Mi pareja me produce ansiedad

A menudo un paciente o una pareja nos transmiten esta afirmación. Si siento que mi pareja me produce ansiedad, el malestar que esto ocasiona suele afectar a distintas áreas y disminuir la calidad de vida. Lo primero que necesitamos aclarar es, que cuando siento que mi pareja me produce ansiedad, realmente lo que me genera ese estado no es la otra persona sino la relación de pareja, nuestra interacción.

Mi pareja me produce ansiedad ¿a qué se debe?

Cuando la relación de pareja no funciona, bien se puede responsabilizar a ambas partes ya que son dificultades de interacción, de equipo, no solo individuales. Es cierto que si los problemas de pareja se alargan en el tiempo y las situaciones que vivo con la otra persona son en su mayoría desagradables se desarrolla una asociación ansiógena.

Es decir, se asocian ciertas palabras, comentarios, tono de voz o incluso a la otra persona con nerviosismo, ansiedad o ira. Ese es el motivo de que pueda llegar a sentir que mi pareja me produce ansiedad.

Para identificar las fuentes de esa ansiedad es interesante valorar dos áreas:

Problemas relacionados con tu pareja. La relación de pareja ocupa mucho espacio de nuestras vidas y cuando supone una fuente de conflicto, nos produce mucho malestar e inestabilidad. Cuando es así, todo lo que nos recuerda estos conflictos nos genera emociones negativas.

Problemas independientes a tu relación. Hemos de tener cuidado y no atribuir cualquier sensación negativa a la situación de pareja y de ahí, deducir que mi pareja me produce ansiedad. Puedo tener una situación muy estresante en el trabajo y que llegar a casa y ver a la otra persona sea “la gota que colma el vaso”. Es importante identificar qué parte de esa ansiedad es ajena a la interacción de pareja.

Aspectos a tener en cuenta para saber cómo se soluciona la ansiedad en una relación de pareja

Acepta que tienes un problema. El desgate progresivo de la relación puede llevar a la asunción de que “las relaciones son así”. El primer paso es entender que nuestra relación de pareja no ha de disminuir nuestra calidad de vida, que tenemos problemas de pareja y hay que afrontarlos.

Decide si te merece la pena o no continuar con tu relación. Una vez aceptado que tenemos problemas y por eso siento que mi pareja me produce ansiedad, he de decidir si quiero continuar con la relación y en qué condiciones. Por supuesto, es una decisión de dos personas, ya que ambas partes han de desear continuar y hacer los cambios necesarios.

Date tiempo para pensar las cosas. El proceso de reparar y reconstruir una relación es un camino de esfuerzo, motivación y cambio para los dos. Es importante reflexionar sobre los motivos que me llevan a recorrerlo. Por ejemplo, ¿es el miedo y la incertidumbre que me produce estar solo o es el deseo de tener una relación saludable con esa persona? Esta reflexión suele hacerse en las primeras fases de terapia de pareja, tanto de forma individual como en pareja.

¿Existe dependencia emocional entre vosotros? Merece la pena dedicar un momento a valorar esta posibilidad. Es relevante diferenciar dependencia de dependencia emocional. Si se identifica esta última, será necesario trabajarla tanto si decido continuar con la relación como si no.
Dependencia: cuando una pareja lleva mucho tiempo unida, siempre hay algo de codependencia (más cuanto mayores sean las responsabilidades compartidas, economía y propiedades en común, fuentes de gratificación conjuntas etc.). Esta dependencia es lógica y su afrontamiento consiste más en planes de acción y organización que en gestión emocional.

Dependencia emocional: es la que resulta más problemática ya que conlleva la creencia irracional de que yo no puedo vivir sin la otra persona ni seré capaz de ser feliz si rompo la relación. Esto puede llevar a mantener una relación disfuncional que me produce malestar por el miedo a perder a la otra persona y la percepción de falta de alternativas vitales. Esta no es una motivación saludable.

Intenta crecer como pareja para superar la ansiedad. Si hemos decidido luchar por la relación de pareja, es el momento de valorar qué cambios son necesarios como equipo y qué necesidades tiene cada una de las partes. Este es un buen momento para pedir ayuda profesional. Cuando se vaya reparando la relación, el sentimiento de que mi pareja me produce ansiedad (que seguramente tengan ambas partes) irá cambiando.

¿Me puede ayudar la terapia de pareja a superar la ansiedad en mi relación?

Sin duda. Muchos problemas de pareja se solucionan sin necesidad de acudir a terapia de pareja, como parte de la evolución de la relación. Pero si he llegado al punto de que mi pareja me produce ansiedad supone que los conflictos son habituales y afectan a varias áreas, de forma que, el desgaste es generalizado y distorsiona mi percepción de la otra persona. ¿Cómo me puede ayudar la terapia cuando mi pareja me produce ansiedad?

Evaluación. Es la fase inicial de todo tratamiento psicológico. Se encarga de analizar en detalle los problemas para identificar qué los origina y mantiene, así como las consecuencias que tienen en la pareja y en cada uno de sus miembros. Esto nos ayudará a entender lo que ocurre, ordenarlo y asumir cada uno la responsabilidad que le corresponda.

Plan de tratamiento. Una vez tenemos esta información (de por sí terapéutica), nuestro psicólogo o psicóloga nos hará partícipes del plan de tratamiento, es decir, cómo vamos a solucionar esos problemas y prevenirlos en el futuro. Este tratamiento será personalizado y dinámico, adaptándose a nuestras necesidades.

Intervención psicológica. De forma gradual se irán afrontando las distintas dificultades de la relación y aprendiendo herramientas para reparar la pareja y protegerla de cara al futuro. Las áreas de intervención varían en función del caso: conciliación, necesidades emocionales, comunicación, gestión de conflictos, negociación, sexualidad

Seguimiento. Cuando se han afrontado y resuelto los problemas, hemos aprendido las herramientas necesarias y la relación ya no nos ocasiona malestar, las sesiones de terapia de pareja se distancian en el tiempo. Esta fase está enfocada a la independencia y autogestión de los dos miembros de la pareja, así como a asegurarnos de que los cambios se mantienen en el tiempo.
La terapia de pareja es uno de los tratamientos más demandados y resulta de gran ayuda. A medida que los aspectos desagradables de la relación vayan cambiando también lo harán mis sensaciones al relacionarme con mi pareja.

La asociación de mi pareja con ansiedad se va rompiendo y se van generando otras respuestas más agradables y saludables. Si siento que mi pareja me produce ansiedad es un buen momento para pedir ayuda y ponerle solución.


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