Mis referentes femeninos

Ayer, una alumna del último retiro me hizo uno de los más grandes regalos que le pueden hacer a alguien: me explicó cómo mejorar.

Una de sus más bonitas reflexiones fue algo así: Antonio, como mujer, a veces siento que no tienes referentes femeninos. Creo que todas las personas que has mencionado durante el retiro, son hombres. Como si lo que dijeras, estuviera concebido más para los hombres que para las mujeres. ¿Dónde estamos nosotras?, ¿Qué sabes de nosotras?, ¿Con nuestros cambios y nuestros ciclos y nuestras lunas?

Ante esa reflexión suya, sólo pude agradecer. Gracias, Silvia Chiclana (una de las mejores diseñadoras que he conocido con virtudes innatas de psicóloga), por hacerme pensar y observar y dejar de mirarme el ombligo.

Mujeres que me estéis leyendo; sí, me queda absolutamente todo por mejorar, me queda mucho ombligo que dejar de mirar, y me queda mucha energía femenina por comprender, de la que aprender, y a la que admirar.

Mi respuesta fue algo así: lo primero es que te entiendo porque tienes razón.

Lo segundo, déjame contarte mi visión. Sí he mencionado a una mujer en el retiro, cuando dije que mi amiga Elisa Ferreira es la versión femenina del desarrollo personal y que verla, es ver una energía femenina en acción, que deberías ver su casa, pues está llena de mensajes positivos y creadores, que escucharla, es escuchar la voz de la sabiduría y del amor por el crecimiento.

Cuando Ángel Alegre me preguntó en la entrevista a qué tres personas admiraba más, la primera fue mi madre. Y no es un decir, ni es un mi madre es genial porque es mi madre, sino que como ser humano independientemente de que tenga algo que ver conmigo o no, es sabio, es guía. Es una persona astuta, es, una vez más, la energía femenina en acción.

Aquella que comprende, abraza, escucha. Aquella que resuelve desde el amor, y no desde la guerra.

La tercera persona que admiraba más actualmente, es Sara (cuando dije Sara y Edu). Sara, la que me ha enseñado a bendecir los alimentos cuando llegan a mi mesa. La que me ha enseñado a estar presente cuando hago cualquier acción durante el día. La que me ha enseñado a mirar la vida con diferentes ángulos. La que me ha enseñado a ver con cada vez más intensidad la libertad por derecho propio en los animales.

Una de mis escritoras favoritas es Elisabeth Haich. Gracias a su libro Iniciacion, comprendí más que nunca lo que es un ser humano y qué puede hacer. En ese libro, entre otras cosas te explica cuál es el papel fundamental de la mujer atractiva, que no es otro que guiar para hacer el bien.

Ella dice que la mujer atractiva tiene un rol peligroso, pues cuando la mujer atractiva está presente, el mundo escucha. Así de poco evolucionados somos los seres humanos, que nos cegamos ante la belleza y no podemos dejar de mirarla. Por eso la mujer sabia y atractiva usará nuestra ignorancia (no sólo la de los hombres, sino la de mujeres y hombres) en nuestro beneficio, y no en nuestro perjuicio.

Usará nuestra ignorancia (mirarla como objeto de deseo), para que sus enseñanzas calen en nosotros, y podamos así dejar de mirarla.

Uno de mis más grandes referentes en el desarrollo personal, que menciono siempre que tengo la ocasión, es Marisa Peer. En mi vida me he hecho menos de cinco cursos de otras personas, y uno de ellos es Vida sin límites. Ese curso es algo así como si cogieras todo el desarrollo personal y lo condensaras en unas horas. Es un regalo.

La mujer que me enseñó el budismo, la que me hizo llorar, la que me hizo cuestionarme todo lo que sabía hasta entonces, es una monja tibetana, aquella que me miraba con tanta paciencia y compasión tras mis preguntas de niño pequeño, que hacía brotar en mí también la compasión.

Gemma, mi exnovia, mi amiga, o simplemente Gemma, fue la que me enseñó lo más valioso del desarrollo personal: agradecer. Fue ella la que me enseñó a crecer sin prisa. Fue ella la que me enseñó a mirar los animales sin querer poseerlos. Fue la que me enseñó (o lo intentó al menos) a comer sin ansia. A disfrutar de parar. De observar. De reír.

Otro de mis libros favoritos es Ética Promiscua, de Janet W. Easton y Dossie Hardy. Pocas veces he sentido tantas veces un aaaah, ahora entiendo al leer algo.

Cada vez que voy a un retiro de meditación Vipassana y miro, ignorante, hacia el lado de las mujeres, percibo una fortaleza como no conozco otra en la tierra. Las miro con absoluta admiración. Son más estoicas. Más Budas. Más humildes. Más pacientes.

Ahí aprendí que la mujer es, por naturaleza, más madura que el hombre. Más concentrada. Más a lo suyo y menos a lo de los demás.

A medida que voy transcurriendo el camino de la sabiduría, ese donde he recorrido ya un milímetro, voy observando más, y necesitando menos. Voy admirando más, y ansiando menos.

Muchos hombres tenemos una carga sobre nuestros hombros curiosa: somos por naturaleza ignorantes en el sentido de que buscamos en la mujer aquello que sólo nosotros podemos darnos.

Dentro de unas semanas entrevistaré a una de las personas que más admiro en esta tierra, Macarena Estévez, literalmente una de las emprendedoras TOP en España y posiblemente más allá. Todo lo que pueda admirar de ella se resumen en esta anécdota: cuando hace años estaba en sus oficinas en Madrid, la escuché hablar con uno de los directivos de una de las empresas más importantes del planeta.

Y ella le hablaba, sonriendo, como si fuera su hermano. Su hijo. Su amigo.

¿Cómo coño lo haces, Maca? ¿Cómo puedes hablar a alguien así con esa tranquilidad y esa paz y esa seguridad?

Comprendiendo que todos somos personas. —Me dijo—.

En resumen: sí, claro que tiendo a hablar más de hombres que de mujeres. Claro que muchos de mis referentes de los que hablo, son hombres. Pero es simplemente por mi falta actual de visión, de objetividad, y de comprensión.

Pero como hombre te puedo decir que estoy trabajando en ello. Que estoy recorriendo el camino. Que estoy en proceso de observar el todo, el yin y el yang. Que una vida sin recibir las enseñanzas de todos los polos, es incompleta, triste, vacía, fría.

Que cuando me comprendo a mí, en consecuencia te comprendo más a ti, seas quien seas, y que gracias por hacerme pensar.

Fuente: este post proviene de Ricos y Libres, donde puedes consultar el contenido original.
¿Vulnera este post tus derechos? Pincha aquí.
Creado:
¿Qué te ha parecido esta idea?
Esta información nunca debe sustituir a la opinión de un médico. Ante cualquier duda, consulta con profesionales.

Esta idea proviene de:

Y estas son sus últimas ideas publicadas:

Como siempre digo, ser feliz, realmente feliz, para un ser humano es muy fácil. Lo que no es fácil hoy en día es descubrirlo y menos fácil aún es luchar contra nuestro intento continuo de no serlo, es ...

Etiquetas: Blog

Recomendamos