cuando lo tenemos todo, ¿quien aparece?, el fantasma de las excusas.
Hay una frase que he encontrado por la red ,me parece apropiada para este momento, y nos puede motivar a alejar a esos fantasmas, dice así, “Si realmente quieres hacer algo encontrarás una forma. Si no, encontrarás una excusa.”
Por otra parte, aunque resulte muy tópico el querer cuidarse, puede convertirse en una acertada decisión, conseguiríamos un 2×1 (estamos en época de rebajas…), salud mental más salud física, con un único esfuerzo , alimentarnos correctamente.
¿Qué os puedo proponer yo para ayudar a alcanzar dicho objetivo?
En primer lugar, es fundamental, “conocer nuestro estado actual en alimentación”
Ello nos va a permitir saber por donde comenzar y qué cambios son los que deberíamos realizar, para de ese modo, lograr nuestro objetivo de alimentación saludable.
¿Cómo podemos “conocer nuestro estado actual en alimentación” ?
Pues con una herramienta muy sencilla y al alcance de todos, tan solo necesitamos una pequeña libreta, o una simple hoja de papel o si nos gusta más la tecnología, la aplicación de notas de nuestro dispositivo móvil.
Consistiría en realizar un pequeño “diario de alimentación”, anotando todas nuestras ingestas a lo largo del día, indicando no sólo lo que comemos, también nuestros estados de ánimo en el momento de la comida, aquello que nos induce a comer, un enfado, una preocupación, la tristeza, el estar solo o acompañado.. , si sentíamos o no hambre en esos momentos.
Además nos ayudará a conocer si abusamos o por el contrario prescindimos de determinados alimentos o grupos de alimentos .
En fin se puede poner la cantidad de parámetros que consideremos nos puedan ayudar a saber los motivos que nos inducen a comer.
El diario, nos hará tomar conciencia, reflexionar y observar nuestra relación con la alimentación.
Pasamos a la acción
Una vez conozcamos nuestra situación actual, “de verdad”, es cuando estaremos preparados para pasar a la acción, así será muchísimo más sencilla la fase de corrección o mejora de hábitos pues partiremos de una realidad precisa que podremos modificar.
Es fundamental, a partir de este punto, que nos planteemos objetivos realistas y llevaderos, yo recomiendo que los cambios sean muy, muy pequeños, sencillos de llevar a cabo, ya que con ello nos aseguramos el logro y como consecuencia no perderemos la motivación tan necesaria en estos casos.
No olvides introducir tus pequeños objetivos de uno en uno, ademas de tan lentamente como sea necesario, no pases a otros hasta que estos, estén bien asentados, ello nos va a garantizar el triunfo y que además que perduren en el tiempo.
De este manera seremos capaces de introducir los cambios necesarios en nuestra alimentación para alcanzar la ansiada meta de “normalización de nuestro peso” y/o “alimentación saludable”.
Coge lápiz y papel y comienza a conocer como comes.