A continuación analizamos los síntomas, el diagnóstico y los tratamientos para la misofobia o el miedo a la suciedad. También te contaré algunas de las cosas que puedes hacer para ayudar a alguien con esta fobia.
Qué es la misofobia
La misofobia es un tipo de fobia que se centra en un miedo extremo e irracional a los gérmenes, la suciedad o la contaminación. Esta fobia a la suciedad también se le conoce con otros nombres como germofobia, bacilofobia, bacteriofobia o verminofobia.Todos nos preocupamos con cuestiones como la contaminación cruzada de los alimentos, la exposición a los fluidos corporales de otras personas y el mantenimiento de una buena higiene. Es prudente y necesario para evitar ciertos riesgos.
Sin embargo,en los casos de misofobia, estas preocupaciones, totalmente racionales y normales, se vuelven exageradas y perturban la vida cotidiana.
En muchas ocasiones la misofobia está relacionada con el trastorno obsesivo compulsivo (TOC), aunque también se dan casos en personas que no sufren este trastorno. De hecho, se cree que la fobia a la suciedad o a los gérmenes es bastante común y afecta en todos los ámbitos de su vida.
cita: Las personas con misofobia toman medidas estrictas para evitar la contaminación y tienden a mantener impecables los espacios que visitan o en los que viven.
Un caso muy conocido fue el del inventor Nikola Tesla, un genio que sufría trastornos obsesivo compulsivo que convirtió a los gérmenes en su mayor enemigo. Tesla se lavaba las manos al menos cada quince minutos y su odio a los gérmenes le llevó a no hablar nunca con mujeres con perlas, al considerarlas sucias y nocivas. Tampoco tocaba a nadie y siempre llevaba guantes.
Síntomas de la fobia a la suciedad
Los síntomas más comunes de la misofobia incluyen comportamientos con el fin de evitar la exposición a gérmenes o la contaminación. También aparece una respuesta de ansiedad inmediata y miedo excesivo o irrazonable.La fobia a la suciedad puede provocar una serie de síntomas emocionales y de comportamiento, como evitación, ansiedad y signos fisiológicos de miedo y pánico.
En concreto, los síntomas pueden ser:
Evita lugares que son percibidos como sucios o llenos de gérmenes
Pasa demasiado tiempo limpiando y descontaminando todo a su alrededor y usa productos de limpieza o desinfección de forma excesiva.
Se lava las manos de forma obsesiva
Se niega a compartir artículos personales y evita el contacto físico con los demás
Evita multitudes o animales
Como cualquier otra fobia, la misofobia incluye también los síntomas físicos de pánico, como aumento de la frecuencia cardíaca, náuseas, dificultad para respirar, sudoración, etc.
Además, estos síntomas deben afectar la capacidad de una persona para funcionar normalmente en diferentes áreas de su vida. Los síntomas no deben ser causados por otro trastorno mental y los síntomas deben estar presentes durante seis meses o más.
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Tratamiento
Por lo general, la misofobia se trata con terapia, medicamentos o una combinación de los dos. La terapia de exposición es una de las mejores técnicas para revertir los comportamientos de forma gradual.La terapia cognitivo-conductual también resulta eficaz para el tratamiento de la misofobia, poniendo a prueba los patrones de pensamiento irracionales que tienen sobre los gérmenes y la contaminación.
¿Cómo ayudar a alguien con misofobia?
Tratar de evitar hablar del tema no ayudará. De hecho el entendimiento y la comprensión son muy importantes ante cualquier tipo de fobia.Por ello, te animo a intercambiar opiniones (que no críticas) y escuchar de forma activa y abierta todo lo que te quiera decir la otra persona. ¿Qué le pasa? ¿Cómo se siente? ¿Qué hace al respecto? Con toda esa información podréis buscar entre los dos cuáles son las mejores formas de afrontar el estímulo o situación que le hace sentirse inseguro.
Ten en cuenta que, por lo general, suelen sentirse culpables y/o avergonzados por experimentar esos miedos, así que no le restes importancia. Decir “tranquilo”, “si esto no es nada”, “es una tontería” o “no te preocupes” puede hacer que se sientan incomprendidos o que no cuentan con tu apoyo.
En vez de eso, es preferible que intentes empatizar con él o ella y preguntarle cómo puedes ayudar o hacerle ver que estás ahí para ayudarle en lo que necesite.
Aunque la misofobia puede ser abrumadora, pero es importante recordar que existen tratamientos efectivos. Con el conocimiento y el apoyo adecuados, puedes comenzar a aprender a controlar esa ansiedad por los gérmenes que sientes y vivir una vida plena y saludable. ¿Qué pasos puedes tomar hoy para recuperar el control de su vida?
Si crees que, tu o un ser querido, está sufriendo misofobia, TOC o cualquier otro problema, en Hernández Psicólogos online estamos a tu disposición para ayudarte a comprender lo que estás experimentando. Juntos, estudiaremos las formas de superarlo.
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